En los dos primeros años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador al menos una docena de productos de la canasta básica se encarecieron entre 30 y hasta 53 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La información más reciente del organismo, actualizada el mes pasado, muestra que el encarecimiento de los artículos ocurrió entre enero de 2019 y noviembre del año pasado en casi todas las regiones.
Así, durante 2019, en establecimientos de la Ciudad de México, un kilo de bistec de cerdo se vendió en un mínimo de 86 pesos, pero al año siguiente cotizó hasta en 120 pesos en noviembre.
“Inicia el año y las empresas ajustan sus costos de manera natural, porque subió el precio de sus materias primas o procesos de logística, lo cual se refleja principalmente en las mercancías alimenticias”, explicó Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más (Bx+).
El especialista añadió que durante mayo y abril del año pasado, los precios de diversos productos se vieron afectados por la pandemia.
Por un lado, comentó el analista bancario, las personas acapararon los productos de primera necesidad, que incluye genéricos como los alimentos o artículos de higiene personal, por lo que los mercados enfrentaron un desabasto temporal.
De acuerdo con el Inegi, un kilo de azúcar pasó de un mínimo de 15 pesos en 2019 hasta los 23 pesos para noviembre. Este efecto se trasladó al pan dulce, que se vendió entre siete pesos en el primer mes de 2019, pero posteriormente se encontró hasta 15 pesos por pieza en noviembre.
Incluso el pan blanco, utilizado en la preparación de sándwiches, en su presentación grande, pasó de costar 47 a 50 pesos en ese mismo periodo.
El costo de un litro de agua embotellada, que en enero de 2019 era de casi ocho pesos, se incrementó cerca de 44 por ciento en noviembre del año pasado, para venderse en 11.50 pesos en establecimientos de la capital mexicana, o hasta 17 pesos en estados como Baja California.
Para 2021, según López Obrador, los únicos artículos que tendrán un aumento en su precio debido al ajuste inflacionario serán las bebidas azucaradas, el tabaco y la gasolina, con incrementos de 3.1 a 3.3. por ciento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
También informó que se llegó a un convenio con las productoras de masa Maseca y Minsa, quienes garantizaron mantener sin cambios su precio de venta a los productores de tortilla durante los próximos dos meses.
“No ha habido aumentos de impuestos, como lo ofrecimos; no ha habido aumentos en los precios de los combustibles, como lo ofrecimos. Esto es inflación, en términos reales no hay aumento, es un ajuste a la inflación”, enfatizó el presidente de México.
Además, resaltó que desde el arranque de su sexenio la inflación se ha mantenido por debajo de cuatro por ciento anual, es decir, dentro del rango objetivo establecido por el Banco de México entre dos y cuatro por ciento.
Descartó que haya un alza en el precio del combustible que supere la inflación.
LA CUESTA QUE VIENE
César Salazar, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalló que si bien sólo se anunció que estos tres productos subirán durante la cuesta de enero, es probable que en los próximos meses se vean incrementos en otros artículos que dependen, por ejemplo, de la gasolina.
“Se llama ajuste inflacionario porque los costos se actualizan con base en el IEPS de combustibles, fijado por la Secretaría de Hacienda, y son los energéticos quienes inciden en la inflación a lo largo del año. Históricamente, era común tener los gasolinazos y con ello toda la escalada en precios que afectaba a mexicanos”.
Por separado, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), alertó que el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios más el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), convierte en una “pesada loza” la carga fiscal que le toca pagar a los consumidores mexicanos.
“Esta actualización no es más que un aumento de impuesto disfrazado que dará luz verde a una escalada de precios en la canasta básica”, comentó.
Según el líder de los pequeños comerciantes, en enero de 2021 seguirán las alzas en los precios de productos como frutas y verduras, a lo que se sumarán las medicinas, cárnicos, como la res, el pollo, el puerco, pescados y mariscos; lácteos, pan, la dulcería, entre otros genéricos de abarrotes, donde destaca el precio de la cerveza, artículos para el aseo personal, limpieza y transporte.
En los dos primeros años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador al menos una docena de productos de la canasta básica se encarecieron entre 30 y hasta 53 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La información más reciente del organismo, actualizada el mes pasado, muestra que el encarecimiento de los artículos ocurrió entre enero de 2019 y noviembre del año pasado en casi todas las regiones.
Así, durante 2019, en establecimientos de la Ciudad de México, un kilo de bistec de cerdo se vendió en un mínimo de 86 pesos, pero al año siguiente cotizó hasta en 120 pesos en noviembre.
“Inicia el año y las empresas ajustan sus costos de manera natural, porque subió el precio de sus materias primas o procesos de logística, lo cual se refleja principalmente en las mercancías alimenticias”, explicó Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más (Bx+).
El especialista añadió que durante mayo y abril del año pasado, los precios de diversos productos se vieron afectados por la pandemia.
Por un lado, comentó el analista bancario, las personas acapararon los productos de primera necesidad, que incluye genéricos como los alimentos o artículos de higiene personal, por lo que los mercados enfrentaron un desabasto temporal.
De acuerdo con el Inegi, un kilo de azúcar pasó de un mínimo de 15 pesos en 2019 hasta los 23 pesos para noviembre. Este efecto se trasladó al pan dulce, que se vendió entre siete pesos en el primer mes de 2019, pero posteriormente se encontró hasta 15 pesos por pieza en noviembre.
Incluso el pan blanco, utilizado en la preparación de sándwiches, en su presentación grande, pasó de costar 47 a 50 pesos en ese mismo periodo.
El costo de un litro de agua embotellada, que en enero de 2019 era de casi ocho pesos, se incrementó cerca de 44 por ciento en noviembre del año pasado, para venderse en 11.50 pesos en establecimientos de la capital mexicana, o hasta 17 pesos en estados como Baja California.
Para 2021, según López Obrador, los únicos artículos que tendrán un aumento en su precio debido al ajuste inflacionario serán las bebidas azucaradas, el tabaco y la gasolina, con incrementos de 3.1 a 3.3. por ciento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
También informó que se llegó a un convenio con las productoras de masa Maseca y Minsa, quienes garantizaron mantener sin cambios su precio de venta a los productores de tortilla durante los próximos dos meses.
“No ha habido aumentos de impuestos, como lo ofrecimos; no ha habido aumentos en los precios de los combustibles, como lo ofrecimos. Esto es inflación, en términos reales no hay aumento, es un ajuste a la inflación”, enfatizó el presidente de México.
Además, resaltó que desde el arranque de su sexenio la inflación se ha mantenido por debajo de cuatro por ciento anual, es decir, dentro del rango objetivo establecido por el Banco de México entre dos y cuatro por ciento.
Descartó que haya un alza en el precio del combustible que supere la inflación.
LA CUESTA QUE VIENE
César Salazar, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalló que si bien sólo se anunció que estos tres productos subirán durante la cuesta de enero, es probable que en los próximos meses se vean incrementos en otros artículos que dependen, por ejemplo, de la gasolina.
“Se llama ajuste inflacionario porque los costos se actualizan con base en el IEPS de combustibles, fijado por la Secretaría de Hacienda, y son los energéticos quienes inciden en la inflación a lo largo del año. Históricamente, era común tener los gasolinazos y con ello toda la escalada en precios que afectaba a mexicanos”.
Por separado, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), alertó que el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios más el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), convierte en una “pesada loza” la carga fiscal que le toca pagar a los consumidores mexicanos.
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