CDMX.- José Noriel Portillo, “El Chueco”, sí está muerto, confirmó hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia mañanera.
De acuerdo con el mandatario federal, tras tener los resultados de los análisis forenses, el cuerpo hallado en lo alto de la sierra de Choix, en Sinaloa, sí pertenece a Portillo.
“El Chueco” es señalado como el hombre que el pasado 20 de junio dio muerte a dos sacerdotes jesuitas dentro de una iglesia localizada en Cerocahui, en la Sierra Tarahumara en Chihuahua.
Desde el miércoles, informó la Fiscalía de Chihuahua, la hermana de Portillo ya había reconocido la identidad del cadáver y solo estaban a la espera de la confirmación de las muestras de ADN.
“Miren, se confirmó que sí es José Noriel Portillo Gil la persona que encontraron muerta en Choix, Sinaloa, una comunidad rural, ya se confirma por los estudios, me acaban de pasar la información”, refirió ayer López Obrador.
ENCUENTRAN CUERPO BALEADO
El sábado pasado fue hallado con varios impactos de bala, uno de ellos en la cabeza, el cuerpo de un hombre en un camino de terracería entre las aldeas de El Chinal y Picachos. A su alrededor encontraron cerca de 16 cartuchos percutidos.
De acuerdo con el diario El País, cuando un vecino alertó del hallazgo a las autoridades, el hombre ya tenía al menos 24 horas de haber sido asesinado.
Hasta ese entonces se desconocía su identidad e incluso se creyó que era una víctima más de la violencia que impera en la zona. Sin embargo, sus rasgos recordaban a los del hombre que el pasado 19 de junio desató una ola de terror y plomo en el corazón de la Sierra Tarahumara.
El clima de violencia culminó un día después con el asesinato de tres personas, un guía de turistas y dos sacerdotes: Pedro Palma (60 años), Javier Campos Morales (78 años) y Joaquín Mora (80 años), éstos dos últimos fueron asesinados dentro del templo.
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Tras el hallazgo del cadáver con las características del hombre que sembraba el terror en la Sierra Tarahumara, el rumor sobre su muerte “corrió como pólvora”.
“El Chueco” era considerado jefe de plaza de Gente Nueva, el brazo armado del Cártel de Sinaloa en Chihuahua.
Tras los hechos de junio, era buscado por las autoridades, pero sus apariciones por la zona solo eran rumores entre los pobladores.
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En la conferencia del martes pasado, López Obrador explicó que “El Chueco” nunca pudo ser detenido porque gozaba de impunidad por parte de las autoridades.
Señaló que sus actividades ilícitas eran toleradas en esa zona de Chihuahua porque supuestamente manejaba un equipo de béisbol.
“Estaba tolerado en la zona, era hasta promotor de un equipo de béisbol. Las autoridades locales de Chihuahua sabían y no se hacía nada, esa es la verdad, tan es así que los mismos sacerdotes lo identificaban, se sabía que él operaba y lo hacía con impunidad”, expresó el Presidente.
Añadió que pese a que Portillo no fue detenido, sí se logró arrestar a 32 personas vinculadas con el asesinato de los sacerdotes jesuitas.
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