Adiós a un enero histórico con 15 récords de calor, cuatro de frío y repóquer de borrascas profundas | Sociedad | Cadena SER

Este domingo finaliza el mes de enero de 2021, un periodo que ha estado marcado por los disparatados cambios de temperatura que han dejado en la historia de la meteorología un registro de 15 récords de calor, cuatro de frío, cinco borrascas profundas y una nevada histórica en varias zonas del centro peninsular. Además, la amplitud térmica ha sido de 55,2 grados, es decir, la diferencia de temperatura entre el día y la noche,

La borrasca Filomena dejaba a España teñida completamente de blanco al comienzo del mes. La nieve no se fundió hasta 10 días después o incluso más en muchos lugares, debido a la ola de frío que la continuó en los días siguientes y que congeló la nieve que había caído convirtiéndola en hielo. Las temperaturas bajaron en todo el país dejando récords históricos de temperaturas mínimas, un carrusel de tres borrascas profundas en menos de una semana, varios puntos con récords de calor propios de la primavera, y va a terminar todavía con fuerza: un repóquer de borrascas con Justine.

Filomena, la nevada histórica para recibir el año

Filomena descargó la nevada más intensa en varias décadas en muchas zonas del interior peninsular. Madrid llevaba años sin ver algo así, nevó durante 30 horas seguidas en la capital entre el 8 y el 9 de enero. Una nevada que dejó hasta 52,9 centímetros de espesor según los datos recogidos sobre el suelo del Parque del Retiro, según ha informado a Servidemia la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La nieve terminó convirtiéndose en unos 5.000 hectómetros cúbicos de agua, una cifra similar al consumo urbano durante un año, según una estimación inicial del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Aun así la capa de nieve perduró en varias superficies del cuadrante noreste peninsular durante 10 días en la semana entre el 11 y el 17 de enero, con hielo en las carreteras, zonas congeladas de 49 provincias (excepto Las Palmas), con ocho capitales por debajo de los -10 grados y con un récord de mínima registrado en Bello, Teruel, con -25,4 grados.

Según la Aemet, se batieron cuatro récords históricos de noche más fría jamás registrada y han sido recogidos por Servimedia:  -21,3 en la localidad turolense de Calamocha (algo inédito desde 1992, cuando comenzó la serie histórica en ese municipio); -21,0 en Teruel (efeméride desde 1986); -13,4 en Toledo (desde 1982), y -12,0 en la ciudad madrileña de Getafe (desde 1951).

 Temperaturas por debajo de los -10ªC

Molina de Aragón se convirtió en el epicentro ‘siberiano’ de España, como muchos lo apodaron, al ser la localidad más gélida del país durante seis de los siete días de la ola de frío, con temperaturas mínimas diarias de entre -12,8 y -21,1 grados. También ocho capitales de provincia registraron valores mínimos inferiores a los -10 grados: Teruel (-21,0), Albacete (-14,1), Madrid (-13,4), Toledo (-13,4), Salamanca (-11,9), Cuenca (-10,9), Ávila (-10,7) y Guadalajara (-10,6).

Tras la ola de frío llegaron la semana de las borrascas con Gaetan, Hortense e Ignacio, que ayudaron a derretir la nieve acumulada por Filomena que, tras siete días de lluvias, vientos, nevadas y oleaje intensos en muchos puntos de España, ni las administraciones públicas habían conseguido retirar.

Hortense fue la más dura de todas, que llevó rachas huracanadas de más de 120 km/h a 10 provincias, con 179 km/h en Panticosa-Petrosos (Huesca) y 156 km/h en la estación de esquí de Valdezcaray (La Rioja) como marcas máximas de ráfagas ventosas. El aeropuerto de Palma de Mallorca también registro durante esta semana un récord histórico de viento en un día de enero desde 1965, con 130 km/h; en Molina de Aragón desde 1951, con 91 km/h, y en Calamocha desde 1993, con 95 km/h.

Tras la tormenta sale el sol

Y para terminar el mes con el tiempo más loco de los últimos años, a las bajas temperaturas le han precedido 72 horas de adelanto primaveral o casi veraniego en el este peninsular y los archipiélagos entre el miércoles y el viernes de esta semana, con 15 récords de calor diurno y cinco de calor nocturno. Los termómetros reflejaron valores más propios de finales de abril, mayo, junio o incluso de comienzos de julio en pleno invierno, cuando aún no había concluido enero.

