Tras anunciarse que en enero todas las escuelas de Coahuila deberán retomar las clases presenciales, maestros se mostraron renuentes a la medida, pues alegan falta de recursos y carencias en muchos planteles, además de que no han recibido el refuerzo de la vacuna contra el COVID-19.
Otra preocupación de los docentes radica en el incremento de contagios y hospitalizaciones por coronavirus en la entidad, lo que provocó un retroceso al color amarillo en el semáforo epidemiológico del gobierno federal.
El director de una escuela ubicada al poniente de Saltillo asegura que aunque forman parte del censo que levantaron las secciones sindicales para cubrir las necesidades de gel y sanitizante, así como para realizar las reparaciones necesarias en los baños, los trabajos no han comenzado.
“Sería prácticamente imposible que se les prestara atención a todas las escuelas que faltamos en menos de un mes, si no lo hicieron en casi dos años que llevamos de pandemia sería interesante ver cómo lo van a resolver en tan poco tiempo, pero no existen las condiciones de seguridad necesarias”, señala.
Por otro lado, Graciela, docente de un jardín de niños del sur de Saltillo, señaló que el hecho de que no se les ha aplicado un refuerzo de la vacuna contra el COVID-19, luego de que en abril recibieron una dosis de CanSino, es un factor que se debe de tomar en cuenta antes de un regreso total a las aulas.
En redes sociales también se desencadenó un debate tras la decisión de volver a clases presenciales en enero, justo en medio de la temporada invernal, con el riesgo de contraer enfermedades.
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