Michoacán de Ocampo

Conoce la historia del Cristo Negro de Esquipulitas en Moroleón

La historia es un lejano antecedente de la feria de Moroleón, que se realiza año con año durante el mes de enero

Luis Télles

Moroleón.- El Cristo Negro de Esquipulitas cumplirá 218 años en Moroleón. Es una réplica del Cristo Negro que se venera en Esquipulas, Guatemala. El Cristo llegó el 5 de mayo de 1805 y fue el 15 de enero de 1806, cuando el Padre Quintana celebró la primera misa de función en honor del Sr. de Esquipulas llamado: “Señor de Esquipulitas”. Hubo jaripeo y vendimias populares. Lejano antecedente de la feria de Moroleón, que se realiza año con año durante el mes de enero.

Esta imagen fue traída por Alonso de Velazco, un viajero que vivía en el pueblo de Esquipulas, de la Capitanía General de Guatemala. Ahí era donde ejercía la profesión de larife y escultor, que, por virtud de su arte, cinceló una imagen del Cristo Crucificado que se venera en aquel lugar.

Al terminar la imagen, sintió un vivo deseo de emprender una larga peregrinación para dejar su obra en el más bello templo del mineral de Santa Fe de Guanajuato. Cuya fama trascendía a España y sus colonias. Además, había logrado que el Obispo de Guatemala bendijera su imagen.

Por si no lo leíste: Gobierno de Moroleón fomenta la conformación de nueva asociación de textileros

historia-del-Cristo-Negro-de-Esquipulitas
Foto: Luis Télles

Un viaje largo con buena compañía

Con ella a cuestas, emprendió la marcha y en un mesón del pueblo de Tapachula. Se encontró con un comerciante viajero de la comunidad de Quiahuyo (de Moroleón. EL comerciante se dirigía a Guanajuato y le pidió lo admitiera en su compañía para hacer juntos el trayecto.

Siendo una ruta tan larga, al llegar a Valladolid (hoy Morelia), Alonso de Velazco, empezó a sentirse enfermo y pensó quedarse allí. Pero como amaneció algo recuperado, consintió en seguir hasta la Congregación (hoy municipio de Moroleón), donde prefería quedarse entre gente conocida, para ver si se curaba de sus males.

Ya en la Congregación, Don Agustín Guzmán, le ofreció una casa donde lo instaló lo mejor que pudo. Le destinó una cama en un pequeño cuarto, a donde trasladó las escasas pertenencias. Esto incluyó una caja de madera en que guardaba su escultura.

historia-del-Cristo-Negro-de-Esquipulitas
Foto: Luis Télles

Curar una enfermedad

Después de algunos días en que se le hicieron remedios caseros, puesto que en ese entonces no se disponía de médicos y mucho menos de medicinas. El enfermo presintió su muerte y donó a su bienhechor todo lo que poseía, inclusive su querida imagen. La cual, tal vez por designio de Dios, se quedaría para siempre en este pueblo. Para ser lazo de unión de concordia y de fortaleza de todos los habitantes de este suelo.

Ese día se trajo a un sacerdote de Yuriria quien auxilió al agonizante, antes de morir. Fue velado esa noche y enterrado al día siguiente recibiendo sepultura en el seno de la entonces Congregación.

Días después Don Agustín fue a poner en conocimiento del Señor Cura de esa población, lo que acababa de suceder. Lo invitó a pasar a la Congregación, en una de sus acostumbradas visitas, para que diese fe del contenido de la caja, que había dejado Alonso de Velazco.

Lee también: Recesión económica tiene en la ‘cuerda floja’ al sector textil de Moroleón

historia-del-Cristo-Negro-de-Esquipulitas
Foto: Luis Télles

¿Señales de un tesoro?

La gente empezó a creer que se trataba de un inmenso tesoro, que nadie se atrevía a tocar. Porque sí era, efectivamente, un tesoro no faltaría quien los hiciera responsables de un bien tan cuantioso. No obstante haber de por medio una donación expresa y legal.

No pasó mucho tiempo cuando el Padre Quintana viajó a la Congregación, donde se hizo repetir la relación de lo ocurrido. Bien informado de todos los pormenores, procedió a abrir la caja, delante de varias personas que se habían reunido en la casa de Don Agustín, las cuales se asombraron cuando fue extraída la pequeña escultura de un color negro brillante.

