Durango

Bienvenidos al nexo

O Demon Slayer como es conocido en occidente, es una historia de Manda que empezó a publicarse el 15 de febrero del 2016 acabando el 15 de mayo del 2020, mientras que el 6 de abril del 2019 se estrenó su versión animada, la cual aún continúa.

Con pocos años Kimetsu no Yaiba ha conseguido posicionarse como uno de los animes más populares en la actualidad (si no es que el más) en todo el mundo, llegando a compararse a la fama que en su momento gozaron franquicias como Dragon Ball y Naruto, pues es considerado el “shonen” de la actualidad.

Pero, ¿cuál es su secreto? La historia nos presenta a “Tanjiro Kamado”, un adolescente que, tras la muerte de su padre, se convierte en el sustento económico de su familia vendiendo carbón.

Sin embargo, cierto día su familia es atacada por un demonio que asesina a casi todos sus miembros, a excepción de su hermana “Nezuko” quien sobrevive pero se contamina con la sangre del monstruo, lo que la convierte en un demonio. Ante tal situación “Tanjiro” busca ayuda para que “Nezuko” vuelva a ser humana, lo que lo lleva a convertirse en cazador de demonios, conociendo en su aventura a otros personajes que los ayudarán y harán la historia más interesante.

Ciertamente, los personajes son bastante atractivos y no sólo de manera visual, sino que están tan bien construidos sin caer en complejidades que se vuelven aptos para gustos de casi todo el público.

Cada vez veo más gente joven interesada en la serie, llevando algún artículo relacionado a los personajes, lo que hace pensar que aunque quizá los más pequeños no puedan comprender en totalidad la trama de la historia o ciertos detalles, están cautivados por los personajes principales. Es una historia llena de acción, drama y hasta comedia, así que es imposible caer en el aburrimiento.

Otro punto importante es que el espectador logra conectar bastante bien no sólo con el protagonista, sino con casi todos los personajes y sus historias, llegando a desarrollar empatía por estos o incluso sentirse identificados con situaciones o características de ellos. Algo que de inmediato atrajo mi atención a la serie fue que, como “cosplayer”, las vestimentas son bastante atractivas. El uniforme de cazador de demonios es muy elegante y el complemento que hace con el haori (una bata japonesa) los hacen equipo perfecto, pues éste último brinda de cierto modo identidad propia a cada uno de los personajes.

Así que obviamente muchos de los fans de la serie quieren llevar su haori favorito, seguramente ya te topaste a alguien así en la calle o en un evento. Creo que a estas alturas el fenómeno de Kimetsu no Yaiba ya está a la par de lo que fue Naruto en su momento y la moda de llevar las banditas metálicas en la cabeza.

La semana pasada se estrenó la segunda entrega cinematográfica de Kimetsu en cines, incluyendo a La Laguna, lo que congregó a miles de fans en las salas con sus “cosplays”. Yo pienso que el fenómeno de Demon Slayer continuará todavía por muchos años más, pues el anime aún está lejos de llegar a su fin. Escríbeme en Facebook: Amy Kuy.

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