Salud y Comida

Falta Unidad de salud mental en PNC para evitar suicidios

Los últimos acontecimientos en la Policía como los suicidios de tres policías y el ataque de agentes contra colegas mujeres reflejan la necesidad de que la corporación cuente con una Unidad de Salud Mental compuesta por siquiatras y sicólogos que ayuden a  prevenir más suicidios de policías, recomiendan un psiquiatra y un sicólogo.

La recomendación hecha por estos profesionales surgen después de once días tormentosos que se ha vivido dentro de la PNC en los que  tres policías se suicidaron y otros dos agentes atacaron a colegas mujeres, en uno de estos casos, existía  una relación sentimental.

En uno de los casos, un policía atacó a su esposa y luego se suicidó en San Miguel de Mercedes, departamento de Chalatenango. Otra mujer policía se disparó y de ella se dice que había sido amenazada por supuestos pandilleros.

Ante este panorama, el exdirector del Instituto de Medicina Legal, José Miguel Fortín Magaña, y el psicólogo Carlos Flores, coinciden en que la corporación policial requiere de un equipo de siquiatras y sicólogos para poder garantizar la salud mental de los policías.

¿Cuántos siquiatras hay en la corporación policial?, se preguntó Fortín Magaña y de inmediato se responde: “es que siquiatras no hay ni uno, ese es el punto, es que esto es una enfermedad”.

Y agregó que “lo que no se concibe es contratar a un siquiatra y hay una treintena de sicólogos para treinta mil policías… Habría que decir que es como que no hubieran sicólogos porque treinta sicólogos para treinta mil policías, eso es nada”.

Flores coincide con Fortín Magaña en el sentido de que la corporación policial debe de contar con siquiatras para medicar y atender a aquellos policías que se encuentren en riesgo de tomar una decisión letal como el suicidio.

El sicólogo Flores, quien también es master en Derechos Humanos y Educación para la Paz, propone que la corporación policial cuente con una Unidad de Salud Mental  que sea “fortalecida y con estrategias que permitan la realización de abordajes integrales enfocados en la prevención de casos y la intervención integral a personas con dificultades emocionales”.

“Estamos hablando de que hay un sicólogo por cada mil policías, ese es el problema, no son suficientes, y aunque fueran treinta súper sabios, tampoco fueran suficientes porque el aspecto sicológico implica también la prevención sicológica”, dijo Fortín Magaña.

Pero Flores sostiene que “es absurdo pensar que 33 sicólogos tienen la capacidad para atender a la organización que vela por la seguridad nacional, y que está de frente y de punta a la situación de violencia en el país”.

Fortín Magaña señala que    “el suicidio es parte de un fenómeno más grande que se llama violencia y es parte del binomio que se llama violencia y desesperanza”.

Agrega que “cuando  una  persona vive en un entorno violento y la solución es violenta, siempre, y además hay desesperanza, entonces el suicidio aparece como una opción”.

Flores lo ve de esta manera: “la persona que se suicida, quizá no quiera morir, sino más bien quiere solucionar sus problemas, y luego de haber realizado otras acciones que no le han ayudado, el suicidio, se convierte en la salida más fácil”.

Agrega que “en el caso de las y los policías, es todavía más complicado porque dada su profesión están inmersos en un contexto de bastante riesgo”, lo que significa que esa situación, dice, “los mantiene en un estado de alerta, de estrés, de preocupación, de incertidumbre, que obviamente tiene un impacto en la estructura emocional de cualquier persona”.

Fortín Magaña señala que “los homicidios y los suicidios en la corporación policial son ejemplo de cómo nuestra sociedad está trastornada y trastocada por el binomio violencia-desesperanza”.

Algunos policías sufren lo que Fortín Magaña califica como inseguridad sicológica. Esta situación se genera cuando la persona no puede soportar tantas presiones como las constantes amenazas de muerte de parte de los delincuentes, advertencias de despido laboral,  problemas económicos y hasta el temor de que se pueda involucrar en problemas legales por un supuesto mal procedimiento.

Destaca que los policías de a pie son los más expuestos a sufrir de inseguridad sicológica “con todo lo que esto implica, no tienen un buen salario y no tienen tiempo de descanso porque de verdad, están 24-7 esperando de que los llamen al servicio”.

Agregó que “al salir de su casa tienen temor de que los van a matar o van a matar a la esposa o a sus hijos”. En ese sentido, considera que los suicidios de policías “es un reflejo de lo que está pasando en la sociedad y, lo que es peor,  “pareciera que a nadie le importa los efectos sicológicos o psiquiátricos de la problemática nacional de la violencia”.

Otros policías puede que sufran de inseguridad sicológica, pero al no hallar opción para solventar sus problemas, aunque no recurran al suicidio, expresan  su frustración hacia las personas que consideran que son las responsables de esa inseguridad.

“Eso significa que podrían  empezar a surgir grupos de policías, que desesperados en el entorno violento, empiecen a matar potenciales delincuentes sin seguir el debido proceso… No digo que este pasando pero digo que podría empezar a ocurrir”, advirtió.

Flores sostiene que la mayoría de los suicidios de policías suceden cuando están alcoholizados, por lo que se hace necesaria ayuda profesional. “Brindar oportunidades de desarrollo, atender sus preocupaciones, tomarle importancia a los indicadores de depresión de algunas o algunos policías”, recomienda Flores.

Source

http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/436012/falta-unidad-de-salud-mental-en-pnc-para-evitar-suicidios/

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