Según los datos recogidos de la red de casi 800 estaciones de la Aemet, los termómetros alcanzaron temperaturas que son muy impropias de esta época de invierno. En Alicante este viernes se dispararon los termómetros hasta marcar 29,8ºC, una temperatura más habitual de los primeros días de julio, mes en que la media de la temperatura máxima diaria alcanza los 30,3 en esa localidad.

La historia meteorológica dejará registrados los récords de temperatura máxima alcanzados en 15 localidades. Este jueves se dieron 28,1 grados en Tortosa (Tarragona), una temperatura inaudita en enero desde que la serie histórica de ese municipio comenzara en 1920, hace ya más de un siglo. También Zamora, con 18,9 grados el jueves, algo que no ocurría desde 1920.

Récords de calor y temperaturas por encima de los 20ºC

Además, seis observatorios de la Aemet batieron dos veces seguidas el récord de día más cálido de enero, ya sea el miércoles y el jueves o el jueves y el viernes. Al final, las nuevas marcas de temperaturas máximas son 29,8 grados en Alicante (el valor más alto en enero desde 1939); 28,7 en Murcia (desde 1985); 28,3 en el aeropuerto de Alicante-Elche (1967); 26,2 en el aeropuerto de Valencia (1966); 25,9 en el aeropuerto de Tenerife Norte (1942), y 20,3 en Jaén (1989).

Enero dejó también en el mediterráneo varios récords históricos de calor en este mes, Castellón Almassora con 28,9 grados registró su efeméride desde 1976,  el aeropuerto de Reus (Tarragona), con 24,7  desde 1987; Teruel, con 21,4 grados desde 1987, y Ciudad Real, con 20,4 desde 1971.

Baleares por su parte registró también sus días mas calurosos en tres puntos: el puerto de Palma, con 24,2 grados (récord desde 1978); el aeropuerto de Ibiza, con 24,7 (desde 1953), y el aeropuerto de Menorca, con 21,5 (desde 1965).

Tiempo primaveral

Las noches, por otro lado, también han registrado temperaturas más cálidas de lo normal para ser enero, comparándose con un anticipo primaveral. Esos registros históricos se produjeron el viernes en Alicante, con 16,3 grados (récord de temperatura mínima más alta desde 1939); el miércoles en Valladolid, con 10,2 grados (desde 1974), y el martes en Ciudad Real, con 11,3 (desde 1970); Salamanca, con 10,8 (desde 1970), y Ávila, con 8,7 (desde 1983).

Otro dato curioso que se ha producido este mes ha sido que Teruel ha registrado en el mismo mes tanto el récord de noche más gélida desde que hay datos en esa ciudad en 1987, -21,0 grados el día 12, en plena ola de frío tras filomena) como el de día más cálido 21,4 grados este jueves.

Amplitud térmica

Por tanto, la amplitud térmica en la capital turolense, es decir, la diferencia entre la temperatura máxima y la mínima, ha sido de 42,4 grados en este enero.

Pero esa no ha sido la mayor amplitud térmica en toda la península, ya que es de hasta 55,2 grados, que son la diferencia entre los -25,4 grados en Bello (Teruel) durante la gélida madrugada del 12 de enero hasta los 29,8 grados en Alicante este viernes.

El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, comentó a Servimedia que es “muy probable” que “no haya ocurrido nunca” tal disparidad de temperaturas entre el día y la noche en un mes en España al menos en la red de estaciones principales de esta agencia del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Enero se despide con la borrasca Justine

Este domingo enero se marcha y dará paso a febrero con una borrasca que ya el día 31 empezará a dar sus primeras señas, la borrasca Justine, que envió este sábado un frente asociado que obligó a la Aemet a activar avisos en 36 provincias repartidas por 15 comunidades autónomas (todas salvo Canarias y Extremadura), así como Melilla, por rachas muy fuertes de viento, mala mar, lluvias persistentes o nevadas.

El viento afectó al cuadrante noroeste y el tercio este peninsular, además de Baleares. La lluvia más intensa se dio en Pontevedra; las nevadas, en Pirineos; y la mala mar, en la mayor parte del litoral de la península y del archipiélago balear.