El precio de los combustibles, la presión por reducir las emisiones tóxicas y la necesidad por innovar en opciones de transporte impulsan la competencia entre las tecnológicas y las automotrices.
dom 09 junio 2019 08:02 AM
Las tecnológicas compiten frente a las automotrices en la carrera por los eléctricos.
Gabriela Chávez
Rincones cotidianos de Stuttgart, Alemania llevan la marca de Porsche. Desde 1949 la ciudad alemana ha sido sede de la automotriz, tanto en la fabricación, como en el corporativo y el desarrollo de nuevos modelos; sin embargo, en los últimos años en sus calles – usualmente portentosas de motores de carreras- comenzaron a infiltrarse alguno que otro motor silente, propio de un coche eléctrico.
A pesar de que Alemania continúa siendo un semillero de innovación automotriz de combustión, con marcas como Porsche, Mercedes, BMW, entre otras, el crecimiento en el mercado de autos eléctricos, fundamentalmente empujado por firmas de base tecnológica como Tesla, Byton o incluso asiáticas como Toyota, llevó a los más conservadores del mercado a tomar la decisión de abrirse al automovilismo eléctrico con sus propios modelos y competir por dicho mercado, el cual se estima que dado el entusiasmo, logré un valor de 570,000 millones de dólares en 2025.
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El crecimiento de este mercado ha ido en ascenso acelerado en los últimos años, pues en 2018 se valoró en 118,800 millones de dólares y bajo el ritmo de crecimiento anual de 22.3%, se estima que logre consolidarse en 2025, con al menos 32 modelos de diferentes marcas en calle, de acuerdo con cifras de Allied Markets Research.
El Prius de Toyota fue uno de los primeros modelos eléctricos en lanzarse al mercado en diciembre de 1997, seguida de otras marcas como Nissan con Leaf ; sin embargo, las marcas más conservadores esperaron hasta 2018 para subirse a la tendencia.
Mercedes, propiedad de grupo Daimler, fue una de ellas. La alemana lanzó su primer modelo eléctrico en septiembre de 2018 y a éste lanzamientos otras teutonas, como Porsche siguieron a pesar de la resistencia de una marca que aún prefiere el rugir de un motor al encenderse.
Porsche dio a conocer que en 2020 lanzará su primera producción de autos 100% eléctricos bajo el nombre de Taycan.
“No somos una compañía que particularmente esté pensando en autónomos pero hemos visto las tendencias y sabemos que hacia 2030 , los eléctricos, son el futuro y sabemos que tenemos que estar ahí”, dijo Lutz Meschke, director designado de la junta de consejo y miembro del consejo de ejecutivos de finanzas y tecnología de Porsche AG a Expansión.
Taycan, cuyo nombre significa caballo jóven y rápido, será el primer experimento comercial de la alemana en el mercado de eléctricos, algo que de acuerdo con JP Morgan, se ve como un movimiento necesario pero que aún a meses del lanzamiento continúa haciendo que al interior de la firma, más de uno levante la ceja ante la idea de que Porsche, tenga en su portafolio un auto cuyo motor no tiene un sonido perceptible.
Sin embargo, el proyecto de dicho auto, que comenzó por llamarse “Mission E”, se ha convertido también en solo una pieza de la nueva estrategia de la empresa para mirar hacia adelante y posicionarse como una firma de tecnología y así hacer frente a competidores estadounidenses como Tesla.
El apetito por el auto de Porsche que promete ser un competidor de Tesla va en ascenso. De acuerdo con directivos de la empresa alemana , hasta el momento se han registrado 10,000 órdenes anticipadas de Taycan en el mundo.
“Tenemos registradas 10,000 órdenes anticipadas de Taycan hasta el momento y estamos preparados para atender esta nueva realidad”, dice Meschke.
