Arte & entretenimiento

Eso que llaman amor al arte, es trabajo no pago

Por Sabrina Marinozzi

Este jueves se dio a conocer un comunicado redactado por la Asamblea General de Artistas y Trabajadores de la Cultura en donde se condensan los reclamos puntuales de la coyuntura y también reivindicaciones históricas del colectivo. En texto compartido se expresó el profundo descontento, no sólo con las medidas, sino también con el lugar que el gobierno le otorga a la cultura en este contexto.

Teatro La Manzana
Fotógrafo: Matías Audisio

A partir de las medidas sanitarias que tuvieron lugar en la provincia de Santa Fe el día miércoles 21 de abril, en función del aumento de casos y la ocupación de camas, han quedado suspendidas algunas actividades. Entre ellas, “la realización de eventos culturales y recreativos relacionados con la actividad teatral y música en vivo que impliquen concurrencia de personas, tanto al aire libre como en teatros, centros culturales y otros lugares cerrados”. 

Se hace evidente que por las complejidades que el momento histórico implica para la cultura regional es necesario que el Estado se haga presente y brinde apoyo sólido. Lejos de esto, pareciera dificultar su desarrollo desvalorizando públicamente a la actividad como meramente recreativa. “Cultura no es sinónimo de ocio. Les artistas somos trabajadores: aportamos a la construcción simbólica de nuestra sociedad y nuestra historia” argumenta el comunicado en respuesta a los dichos de Roberto Sukerman (Ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de Santa Fe). Esta visión no sólo resulta reduccionista frente al importante valor que los movimientos culturales tienen para la sociedad, sino que también desestima el hecho de que la cultura representa una fuente laboral.

La ausencia de políticas que apunten a sostener la cultura no es una novedad. Es de público conocimiento la precariedad del sector, tanto estatal como independiente. El reclamo pone a la luz las dificultades que los espacios culturales afrontan, ya sea por las complejidades de sostenerlos de manera autónoma, como las condiciones que implica obtener las habilitaciones oficiales. Por otro lado, expone la creciente escasez de cupos laborales en espacios oficiales y el poco dinamismo que ofrecen los mismos.

El reclamo no se centra en la apertura de actividades desde el desconocimiento de la compleja situación sanitaria. “Tenemos en claro que nunca la economía puede estar por sobre la salud, pero sabemos que los términos son dialécticos. Que les trabajadores de la cultura estamos atravesando, al igual que otros sectores de la economía, momentos acuciantes producto de la crisis económica global que se profundizó con la pandemia y que no sólo el estado de la situación actual de la cultura responde al momento histórico, sino también a la falta de políticas sostenidas para el sector desde los tres niveles del Estado”, versa el comunicado redactado por les integrantes de la Asamblea integrada por músicxs, teatreres, fotografxs, poetas, trabajadores de espacios culturales, técnicos y otras ramas afines en la provincia.

Teatro La Manzana (San Juan 1950)
Foto: Matías Audisio

Si bien han existido producciones que en su modalidad prácticamente no implican riesgo sanitario alguno (inclusive sin reporte de casos, a diferencia de otras actividades habilitadas) la actividad que se elige restringir sigue siendo la cultura. Extremado en los casos en donde espacios culturales se han visto implicados en operativos policiales poco protocolares con objetivo de desalojo. “No importa que tan creativos nos pongamos con las medidas sanitarias. Aún en espacios abiertos como parques, donde actores y actuantes no comparten el espacio, la actividad está prohibida”, resaltan distintas voces. Esta situación deja a la luz la arbitrariedad en las restricciones a este tipo de actividades, en relación a otras con el mismo o mayor nivel de exposición al virus. 

Es por esto, que el comunicado abierto de la multisectorial reclama el reconocimiento como sector productivo exigiendo la proyección y ejecución inmediata de una Ley de Emergencia Cultural: “Una ley que contemple políticas y gestiones públicas para desarrollar en conjunto con las ideas y necesidades de les trabajadores de la cultura y del arte de todos los lenguajes y esferas sociales; una ley que se desarrolle desde las bases comenzando por los sectores más vulnerados y marginados y que incluya en la inmediatez la implementación de subsidios y apoyos económicos para todes les trabajadores de la cultura mientras dure la emergencia cultural.”

Les integrantes de la Asamblea se comprometieron a seguir trabajando en acciones que visibilicen las problemáticas para encontrar soluciones a la grave situación que atraviesa el sector.

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