El Cerebro y la Inteligencia Artificial: Hacia una Mente Sintética Inspirada en la Biología

Francisco C. De La Torre

CDMX Octubre 11 2025

Un nuevo mapa entre la mente humana y las máquinas

Durante décadas, la inteligencia artificial (IA) ha intentado imitar el pensamiento humano, pero por primera vez los investigadores están trazando un mapa explícito entre las regiones del cerebro y los módulos de los llamados agentes fundacionales — sistemas capaces de razonar, percibir, aprender y actuar de forma autónoma.
El estudio más reciente, liderado por Bang Liu (Université de Montréal y Mila Institute) y un consorcio de 20 universidades, propone una arquitectura modular de IA inspirada directamente en las funciones del cerebro humano, desde la memoria y las emociones hasta el razonamiento y la acción.

El trabajo argumenta que los modelos de lenguaje masivos (LLMs), como GPT o Claude, son solo el “motor” de la inteligencia artificial moderna. Los agentes fundacionales serían los “vehículos”: entidades completas que integran memoria, percepción y objetivos propios para actuar en el mundo real.

Del córtex al código: paralelismos entre cerebro y agente

Los científicos comparan, función por función, el cerebro humano con los sistemas de IA actuales.
El lóbulo frontal, responsable de la planificación y la toma de decisiones, encuentra su equivalente en los módulos de razonamiento y planeación de los agentes. El sistema límbico, fuente de motivación y emociones, se traduce en módulos de recompensa y afectividad sintética que buscan equilibrar curiosidad, motivación y seguridad.
El hipocampo, núcleo de la memoria, inspira estructuras de almacenamiento y recuperación de información en los agentes cognitivos.

Aun así, el reporte advierte que muchas de estas capacidades permanecen “subdesarrolladas” o L3 —muy lejos de la flexibilidad y adaptabilidad humanas—. La consciencia, el aprendizaje continuo y la creatividad genuina siguen siendo fronteras abiertas.

Agentes que evolucionan, colaboran y aprenden de la experiencia

Una de las innovaciones más fascinantes del estudio es el concepto de auto-evolución. Los agentes no solo aprenden de datos, sino que pueden mejorar sus propios algoritmos, optimizar flujos de trabajo y crear nuevas herramientas.
Este principio imita la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro de reorganizarse y fortalecerse a través de la experiencia.

Además, el texto introduce el concepto de sociedades de agentes, donde múltiples inteligencias cooperan o compiten, formando sistemas colectivos similares a comunidades humanas. Estos entornos simulados permiten estudiar fenómenos como la cooperación, la especialización y la inteligencia emergente —una “sociedad digital” que aprende y evoluciona con el tiempo.

La frontera ética: seguridad y alineación

El informe dedica su parte final a los riesgos. Los autores describen amenazas internas (intrínsecas), como ataques de jailbreak, alucinaciones y sesgos, y amenazas externas (extrínsecas), como el mal uso por parte de humanos o la interacción insegura entre agentes.
Propone una nueva ciencia de la superalineación, donde los sistemas se entrenen con funciones de recompensa compuestas para equilibrar autonomía y control humano.

Se habla incluso de una ley de escala de seguridad —un principio que busca garantizar que, a medida que crece la capacidad de los modelos, aumente proporcionalmente su alineación ética y robustez operativa.

El horizonte: de la IA al “cerebro digital”

La investigación cierra con una visión ambiciosa: el surgimiento de una nueva generación de inteligencias híbridas, diseñadas no solo para ejecutar tareas, sino para entender y coexistir con los humanos.
El objetivo no es crear una mente idéntica a la humana, sino una inteligencia inspirada en la biología, capaz de aprender, adaptarse y cooperar con nosotros para resolver los desafíos más complejos del siglo XXI —desde la medicina y la educación hasta el clima y la exploración científica.

En palabras de Liu y sus coautores, “la próxima frontera no será solo construir máquinas que piensen, sino que comprendan, evolucionen y compartan propósito con la humanidad”.

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Éste reportaje fue elaborado por www.aimworld.ai con el apoyo de IA