Meschke comenta que los planes de producción para este auto contemplan entre 20,000 y 25,000 unidades al año y asegura que cuentan con la capacidad en la planta para satisfacer la demanda, e incluso, elevar la producción si es necesario mientras mantienen los márgenes que tienen en sus actuales líneas de producción sobre el 50%.
“Los márgenes son importantes y es importante que sean rentables. Buscaremos el retorno de inversión en Taycan y mantener el 50%”, dice el directivo.
Además del auto, la estrategia de electrificación de Porsche incluye una inversión de 700 millones de euros para la remodelación de la fábrica en Stuttgart en la que ahora se produce Taycan.
El edificio en el que se lleva a cabo la producción de Taycan se ubica en Zuffenhausen, un espacio dedicado a la firma dentro de la ciudad de Stuttgart en Alemania, en la cual están tanto las fábricas como el museo de Porsche.
Gabriele Di Furia, líder de instalación de proyecto de ensamblaje de Taycan, Porsche AG, explica que para la fabricación de Taycan la planta creció hacia una línea de producción vertical y moderna, que ellos llaman línea 4.0, la cual incluye la integración de vehículos de guía autónoma en los que son montadas las carrocerías de forma robótica y se mueven dentro de la planta semejando una línea de producción flexible a lo largo de 10 estaciones de trabajo, en las que los ingenieros, revisar e integran piezas.
La transformación de la fábrica se llevó a cabo en 48 meses e incluye sistemas de uso de datos y procesos de inteligencia artificial, además requirió de una inversión de 700 millones de euros, parte de una inversión total en proyectos de movilidad eléctrica hacia 2022 de 6,000 millones de euros.
De acuerdo con la firma, si bien este es el primer eléctrico de la marca, se plantean experimentar con otros de sus autos para llevarlo a este sector o extender una línea de híbridos que pueda también usar el proceso de modernización de la planta; sin embargo, en cuanto a otras tendencias en la industria automotriz como los autónomos, Meschke aseguró que no es su intención.
Conectar más allá del coche
Más allá de solo los coches, tanto las tecnológicas como las armadoras han aceptado que se requiere del despliegue de redes de cargadores eléctricos tanto en Europa como en Estados Unidos, pues más allá de tomar la decisión de fabricar un nuevo modelo, uno de los grandes retos para desarrollar un mercado masivo de autos eléctricos se requiere de más infraestructura de electrificación, redes de cargadores y un mercado de servicios automotrices y de movilidad sobre los que éstas firmas y startups puedan competir, sugiere
La red de cargadores es tal vez el punto focal sobre el que los competidores podrían encontrar el punto de diferenciación en el mercado de los autos eléctricos.
Si bien, poco a poco, cada grupo automotriz ha mostrado su estrategia y acercamiento a los servicios de movilidad, la competencia por la infraestructura ocurre actualmente en forma de alianzas y dividida en dos bloques competidores: Estados Unidos v.s. Europa.
A través de una sociedad con BMW, Daimler, Ford y Porsche AG fundaron IONITY, un proyecto de desarrollo de súper cargadores que serán la infraestructura para su proyecto de movilidad eléctrica, la cual estará lista para finales de 2019 con 400 sitios en Europa. Cada estación de carga tendrá una capacidad de 350 kW.
Aunado a esto, IONITY abordará el mercado estadounidense de la mano de Volkswagen, pero bajo otra sociedad llamada América Electrificada (Electrify América). Este proyecto contempla la instalación de 300 puntos también de súper carga que se instalarán en distintos sitios de Estado Unidos.
Electrify América invertirá, como asociación, 2,000 millones de dólares en proyectos de infraestructura eléctrica en la próxima década en Estados Unidos, según información del grupo. Hasta el momento ya cuenta con 21 cargadores instalados en Texas, Washington DC y continuarán expandiéndose por Estados Unidos.
Para el lanzamiento específico de Taycan, el eléctrico de Porsche, la marca también tendrá instalados 2,000 puestos de carga rápida en 20 mercados.
