Coronavirus y la Pobreza: Una Madre se Salta las Comidas por Lo que Sus Hijos Pueden Comer – El New York Times

En Brenham, donde el 60 por ciento de los 5.000 público-estudiantes de la escuela de calificar para comidas de bajo costo, el distrito escolar se entregaron más de 1.000 almuerzos y más de 800 desayunos a los niños durante sus primeros tres días de esta semana.

Brenham es de la clase obrera de la ciudad, conocido en Texas como la casa de la Campana Azul helado. El ganado y los caballos pastan en los pastos que la línea de los caminos y carreteras, y los cowboys no se molestó en sus sombreros cuando se suben en sus camiones. La ciudad es el uncredited telón de fondo de un sinnúmero de tarjetas postales, carteles y Instagram de cuentas de la bluebonnets son luminosas y omnipresente, e incluso el color de la hierba en los camellones. Pero debajo de su rústica belleza y ice-cream-empresa encanto reside dificultades financieras. Brenham tiene un ingreso familiar promedio de alrededor de $44,000, y una tasa de pobreza del 18,6 por ciento.

el martes, a la larga, tranquila, camino de entrada fuera de Alton Primaria fue el coronavirus equivalente de una antigua línea de sopa, aproximadamente un 10 coches de profundidad. Los empleados del distrito que se ofreció a pasar fuera de las comidas reconocido algunos de los controladores — que trabajó para el distrito, demasiado, y había traído a sus hijos a conseguir una comida gratis.

La nación gratuitas o a precio reducido programa ha sido utilizado como un indicador de una comunidad, nivel de pobreza, pero no había ninguna señal de vergüenza, resentimiento o la vergüenza en la unidad-a través de la línea. Algunos conductores gritó una voz alta gracias a los voluntarios, ya que la retiró, y la mayoría ni siquiera se molestó en preguntar qué estaba en el interior de los envases para el almuerzo: mini perros de maíz, frijoles, zanahorias, una naranja. La gente parecía más preocupado por el distanciamiento social que cualquier estigma social. Una mujer mantiene su ventana del lado del conductor enrollado como ella interactuó con los voluntarios, para evitar que ellos se acerquen demasiado a ella.

Se detuvo de golpe coches con el traqueteo de los motores, recién lavada camiones, elegante Cadillacs, de edad de las minivans. Eran blancos, negros, Hispanos. Las madres estaban detrás de la rueda de la mayoría de los vehículos, pero hubo un par de padres, demasiado, y los estudiantes de secundaria con sus hermanos menores en el interior. El único requisito era que los niños menores de 18 años tuvo que ser en el interior del vehículo para recibir la comida, pero a nadie se le pidió a demostrar que los niños asistían a una escuela del distrito.