Subtitulado por Accesibilidad-TVE.
(NARRADOR)New York,
mediados de los años 70,
un cineasta febril, italoamericano,
nacido en Queens
de nombre Martin Scorsese,
como “Alicia ya no vive aquí”
o “Malas calles”
unía a sus destinos
a un guionista con alma calvinista,
a su pesar, cual es rara.
De esa unión saldría “Taxi driver”
una de las películas más importantes
del cine norteamericano
del último tercio de siglo XX
y del cine en general.
Ganadora de la Palma de Oro
en el festival en Cannes en 1976
y que hoy
podéis disfrutar aquí, en La 2.
Por aquellos tiempos
yo vivía en Los Ángeles
y mi mejor amigo de allí
fue él quien me presento
a Paul Schrader,
que por aquel entonces estaba
haciendo una especie de transición,
desde la crítica cinematográfica,
a comenzar a escribir guiones.
Y ya tenía escritos varios,
uno de ellos era de “Yakuza”
que había vendido a Warner Bros
y se convirtió en un gran éxito,
convirtiendo a su vez a Paul
en un guionista muy reputado.
Y tenía por allí
un guion previo de “Taxi driver”,
Brayan me lo trajo y me dijo,
que allí había algo,
que pensaba que a mí
me podría interesar.
Inspirada de una forma muy personal
en “Pickpocket” de Robert Bresson,
cineasta admirado por Schrader,
“Taxi driver” contaba envuelta
en un expresionismo lleno del color
de Michael Chapman,
director de fotografía
y en la que fue la última
banda sonora de Bernard Herrmann
“La negra historia de Travis”.
Robert De Niro, actor con él que
Scorsese ya había trabajado
en “Malas calles”.
(VOZ EN OFF)¿Y usted
que quiere, amigo?
No puedo dormir por las noches.
-Hay cines porno para distraerse.
Sí, ya lo intentado.
-¿Quiere hacer el turno
de noche de Bronx o a Harlem?
A la hora que sea y donde sea.
(Música intrigante)
Esa mescla de talentos heterodoxos
dio como resultado
uno de los mejores retratos del alma
que el cine haya conseguido jamás.
De vuelta de Vietnam,
Travis sufre de insomnio,
por lo que busca trabajo
como taxista nocturno
en un New York fantasmagórico,
deambulando por las calles,
debatiéndose
entre la culpa y la retención.
(Música jazz)
Prostitutas, chulos, políticos
y todo tipo
de personajes variopintos
se cruzan en su camino,
incluido el propio director,
que aparece dos veces
en la película.
¿Ve a la mujer que está allí?
Diga, ¿ve a la mujer
que está junto a la ventana?
(Música intrigante)
-Sí, la he visto.
Bien.
He querido que la viera
porque es mi mujer.
Pero esa, no es mi casa.
En esta cuidad llena de basura,
Cybill Shepherd era la niña bien
con la que tonteaba el chico malo
que quería ser bueno, que es Travis.
Me llamo Travis, Betsy.
¿Travis?
-Sí.
Vamos, por favor,
sácame de aquí de prisa.
Jodie Foster debutaba
en el cine como prostituta
con apenas 13 años.
-¡Vamos!
Anda, ven aquí guapa,
no me gustan estas faenas.
-¡Arranque!
Mientras que Harvey Keitel,
el hermano sensato de De Niro
en “Malas calles” era su chulo,
con una pinta indescriptible y única
todo hay que decirlo,
un macarra de tomo y lomo.
Ala, ande a pasear un buen rato.
Es usted un tipo raro.
Travis era simplemente Travis,
consecuencias inolvidables.
Cuentan las crónicas que el Scorsese
el ofreció el papel de Travis
a Dustin Hoffman
y que este lo rechazo
diciendo que Scorsese estaba loco.
Robert De Niro condujo como taxista
por la calles neoyorkinas
durante un mes para meterse
en el personaje,
su hermana Connie,
la doblo en algunas escenas.
(Música jazz)
¿Te hablas conmigo?
Ver “Taxi driver” cuando han pasado
varias décadas desde su estreno
sigue siendo todo una experiencia.
¿Tenéis alguna duda?
Pues ahora podéis comprobarlo,
y recordad que el
“Magnum 44 es un monstruo”,
era título de uno
de los temas de una banda sonora
de Bernard Herrmann
que hizo historia.
¿Con quién puñetas crees
que estas hablando?
Subtitulación realizada por
Myroslava Bednarchuk.
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