Elige el arroz integral: entre comer arroz blanco o integral hay un abismo. No solo por el aroma y la textura del integral, también por su efecto sobre el estado de ánimo.
Proporciona equilibrio nervioso y energía gracias a la combinación de carbohidratos, fibra, vitaminas del grupo B y el aminoácido triptófano, precursor de la serotonina, neurotransmisor del bienestar.
Al conservar el salvado, retiene mejor los nutrientes. Aporta seis veces más magnesio que el arroz blanco, cuatro veces más vitamina E, el triple de fibra, fósforo y vitaminas del grupo B, y la mitad más de potasio.