El Tule es el árbol más grande de México y más ancho del mundo, pero detrás de él se esconde un misticismo que se ha traducido en leyendas que tratan de explicar cómo fue que nació el gran ser arbóreo. El gigantesco sabino es también llamado ahuehuete que en náhuatl significa ‘viejo del agua’.
Los árboles son un gran tesoro que la naturaleza ha legado a la humanidad, no sólo son secuestradores de bióxido de carbono, sino que también se ha comprobado que los baños e inmersiones de bosque son terapéuticos y sanadores para la salud mental. Pero además, son los guardianes de la sabiduría ancestral de la Madre Tierra, los investigadores pueden saber las condiciones del entorno desde el nacimiento de los árboles y tomando en cuenta que viven miles de años, la información que nos brindan es muy valiosa.
El Tule es el árbol más grande de México y aunque no es tan alto como las inmensas secuoyas, sí que tiene el tronco más ancho de todo el mundo. Es de esperarse que su edad sea milenaria y así es, según los dendrólogos su edad es de más de 2 mil años. Se trata de un gigantesco sabino, también conocido en náhuatl como ahuehuete cuya especie es Taxodium mucronatum.
Se ubica en el estado mexicano de Oaxaca, a unos 12 kilómetros de la capital oaxaqueña. Sobre la carretera de Mitla y en el atrio de la iglesia de Santa Maria del Tule, se eleva el grandioso Tule con 42 metros de altura. Se le puede ver desde lo lejos, aunque sin duda su característica más impresionante es su tronco que es tan ancho que alcanza 14.5 metros tan sólo de diámetro. Se necesitan más de 30 personas con las manos estiradas y entrelazadas para poder rodear por completo la circunferencia del gigantesco Tule.
Su copa alcanza los 58 metros de circunferencia y aquí es donde se hace evidente la importancia de los árboles en su hábitat natural, pues el Tule es capaz de albergar hasta 500 personas bajo su sombra. Su volumen total se ha estimado en 816 mil 829 metros cúbicos y tiene un peso de aproximadamente 636 toneladas. Todas estas son las razones por las que se le denomina como el árbol más grande de México y el más ancho del mundo.
Los lugareños de Oaxaca, así como los turistas que van a visitar el gran Tule, aseguran que su tronco guarda secretos. Han dicho que en sus intrincadas maderas es posible ver distintas formas labradas por la naturaleza, desde elefantes, la cabeza de un león, un cocodrilo y hasta la casita de un pequeño duende. Por esta y por otras razones, el ahuehuete ha formado parte importante de la cultura de los pueblos tradicionales oaxaqueños.
Algunos de los pueblos como los mixtecos, tienen la creencia de que los hombres provienen del ahuehuete y por ello se le venera con ceremonias sagradas y ofrendas. Existen dos leyendas que tratan de explicar el nacimiento del Tule, una de ellas es de origen zapoteca y dice que el gran ahuehuete fue plantado hace 1,400 años por un sacerdote de Ehécatl, el dios del viento.
Pero existe otra leyenda de la región mixe que nos habla del Rey Condoy, un líder ancestral mixe que dominaba el cerro Cempoaltépetl. Según la leyenda, el rey emprendió el viaje junto a sus seguidores para construir la ciudad de Mitla y así, evitar que otro rey se apoderara de esas tierras. No obstante, la construcción requirió de grandes esfuerzos y la situación se complicó aún más cuando una noche de pronto un galló cantó, lo que era una señal de mal augurio.
El Rey Condoy se asustó por el mal presagió y ordenó parar las obras, razón por la que los palacios de Mitla están inconclusos. El rey decidió regresar a sus tierras con toda su gente, pero mientras tomaban un descanso en el camino, enterró su pesado bastón. De pronto y para sorpresa de todos, este comenzó a retoñar y así fue como nació el gran ahuehuete que significa ‘viejo del agua’, debido a que habita cerca de humedales, pantanos y arroyos.
This content was originally published here.