Fugas de gas enciende las alarmas en Tuxpan

Tuxpan, Ver. – En este municipio la vida de la población no vale nada para el presidente municipal Juan Antonio Aguilar Mancha y la prueba de ello es de que desde octubre se ha dedicado a realizar eventos masivos que son fuente de contagio de COVID-19; su irresponsabilidad raya en lo criminal, porque hay vidas en juego.

Todas las acciones de prevención que desplegó su gobierno al inicio de la pandemia, las echó a la basura cuando le nació la idea de querer ser diputado federal. Su pesado ego aplastó su cordura y su responsabilidad como alcalde, llegando al extremo de organizar eventos de inauguración de obra como si fueran mítines de campaña, sin la más mínima protección sanitaria.

Tuxpan se acerca a los 200 muertos y 1,300 positivos de COVID-19 y en lugar de reforzar las acciones de prevención el presidente está alentando a la población a salir a divertirse en eventos que él organiza, creando la falsa creencia de que no pasa nada, que todo está bien, cuando el virus sigue cobrando vidas.

El presidente tuxpeño ha lanzado una campaña mediática para promover su forma de gobernar y su eslogan “El Cambio se Nota y Debe Continuar”, ha sido considerado una amenaza, porque quiere decir que seguirá actuando en forma imprudente, negligente y deshumanizada.

Toño mostró su irresponsabilidad al llegar a su III Informe de Gobierno sin cubrebocas, se lo puso porque su esposa le llamó la atención y esto fue transmitido en vivo por el canal de la presidencia municipal. Evidentemente es un sujeto de doble cara y de doble discurso, porque, por un lado, pide que todos se cuiden y por el otro, él es el peor ejemplo y el principal organizador de eventos de alto contagio.

Entre los eventos más irresponsables que organizó destacan la inauguración del bulevar López Mateos, inauguración de calles, fiestas del Día de Muertos, Día del Niño Perdido, la competencia de Motonáutica, entrega de escrituras y hasta una feria. Asimismo, se le vio inaugurando y conviviendo en un restaurante junto con su esposa, bueno, fue hasta la inauguración de una farmacia del Doctor Simi. Anda abiertamente en campaña exponiendo a la población.

En el cabildo no le han podido poner freno, porque tiene la mayoría del PAN y otros ediles independientes. Cuando la bancada de Morena intentó detenerlo, su respuesta fue violenta contra la síndica Arely Bautista y la regidora quinta Beatriz Piña Vergara, quienes tuvieron que recurrir al Tribunal Electoral, órgano que determinó que Toño Aguilar cometió contra ellas violencia política de género.

El presidente tiene la obligación jurídica, ética y moral de proteger la salud de los tuxpeños, las mujeres y los niños, pero en lugar de ello, está exponiendo la vida de los ciudadanos y a las mujeres del cabildo las maltrató por no coincidir políticamente. Y aún, así tenía el sueño de ser diputado, en qué realidad vive.

De igual manera en el mismo sueño piensa y trabaja para que su primo hermano José de Jesús Mancha Alarcón, gane la alcaldía de Tuxpan y de esta manera continuar tapando todas las anomalías que ha dejado durante su administración.

Es un hecho que Aguilar Mancha padece el mismo síndrome de Javier Duarte de Ochoa, quien siendo gobernador vivía en una burbuja y juraba que todo en su gobierno estaba bien. A ver si no termina igual que “Javidu” por sus actos irresponsables.

En lugar de andar de fiestero, el alcalde tuxpeño debería de poner en orden su cuenta pública porque sus oponentes políticos saben que ese es su lado débil y en los primeros meses del próximo año lo llevarán al banquillo de los acusados. Tiempo al tiempo.

Redacción Noreste

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Ciudadano por México

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