Al mismo tiempo que estos brazos europeos despliegan sus alianzas, la estadounidense Tesla, avanza en ejecución de su propia estrategia de electrificación; no obstante, ésta se enfoca más en norteamérica.
La firma de Elon Musk cuenta ya con poco más de 11,000 súper cargadores instalados en el mundo y 1,500 en México que permiten incluso recorrer de la Ciudad de México a Texas.
En el caso de Porsche, no hubo especificaciones aún para el mercado mexicano.
Si bien la iniciativa privada, desde cualquier frente geográfico, se ha involucrado en el desarrollo de sus propios cargadores, redes y potenciales servicios, académicaos de Stanford, estiman que aún hace falta un mayor desarrollo de infraestructura pero acompañado también de incentivos para consumidores o empresas que decidan optar por el uso de vehículos eléctricos, ya sea incentivos fiscales o algunos otros beneficios que poco a poco ayuden a crecer la venta de estos autos y masificar la tendencia.
En México, la venta de autos eléctricos ha escalado en los últimos años. Entre 2017 y 2018, la venta de este tipo de autos en el país registró un alza de 43%, según INEGI, y aunque no se encuentran disponibles todos los modelos existentes de la categoría en el país, los que han registrado mayor resonancia con los consumidores han sido algunos como Prius de Toyota, Leaf de Nissan y Los modelos de Tesla.
Otro de los obstáculos que los especialistas ven, para la masificación de los eléctricos en mercados como el mexicano, van atados al precio.
Tal como ha llegado a suceder en el mercado de gadgets, los autos eléctricos por ahora se ubican en una categoría lujosa.
En promedio, los autos eléctricos hoy tienen en el país un costo 30% mayor al de los autos de combustión, por lo que los analistas estiman que aún tardará un poco en que se pueda considerar ésta como una tendencia de consumo masivo; sin embargo, se han realizado diferentes esfuerzos a la fecha para empujar el consumo de estos productos.
Tecnológicas vs. Automotrices
Si bien las automotrices cuentan con el músculo de fabricación y renombre en la industria, según Patrick Koller, director general de la proveedora de autopartes Faurecia (que surte componentes tanto para automotrices como para tecnológicas) las tecnológicas cuentan con una curva de innovación que les ayuda a iterar más a prisa que su competencia y a abordar las tendencias de una forma más arriesgada.
“Esto es sin duda el futuro, los eléctricos es una buena forma de empezar, tal vez con el sistema de transporte y más adelante convirtiendo al auto en dispositivo de wellness”, dijo en conferencia durante la feria de tecnología CES.
Según Stephen Zoepf, director del departamento de desarrollo de conducción autónoma en la Universidad de Stanford, no existe un marcador que actualmente defina cuál de los dos frentes ganará el dominio de la tendencia de los eléctricos, pues cada uno cuenta con un claves a su favor y mercados en los que tiene mayor fortaleza; no obstante, el académico , detalla que a nivel general el ecosistema y los consumidores son los que se ven beneficiados de una asidua competencia por desplegar autos y servicios cada vez más competitivos.
Por ahora, a nivel mundial, el avance de uno u otro frente en cuanto a ventas se ve más favorable para las automotrices aunque Tesla cuenta con la emoción de los usuarios por la marca.
Sin embargo, Zoepf estima que más allá de que termine por imponerse la tecnología o las empresas de perfil netamente automotriz, ésta será una tendencia que impactará la movilidad en el largo plazo, sobretodo en zonas urbanas, y se reflejará también en sistemas de transporte público y movilidad alternativa como bicicletas y scooters eléctricos, que poco a poco van ampliando el ecosistema de movilidad en las ciudades para hacerlas más ágiles e inteligentes, todo esto, antes de abordar la siguiente gran tendencia móvil: la autonomía.
Fuente:
https://expansion.mx/empresas/2019/06/09/asi-va-la-carrera-por-los-autos-electricos
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