La educación nace siempre de las necesidad de aprendizaje que tenemos en nuestra vida; desde que empieza hasta el final, siempre estamos aprendiendo. Y dado que somos animales sociales, la educación no solo tiene un impacto en nosotros mismos, sino también en nuestro entorno, en nuestra sociedad y, especialmente, en nuestra comunidad.
¿Te imaginas una educación orientada a ir un paso más allá del propio aprendizaje? ¿Y si aprovechásemos la oportunidad de enseñar para dar valor a nuestra sociedad?
Esta idea que suena tan bien cristaliza en lo que se ha venido a llamar el Aprendizaje-Servicio.
El Aprendizaje-Servicio consiste en aprender haciendo un servicio a la comunidad. Dentro de esta definición, podemos decir que son proyectos educativos con una finalidad social: éxito educativo + compromiso social.
La experta en Aprendizaje-Servicio Roser Batllé lo define del siguiente modo:
El aprendizaje-servicio es un método para unir el aprendizaje con el compromiso social.
Roser Batlle
Las claves de este tipo de aprendizaje tienen mucho que ver con una educación en valores transversal al estudio de los objetivos curriculares. Desde este enfoque, podemos decir que las claves del Aprendizaje-Servicio son:
Así, gracias al Aprendizaje-Servicio, los alumnos obtendrán algo más que los conocimientos enunciados en el currículo.
Para terminar, y como se aprende mucho más con un ejemplo que con unas pinceladas de teoría, os dejamos a continuación un ejemplo de un interesante proyecto, llevado a cabo por la Fundación Tomillo, donde se aplica este tipo de aprendizaje:
Y tú, ¿qué opinas de esta forma de enseñar? No dejes de compartir tu opinión en los comentarios y en nuestras redes sociales.
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