Siguiendo protocolos y con un aforo reducido, se organizó este festejo en la Monumental de Tlaxcala, un estado taurinísimo, donde Arturo tuvo una excelente presentación, indultando a un magnífico ejemplar de la ganadería de Tenexac. El surgido de la Academia de Cultura Taurina del Coliseo Centenario, compartió el cartel con los matadores Ernesto Javier “Calita” y Héctor Gabriel, quienes lidiaron un estupendo encierro del fierro de Tenexac, resaltando cuarto, quinto y sexto en el lote, a los que se les cortaron orejas y por supuesto, al que se le perdonó la vida luego de una gran faena por parte del novillero lagunero.
Ante su primer enemigo, Arturo perdió la posibilidad de trofeo al fallar con la espada, pero en el segundo lució enormidades, toreando por ambos lados de manera templada y elegante, teniendo enfrente a un toro que de inmediato irradió trapío, bravura y calidad. Tandas largas con la muleta, calaron hondo en el tendido, que se volcó en la petición de indulto, concedida por el juez, lo que significó “la cereza en el pastel”, del cumpleaños número 21 del joven Gilio, quien sigue en preparación para algún día no muy lejano, tomar la alternativa.
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