BÁRBARA ANDERSON

Con un acento que recuerda aún su cuna española, reconoce que este será el primer cargo político en su vida. Con una empresa que vende sensores eléctricos para fábricas, su experiencia pública previa fue haber sido presidente de la Coparmex local. “En diciembre del año pasado recibí la primera invitación de Claudia Sheinbaum para formar un grupo de trabajo y armar la plataforma económica. Avanzamos mucho, pero nunca me imaginé que iba a ofrecerme este puesto. Me enteré hasta mediados de julio”, afirma.

Le tocan muchos retos, como cumplir con el mandato de la futura jefa de Gobierno de crear entre 500 mil y 1 millón de empleos formales en su sexenio.

Para lograrlo, su foco principal es un plan de formalización de empleos.

Según las cifras de Beato González, cada día salen a trabajar en CdMx 7.8 millones de personas, de las cuales 4.15 millones son chilangos y los otros 3.65 millones llegan desde el área metropolitana. De este enorme volumen, la mayoría son informales (4.4 millones) versus los formales (3.4 millones). “Quiero revertir esas cifras, que suman el millón de empleos prometidos”, explica.

Cuando uno le pregunta top of mind cuál es el principal problema económico al que se enfrenta la ciudad, no duda en decir que es justo la informalidad. “El otro problema a solucionar es el abasto: la Central de Abasto, los 329 mercados y los múltiples tianguis necesitan también una fuerte formalización”, agrega.

Entre los mecanismos, poner en blanco a la economía chilanga está un plan de desregularización administrativa y con foco en la simplificación de trámites. “El nuevo modelo fiscal complicó la operación para los micronegocios y los autoempleos. Además se deben crear oportunidades e incentivos simples y reales que faciliten el paso a la formalidad de muchas personas. La mayoría de quienes están en la informalidad no están a gusto así”, asegura.

Al futuro secretario le tocará además un hecho inédito en la historia reciente: el gobierno federal y el local son del mismo partido, algo que puede ser una oportunidad para alinear intereses nacionales con los de la capital, tanto en proyectos como en fondos unificados (una pelea por la que pasaron varios sexenios anteriores). “Es una ventaja poder tratar juntos problemas que son metropolitanos, que atañan a mucho más que la ciudad como el agua, el medioambiente y la movilidad”, dice Beato González, quien ya está trabajando con los grupos de trabajo de temas energéticos del futuro gabinete de AMLO.

Fuente: Milenio.com

barbara.anderson@milenio.com

Ciudadano por México

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