Francisco C. De La Torre
29 de abril de 2025

En la era de la inteligencia artificial, el lenguaje lo es todo.

En el corazón de los modelos de IA más poderosos —los llamados Modelos de Lenguaje de Gran Escala (LLMs)— se encuentra una profunda comprensión del lenguaje humano: leer, interpretar, resumir y generar ideas complejas con una precisión asombrosa. GPT-4o, Gemini, Claude, Mistral y otros sistemas avanzados están siendo utilizados para transformar industrias, gobiernos, la educación e incluso la comunicación personal. Su fuente vital no es la matemática, la física o la química: son las palabras.

Pero se está gestando una crisis silenciosa.

Los resultados más recientes de PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) revelan una caída global pronunciada en habilidades de lectura y comprensión entre adolescentes de 15 años. Entre 2018 y 2022, el promedio de la OCDE en lectura cayó 10 puntos —equivalente a medio año escolar perdido. México, históricamente afectado por desigualdades educativas, cayó más de 15 puntos, colocándose muy por debajo del promedio y consolidando su posición entre los países con peor desempeño.

Las implicaciones van mucho más allá de las aulas. En un mundo donde el lenguaje es la llave para interactuar con la IA, está surgiendo una paradoja fundamental: quienes no logren leer, entender y razonar con profundidad quedarán fuera de la revolución de la inteligencia artificial.

Un futuro de dos niveles

Históricamente, las brechas en alfabetización han alimentado desigualdades en riqueza, empleo y salud. Ahora, en la era de la IA, esta brecha corre el riesgo de ampliarse exponencialmente.

Las élites —formadas en instituciones de excelencia, entrenadas en pensamiento crítico y muchas veces multilingües— se adaptan rápidamente. Utilizan los LLMs para acelerar su aprendizaje, automatizar tareas y multiplicar su productividad. Emprendedores, ejecutivos, investigadores e incluso estudiantes de secundaria en sistemas privilegiados ya colaboran eficazmente con agentes de IA.

Mientras tanto, vastos segmentos de la población —especialmente en América Latina, África, el sudeste asiático y comunidades de bajos ingresos en países desarrollados— luchan por comprender textos básicos, y mucho menos pueden interactuar eficazmente con una IA que asume altos niveles de competencia lingüística.

En México, por ejemplo, solo 1 de cada 3 estudiantes mostró competencias básicas en comprensión lectora según las últimas pruebas PISA. En Estados Unidos, persisten brechas importantes entre grupos sociales. La UNESCO ya advierte sobre la inminente “brecha de alfabetización en IA“, más profunda, más veloz y más implacable que la brecha digital de los años noventa.

Por qué los LLMs dependen del dominio del lenguaje

La forma en que operan los Modelos de Lenguaje hace que esta brecha sea inevitable, salvo que se tomen medidas urgentes:

• Ingeniería de prompts: Usar IA eficazmente requiere estructurar ideas, especificar objetivos y comprender implicaciones lógicas —todo basado en habilidades lingüísticas sólidas.

• Validación crítica: El contenido generado por IA debe ser revisado, contrastado y corregido, lo cual exige comprensión lectora y análisis crítico.

• Comunicación compleja: La IA puede redactar informes, planes, contratos o artículos científicos, pero el usuario debe guiar, afinar y verificar el contenido, lo que requiere comprensión matizada.

En resumen: la IA multiplica las capacidades de quienes ya dominan el lenguaje, pero no enseña a leer ni comprender por sí sola.

El caso de México: desafíos y oportunidades perdidas

México enfrenta una tormenta perfecta:

• Bajos niveles de alfabetización funcional en la educación pública.

• Subinversión crónica en formación docente y programas de lectura.

• Avance rápido de la IA en el sector privado, desconectado de reformas educativas.

• Débil cultura lectora en amplios sectores sociales.

A medida que las herramientas de IA se integran en los negocios, la salud, el derecho y el gobierno, millones podrían volverse económicamente irrelevantes —no por falta de voluntad, sino por falta de formación.

Peor aún, la IA puede profundizar la polarización política y social, ya que las campañas de desinformación se dirigen con mayor éxito a poblaciones con bajo nivel de comprensión lectora, menos capaces de detectar contenido falso o manipulador.

Soluciones internacionales que ya están en marcha

Algunos países están reaccionando:

• Singapur lanzó un programa nacional de alfabetización en IA integrado en los planes de lectura de primaria.

• Finlandia duplicó su inversión en enseñanza de lectura crítica y razonamiento con IA para adolescentes.

• Estonia incorporó clases obligatorias de “lenguaje + lógica” desde la educación infantil.

• Irlanda creó una coalición público-privada para financiar centros de lectura extraescolar centrados en comprensión y razonamiento, ligados a casos de uso de IA.

Qué podría hacer México y países similares

Si México quiere evitar ser marginado en esta nueva era, debe actuar con urgencia:

1. Programa nacional acelerado de alfabetización
   Un plan urgente para elevar la comprensión lectora en primaria y secundaria, vinculado directamente a las oportunidades laborales del futuro.

2. Reentrenamiento docente masivo
   Inversión significativa para capacitar a los maestros no solo en lectura, sino en pensamiento crítico, lógica y comunicación eficaz.

3. Centros comunitarios de alfabetización en IA
   Bibliotecas públicas, centros comunitarios y empresas privadas pueden ofrecer talleres gratuitos para enseñar a interactuar con IA, empezando con “cómo hacer las preguntas correctas”.

4. Programas bilingües centrados en IA
   Incorporar programas de inglés orientados a la comprensión de contenidos tecnológicos, dado que la mayoría de las herramientas de IA están en ese idioma.

5. Certificaciones exprés en habilidades de IA
   Rutas rápidas de capacitación para escribir prompts, validar contenido y operar herramientas básicas de IA, con conexión directa a programas de empleo.

6. Campañas masivas de concientización
   Movilizar a padres y comunidades para entender que enseñar a leer —y leer bien— ya no es solo una cuestión cultural, sino de supervivencia económica.

Un nuevo contrato social

La llegada de la IA es el cambio más transformador desde la Revolución Industrial. Pero sin lectura, comprensión y pensamiento crítico, grandes sectores de la población verán a la IA no como una aliada, sino como un muro más que los excluye del futuro.

Como advirtió un experto de la UNESCO:
“El futuro de la inteligencia artificial no lo decidirán los programadores, sino los lectores.”

El desafío —y la oportunidad— están sobre la mesa.

Este artículo fue elaborado por www.aimworld.ai con el apoyo de IA