Hay muchos tipos de fracking y muchas maneras de hacerlo. Se puede aplicar con aguas salobres, con agua de desecho, con aire, con petróleo. Cuando se afirma que habrá “cero fracking”, ¿se refiere a todo o a algunos tipos, o a fracking bajo algunas restricciones?
Decir no al fracking es decir no a la mitad de las reservas de gas en el país. Ahora en América del Norte hay un millón de pozos que usaron fracking. Son más o menos 650 mil en Estados Unidos donde trabaja más de un millón de personas, y 300 mil en Canadá, y en ninguna parte se oye que sean un gran problema, que se esté acabando el agua o que hayan contaminado los mantos acuíferos. No escuchamos eso.
Todas las actividades petroleras, las convencionales, las no convencionales, las tradicionales, etc. conllevan un riesgo y por eso están tan reguladas. Es la razón de que tengan tantas restricciones y que reporten sus actividades. Creo que lo que tenemos que tener es una regulación estricta para todos los procesos y para fracking en aguas profundas.
Tenemos que regular muy estrictamente a todos: a Pemex, a los privados, al fracking, a lo tradicional, etcétera. Por otro lado, el problema más importante que veo y quiero señalar hasta la muerte es el tema de seguridad nacional y que ya no podemos depender de Estados Unidos (EU).
El primer riesgo es que 70 por ciento del gas de EU entra por cuatro ductos que están a una distancia de 100 kilómetros. Entra un huracán por Brownsville y te dicen que por seguridad vamos a tener que evacuar la zona y, con la pena… De un día para otro más de 60 por ciento de la electricidad en México se va a parar. ¿De dónde va a salir el gas para la electricidad? ¿Cuál es nuestro camino alternativo?
Segundo tema de seguridad nacional. La petroquímica mexicana no está creciendo como debe ser porque no tenemos suficiente gas nacional. Los estadunidenses antes de vender el gas ya le quitaron todo. Llega sin propano, sin etano, sin butano; nos venden el metano para quemar, pero no nos venden los componentes para la petroquímica. México necesita tener su propia producción de gas.
Tercer punto. Si dependemos del gas estadunidense, dependemos de la estrategia geopolítica de ellos. Un ejemplo: EU afirma que Europa recibe una cantidad muy grande de gas natural de Siberia porque hay una serie de tubos que cruzan Europa desde Siberia hasta Alemania o Francia.
Si hoy decide independizar a Europa de los rusos, ¿qué hará? ¿Agarrar el gas de Eagle Ford, licuarlo y mandarlo por barco a Europa? Entonces los gaseros del sur de Texas van a poder decir: “Oye, se lo vendo a México a tres dólares o se lo vendo a Alemania en 11”. En Europa es muchísimo más caro porque lo traen desde muy lejos y si el precio empieza a subir, la tentación estadunidense será llevarlo a Europa y a México le venderán sencillamente con otro precio.
En el sí o no al fracking el asunto más importante es el tema de seguridad energética. Solo 4 por ciento de la generación eléctrica en el país es renovable, y si vamos a impulsar la fabricación de autos eléctricos, porque son más eficientes y no contaminan, entonces se tendrá que consumir más y más gas.
En todos los escenarios mundiales, por ejemplo, la Agencia Internacional de Energía o a la agencia de EU, estiman que para los próximos 10 años el gas va a superar al petróleo en su utilización. ¿Por qué? Porque el petróleo tiene usos que están siendo reemplazados. Y si vamos a entrar a autos eléctricos, se requerirá más energía eléctrica y más gas.
Y es cierto, en la generación de energía eléctrica lo más eficiente es el gas. Es el doble de eficiente que el carbón y el combustóleo, y hay que insistir que en 62 por ciento de toda la energía mexicana de electricidad está el gas natural como materia prima. Y si ese porcentaje proviene de EU, pues tenemos una dependencia exagerada.
Debemos tener más alternativas y más gas nacional. Y un punto importante, dos terceras partes del gas es por fracking y por eso tenemos que sacar métodos mexicanos de producción que sean seguros, consensuados con la comunidad, etc. En EU se están haciendo mucho más eficientes y el costo de producción bajó a la tercera parte.
En México la cuenca Tampico-Misantla tiene varias ventajas para su explotación, la más grande es que tiene mucho gas y muy rico en líquidos. Hay etano, propano y butano. Si yo fuera a elegir dónde poner una planta petroquímica, la pondría en Tampico. Allí es donde están los precursores, pero mientras no salga gas, no salen los precursores y por lo tanto no se puede producir etileno.
Estamos importando muchos petroquímicos: polietileno, polipropileno, etcétera, por la falta de gas. Dependemos del precio y no tenemos una industria poderosa petroquímica cuando somos una nación gasera y no estamos sacando suficiente gas.
Lo primero que se hace al sacar gas es pasarlo a las plantas procesadoras para separar el metano que se quema, el etano y el propano que va para las plantas petroquímicas o el gas LP. Esa parte de petroquímica pudiera ser mucho mayor pero para eso necesitamos más gas.
Japón no tiene una sola molécula de gas pero lo que tiene como política nacional es que no va a depender de ninguna nación más allá de 25 por ciento. Le compra a Australia, Malasia, Qatar, y si tiene un problema con Australia, compra en otro lado. México es la nación del mundo que más depende de otro país. Ni siquiera los alemanes que le compran a Noruega, Argelia y Rusia.
Debería impulsarse un debate nacional sobre el fracking que abarcara empleo, petroquímica, electricidad, seguridad nacional, desarrollo de industrias y demás. El petróleo es una cadena relativamente corta: sacas el petróleo que se manda a una refinería para sacar gasolina. El gas es una cadena muy larga: sacas el etano, de ahí el etileno, de ahí el prolipopileno y de ahí salen todos los plásticos. Lo importante es saber que la mayoría de la producción de gas se tiene que extraer por fracking.
*Comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos