AMLO vs. Córdova Vianello, cada cual juega sus cartas

Primeros descartes

Supongo que para los analistas no ha pasado desapercibido que la pugna entre la 4T y el INE (particularmente por lo que se refiere a sus cabezas) ha subido de tono sustancialmente en días recientes. El presidente López Obrador ha jugado sus cartas forzando a Córdova Vianello a hacer lo propio.

Son varios los intentos originados desde el ejecutivo federal por asestar un duro golpe al Instituto Nacional Electoral. El primero, desde que inició su gestión, el asunto de los salarios de los consejeros y otros directivos del Instituto frente a los de AMLO y su gabinete; seguido de hacer ver a los consejeros del INE como miembros de la “mafia del poder”, lo cual fue desechado por razones obvias: al final, este INE cumplió se responsabilidad de que las elecciones fueran limpias y la voz de la ciudadanía se tomara en cuenta.

Otros ataques del gobierno federal al INE han pasado por tergiversar los tiempos de los consejeros. Como en el caso de Ciro Murayama, de quien se dijo se desempeña en el INE (antes IFE) desde el 2006, lo cual no solo es falso sino que también demuestra el gran rencor que continúa en la 4T sobre esa fecha.

Otros jugadas más se basaron en buscar disminuir el periodo de mandato del presidente del INE o la petición —a través de la secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero— de que se entregaran los datos biométricos de la población al gobierno federal, y la crítica que hizo el primer mandatario del Instituto ante su negativa. O qué decir de la determinación de reducir el presupuesto del INE en tiempos electorales (no olvidemos que el año electoral del 2021 inicia prácticamente un año antes).

Jugada adelantada

Ante el embate continuo que algunos vemos como intentos por desestabilizar uno de los organismos autónomos que mejor han funcionado en nuestro país, el presidente del INE, Lorenzo Córdoba adelantó el proceso de reelección del secretario ejecutivo del órgano, Edmundo Jacobo Molina, de forma que sucediese antes de la llegada de cuatro nuevos consejeros al Instituto, los cuales serán muy probablemente afines a López Obrador.

La designación se dio con ocho votos a favor, tres en contra, estos últimos de consejeros que acusaron este proceso adelantado con objeto de excluir a sus próximos compañeros de la decisión (el mandato del funcionario electoral concluía el 10 de abril, seis días después de la nueva conformación del Consejo General del INE).

Córdova argumentó la jugada ante la carga de trabajo que tendrá el INE por la elección de 2021. “En este entorno, desafíos logísticos, administrativos e institucionales, designar de nueva cuenta por un nuevo periodo al secretario ejecutivo es una decisión trascendental para evitar especulaciones o incertidumbre conforme se acerque el final del periodo para el que fue electo y contribuir a la continuidad de la operación institucional”, justificó. Ello además de que aprovechó que la legislación no establece el momento preciso en el que debe darse el nombramiento. Así, lo que hizo el presidente del INE fue un movimiento dentro del marco legal del organismo.

Voces internas

Las consejeras Adriana Favela y Pamela San Martín y el consejero José Roberto Ruiz calificaron como arbitrario, y hasta ilegal, realizar el nombramiento con dos meses de anticipación. “No es de demócratas, proponer una ratificación del secretario ejecutivo dos meses antes que se venza su periodo, a fin de sustraer de la decisión a cuatro consejeras y consejeros que llegarán el 4 de abril”, afirmó Ruiz.

Favela aseguró que adelantar el nombramiento no recae en ninguno de los supuestos legales, como término del periodo, renuncia, muerte o destitución. Dijo que se debió realizar el nombramiento después de un análisis de las fallas que también ha cometido el secretario; además de que calificó como falso que nada se mueve bien si no es por ese funcionario, pues, agregó, quienes hacen el trabajo son realmente las direcciones del Instituto.

Por su parte, los representantes del PVEM, PRI, PAN, PRD y MC ante el Instituto respaldaron el nombramiento, argumentando que la designación se basa en su trabajo, no en los tiempos. El panista Víctor Hugo Sondón afirmó que el INE estaría en su derecho de reelegir a Jacobo ante el posible intervención de Morena de imponer a los cuatro consejeros, y no tener mayoría pasa salvar la designación. “Me parece que también pudiera caber esa interpretación, que estén esperando a que llegue ese agandalle de cuatro consejeros que pudieran formular una representación aquí diferente, y con eso también poner a modo a más de cuatro consejeros electorales al secretario ejecutivo”, dijo. Mientras que los ocho consejeros que votaron a favor justificaron que da mayor certidumbre hacerlo ahora, para que el INE continúe trabajando normal frente a las actividades que se incrementarán a partir del próximo mes, además de que consideran que no habrá alguien mejor para desempeñar el cargo. Incluso, la consejera Claudia Zavala fue más lejos y argumentó que los nuevos consejeros no tendrían la experiencia para aprobar el nombramiento.

Naturalmente, el representante legislativo de Morena, Alejandro Viedma, advirtió que su partido analizará impugnar el nombramiento ante el Tribunal Electoral.

Se pronuncia la Función Pública

Después de la votación de reelección del secretario ejecutivo del INE, la secretaria de la Función Pública, Eréndira Sandoval arremetió contra Lorenzo Córdova. Olvidó que el INE es autónomo y ella forma parte del gobierno federal. Sus opiniones, mismo a título personal, son las de una secretaria de Estado y máxime cuando las realiza en horario de trabajo.

El INE es una de las instituciones más respetadas de nuestro país, sus consejeros se han enfrentado a diversos presidentes y han sido vilipendiados por unos y otros; especialmente cuando presidentes o candidatos consideran que el INE no les da la razón.

Mucho en juego

Tanto Andrés Manuel como Lorenzo han jugado sus cartas. Conocedores de la política y ambos defensores de la izquierda en nuestro país, han optado por un juego donde el objetivo es el INE. Uno para depurarlo y controlarlo, y el otro para procurar mantener su autonomía en el accionar y en la definición de objetivos y prioridades.

Nos guste o no, hay mucho más en juego de lo que podemos esbozar. Por ello, debemos estar atentos y manifestarnos cuando algo lo requiera por lo que al INE y sus procesos se refiera. No hacerlo puede conducirnos a la anarquía en las elecciones o a un tiempo ya conocido por algunos, cuando las elecciones se manejaban desde la secretaría de Gobernación o en función de intereses propios del Instituto.

Para no volver a ello, hoy más que nunca, tanto López Obrador, como Córdova V. deben mantener el INE autónomo y libre de politiquerías, pero también de malos manejos.