México, en específico la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), cumplirá el próximo jueves 25 de mayo, dos años sin poder salir de la degradación a Categoría 2 en la que la colocó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA). Lo anterior ha provocado la imposibilidad de que las aerolíneas mexicanas puedan utilizar 80 aviones nuevos en el mercado entre ambos países, que no hayan podido abrir nuevas rutas, que no se haya concretado el Acuerdo de Colaboración Conjunta (JCA) entre Allegiant y Viva Aerobus, la pérdida participación y un impacto económico de más de mil millones de dólares, según estimaciones del sector.
Con la falta de recursos presupuestales, de recursos humanos y de personal calificado era previsible que le tomara a México dos años o más recuperar la Categoría 1”, indicó Juan Carlos Machorro, experto en derecho aeronáutico y aeroportuario de la firma Santamarina y Steta.
El especialista fue enfático en recordar que no son las aerolíneas las que fueron degradadas, sino la autoridad de aviación de este gobierno, sin embargo, son los primeros los que están “pagando los platos rotos”, pues no han podido crecer en el mercado transfronterizo, mientras que las compañías estadunidenses han abierto al menos 35 nuevas rutas hacia México.
Les han ido comiendo el mercado que de por sí ya venía afectado por la pandemia. Además, las aerolíneas mexicanas venían de una situación económica frágil y no recibieron ningún tipo de apoyo gubernamental”.
Durante el primer trimestre de este año, las compañías estadunidenses acapararon más de 70% del mercado entre México y Estados Unidos.
En total, las empresas estadunidenses reportaron un crecimiento 32.8% entre 2021 y el año pasado. En 2022 dieron servicio a 25.8 millones de pasajeros contra los 21 millones que atendieron un año antes. Durante 2022, las aerolíneas del país vecino se quedaron con 74% del mercado, muestran datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
Machorro también mencionó que México ha tardado todavía más en recuperar la Categoría 1 debido a que el Ejecutivo incluyó el cabotaje en la modificación a la Ley de Aviación Civil que sólo necesitaba cambios relacionados con fortalecer y hacer más independiente a la AFAC. “Esto sólo alargó la aprobación de los cambios que sí eran necesarios. Esta administración ha tenido un número interminable de errores en el sector aéreo”.
El especialista mencionó que hasta el momento no se tiene información oficial sobre la última visita que realizó la FAA, el pasado 15 de mayo, pero si finalmente se cerraron todos los hallazgos y se procede a la auditoría final, lo óptimo es que en un mes o mes y medio el país obtuviera su recategorización.
Rogelio Rodríguez Garduño, miembro de la Asociación Mexicana de Abogados en Derecho Aéreo y Espacial y catedrático de la UNAM, resaltó que la degradación de México a Categoría 2 no fue un error sólo de esta administración, pues ya se venían arrastrando pendientes desde otros sexenios, sin embargo, la falta de interés de este gobierno sí tuvo consecuencias en el tiempo que se ha alargado el proceso.
En 2010 salimos de la Categoría 2 basados en promesas que no se cumplieron a lo que se sumó el deterioro histórico de la autoridad aeronáutica mexicana, tanto en sus procesos, procedimientos y presupuesto como en la falta de actualización del marco normativo. Sin embargo, cuando el problema cayó en la cancha de esta administración no se tuvo la conciencia de saber lo que implicaba esta circunstancia y de los esfuerzos que se tenían que realizar para retomar la Categoría 1. No se tomaron las acciones de manera rápida y oportuna y se perdió mucho tiempo”.
Resaltó que desde que se degradó a México y hasta este momento, la AFAC ha tenido tres directores generales, incluidos dos militares.
El tránsito de cambiar hacia autoridades que desconocían el régimen de aviación civil nos llevó a perder mucho tiempo. Incluso ahora siguen en proceso de aprendizaje. No podemos darnos el lujo el lujo de poner en frente de la autoridad aeronáutica a quien no conoce la normativa internacional, aunque muchos de ellos tienen experiencia en la aviación militar, no hay comparación. Son dos regímenes totalmente diferentes. Esto ha tenido un alto costo”.
Ambos especialistas coincidieron en la necesidad de que la AFAC logre un presupuesto óptimo para ser independiente y operar como se requiere y que el gobierno genere soluciones para el sector a largo plazo mediante una política aeronáutica.
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