En seguida el Padre Quintana sacó de la caja el pergamino donde se hacía constar que aquella imagen era una copia fiel y exacta, de la que se venera en el Pueblo de Esquipulas, en Guatemala. Y que, por este motivo, este Cristo Crucificado estaba bajo la advocación de “Señor de Esquipulas”, nombre con el que había sido bendecido con grandes privilegios y virtudes por el venerable Obispo de ese país, Excmo., Señor Dr. Dn. Luis de Peñalver y Cárdenas.

historia-del-Cristo-Negro-de-Esquipulitas
Foto: Luis Télles

Larga tradición de veneración

Junto a este pergamino había otro documento manuscrito donde el escultor Alonso de Velazco hacía formal donación de la escultura a don Agustín Guzmán. Con la sugerencia de que se le hiciera “patrono de este hospitalario pueblo, se le construyera un templo y se le rindiera culto y adoración filial, por las presentes y futuras generaciones”.

El Padre Quintana colocó la imagen en un pequeño altar y revestido de sus ornamentos sacerdotales bendijo de nuevo la santa Imagen y fue primero en rendirle culto y adoración. La imagen fue trasladada al cuarto mayor de una casa, ubicada en lo que hoy es la calle Juárez. A esta calle se le dio el nombre, de la “Calle del Tesoro”, con el que se conoció por muchos años.

El 15 de enero de 1806, volvió el Padre Quintana a la Congregación, para celebrar la primera misa de función en honor del Sr. de Esquipulas llamado: “Señor de Esquipulitas”. Desde esa fecha proviene la costumbre de celebrar el 15 de enero, Aniversario de la Bendición de esa prodigiosa imagen y fecha en que tiene lugar la festividad del Señor, allá en Guatemala.

Lee también: Instituciones de Moroleón buscan la insignia Planet Youth.

historia-del-Cristo-Negro-de-Esquipulitas
Foto: Luis Télles

Construcción del templo

Ese mismo año dio inició la construcción de una capilla dedicada al Señor de Esquipulitas en donde se encuentra la actual. El traslado de la imagen fue el 6 de enero de 1841 donde por primera vez se hizo la Novena y festejo de la Fiestas Solemne a la bendita imagen.

La construcción del templo, fue lenta y tardó muchos años por diversos motivos, además de tener oposición de algunos fieles que decían que era “mucho Templo para tan pocos habitantes”, sin embargo, el Padre Quintana señaló, que llegaría el día en que sería insuficiente para el gran número de fieles y devotos del señor de Esquipulitas, lo cual es ya una realidad inobjetable.

La conclusión de la obra fue en el año 1912 y su consagración se realizó el 14 de enero de 1913 por el arzobispo de Morelia Don Leopoldo Ruiz y Flores. El pueblo que en tiempos del padre quintana contaba con dos mil habitantes se había quintuplicado por lo que se hizo necesario aumentar el número de los sacerdotes a cargo de esta feligresía.

historia-del-Cristo-Negro-de-Esquipulitas
Foto: Luis Télles

Entérate de: Gobierno de Moroleón fomenta la conformación de nueva asociación de textileros

Festividades del Señor de Esquipulitas

El templo tiene al frente una torre- campanario al centro que mide 44 metros y medio, su frontón es triangular con marcados elementos góticos. El templo consta de una sola nave en forma de cruz latina. Las medidas son 65 metros de largo por 15 de ancho y 25 de alto.

Los cruceros son de 15×15 metros, así como las capillas. En el presbiterio, de estilo gótico, se encuentra un retablo donde al centro se ubica en la parte más alta el Camerín que contiene la imagen del Señor de Esquipulitas que es bajada una vez al año para sus festividades.

Abajo está el lugar del santísimo ya que es también Templo expiatorio y a los lados se encuentra la imagen de San Juan Bautista y de algunos santos agustinos. La ornamentación y decoración son de la época del romanticismo.

historia-del-Cristo-Negro-de-Esquipulitas
Foto: Luis Télles

Maravilla de la arquitectura

En las pechinas de la cúpula contiene alegorías de la vida de san Agustín. A los costados hay dos grandes y hermosas capillas y una sacristía monumental de 900 metros cuadrados. Tiene todo el templo una iluminación natural durante la mayor parte del día y por las noches se ilumina con un número importante de candiles de cristal cortado.

“Gracias Señor de Esquipulitas por haber escogido a Moroleón como tu pueblo, para estar entre nosotros, para acompañarnos en las alegrías y tristezas, para recordarnos con tu pobreza y sacrificio que el valor supremo es lo espiritual, más que lo material”.

Por si no lo leíste:

bc

Esta noticia Conoce la historia del Cristo Negro de Esquipulitas en Moroleón apareció primero en Periódico Correo.

This content was originally published here.

EL 2 DE JUNIO DEL 2024 VOTA PARA MANTENER

TU LIBERTAD, LA DEMOCRACIA Y EL RESPETO A LA CONSTITUCIÓN.

VOTA POR XÓCHITL