AMLOMETRO Ciudadanos Destacados Ciudades del futuro Política y gobierno

Desde la quema de Guaicaipuro hasta la caída de la  gran Tenochtitlán. -Francisco J D´Angelo Ohep-

Los valores no caerán por si solos sino que son destruidos directamente por la “voluntad de poder”, que los niega. Nietzsche

06/02/2020

Francisco J D´Angelo Ohep*

Ciudad de México, 05 de febrero (entresemana.mx). Guaicaipuro, cacique venezolano, citado en el año 1723 por el historiador José Oviedo y Baños en su famoso libro “Historia de la Conquista y la Población de Venezuela”, nació alrededor de 1530 y murió en 1568. Al parecer lideró varias tribus Caribes, luchó ferozmente contra los españoles de forma exitosa principalmente debido a  la invasión y explotación de las minas de oro en Los Teques y se paseaba en aquellos años por el valle de Caracas.

Fue un personaje muy temido hasta que los españoles,  imposibilitados de quitarle la vida en una lucha cuerpo a cuerpo, incendiaron su choza con él adentro, poniendo fin a quizás el último de los grandes guerreros Caribes y llevando a punto final a una etapa de la historia. Así, dejaron atrás la época de libertades salvajes que se basaban en costumbres ancestrales, así como en una ética y moral más respetuosa del entorno ambiental que la del hombre blanco europeo, dando inicio al sistema de colonización establecido por la corona española en la conquista de Latinoamérica.

Esta anécdota típica de la historia fabulada de Venezuela es conocida por nuestros compatriotas y nos recuerda como desde los cambios radicales de la conquista, guerras de independencia, guerra federal, décadas de caudillismo, ensayos democráticos y dictaduras militares; hasta la destrucción de la democracia moderna generada por dictaduras instauradas por voto democrático, nos ha llevado por años a un camino de sangre, sudor y lágrimas. Terminamos por entender que más tiempo se ha pasado la joven nación venezolana en una constante lucha y cruentas guerras, que en la paz de la democracia, en que nacieron las generaciones del 1958 con la caida de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, hasta la llegada de Hugo Chávez en 1998.

Siendo un espejismo la democracia que tantas vidas costó, el avance civilizador del progreso del país que pasó de ser rural, agrícola y  pecuario, terminó siendo un monstruo industrial con PDVSA que ostentó el título de la tercera petrolera más grande del mundo, para posteriormente ser víctima de la rapiña y el más vil intento de destrucción nihilista que acabó con 40 años de democracia y más de 50 años de crecimiento económico.

Yo por ejemplo, recuerdo sin hacer mucha memoria, haber vivido dos asonadas golpistas (1992), marchas al palacio de Miraflores, una renuncia presidencial (2002), un golpe de estado (2002), e innumerables violaciones a los derechos humanos, y eso que salí de Venezuela hace más de 15 años.

En México por su parte, un país que pasó por una “dictadura” de un solo partido, el PRI, por más de 70 años, en donde se vivía en dos mundos que aun hoy coexisten, uno basado en el crecimiento neo liberal y otro en el mayor atraso rural, con una enorme revolución industrial, instituciones mucho más sólidas que las venezolanas, con gente preparadísima y a la vez, con personas apartadas del sistema. Se observa con preocupación cómo somos tan parecidos pero tan distintos, en historia, en idioma, en costumbres y en el mismo deseo de cambio revolucionario a costa de todo.

A veces cambiar lo establecido por algo que no esté bien estructurado puede ser un salto al vacío. A nosotros la improvisación, el llevar todas las decisiones al campo político, el despreciar la ciencia, la meritocracia, el profesionalismo, los valores, la ética y la moral, hasta la religión, nos costó 90% de la institucionalidad del país. Solo queda en pie la Asamblea Nacional con una intervención constante de la dictadura y su brazo armado cívico-militar. ¡¡¡Perdimos todo!!! Nuestras casas que, al devaluarse la moneda, no se pudieron vender. También perdimos el trabajo cuando el gobierno expropió las empresas para “mal manejarlas” y el Estado se convirtió en distribuidor de insumos y alimentos. En ese punto empezó a escasear todo y a la larga no había comida, ni medicinas, ni combustible. Tristemente vimos a nuestros vecinos perderlo todo, hasta que nos tocó a nosotros.

La destrucción institucional de Venezuela no fue una casualidad, fue planeada. Existen grupos políticos miembros del Foro de Sao Paulo que, al no estar de acuerdo con el sistema, buscan destruir lo establecido con la idea de lograr una revolución utópica e instaurar sus nuevas instituciones, que terminan siendo adornadas con nombres tomados de la revolución cubana. ¿Les suena Misión Rivas, Misión Barrio Adentro, Ministerio para el Poder Popular de los Pueblos Indígenas, para el Ecosocialismo, Viceministerio Para la Suprema Felicidad del Pueblo y toda clase de nombres venidos de la Rusia de Stalin y la Cuba Castrista? La felicidad no se decreta.

Todos sabemos cómo termina la historia, con huida de capitales e inversión, destrucción de la iniciativa privada, devaluación,  quiebra de empresas, desempleo, desabasto, inseguridad, narcotráfico, terrorismo, impunidad, sistema judicial controlado e inoperante,  persecución a la libertad de expresión y prensa, cambio de la meritocracia por el servilismo, abandono en materias como educación, ciencias, tecnología, ambiente, desarrollo, ecología, y por último, una clase política rica y con reelección perpetua, ya que controlan los organismos electorales, policiales y militares, protegiendo al régimen y esclavizando al pueblo.

En fin, una destrucción de todo el país que llevó a la nación a un desplazamiento forzoso de la población que huye de la miseria (4 millones de personas), produciendo en los países vecinos grandes crisis de refugiados. Lamentablemente nosotros comenzamos a perder la Gran Caracas desde la muerte del cacique Guaicaipuro, ojalá a México no le toque otra caída de la gran Tenochtitlan…

Colaborador 06/02/2020 Política, Portada Comentarios desactivadosen Desde la quema de Guaicaipuro hasta la caída de la  gran Tenochtitlán 360 Views

*Francisco J D´Angelo Ohep

Master en Derecho Internacional por la UIA Ciudad de México.

Director de Asociación de Venezolanos en México.

VENEMEX

EL 2 DE JUNIO DEL 2024 VOTA PARA MANTENER

TU LIBERTAD, LA DEMOCRACIA Y EL RESPETO A LA CONSTITUCIÓN.

VOTA POR XÓCHITL