CIUDAD DE MÉXICO.- Tras tres años de trabajos, a partir de este viernes Palacio Nacional contará con su propio museo.
En él exponen la silla donde se sentó Francisco Villa, los regalos que recibió Francisco I. Madero, muebles de la oficina presidencial y hasta el ropón de bautizo del hijo de un Mandatario.
En una pequeña ceremonia, en el Patio Mariano de Palacio, el Presidente Peña Nieto aseguró que este es un ejemplo de la importancia que su Administración ha dado a la cultura.
“Queremos seguir profundizando este empeño y este esfuerzo porque la cultura llegue a más mexicanos, porque la sociedad mexicana realmente pueda apreciar y reconocerse en lo que es su identidad personal y orgullosamente mexicana, a partir de conocer la historia de nuestro País.
“Fue a partir de este propósito y de este objetivo trazado en el ámbito cultural, que llegamos a crear la Secretaría de Cultura, para que pudiera articular los esfuerzos de distintas dependencias, que nos permitieran, realmente, fortalecer esta proyección cultural y fortalecer la democratización de nuestra cultura”, dijo el Presidente.
Las pequeñas salas que integran el Museo cuentan la historia de Palacio Nacional desde la época prehispánica, por lo que hay piezas que fueron rescatadas en excavaciones y no habían sido expuestas al público.
También hay cuadros, muebles, pendones, vasijas y demás piezas que estaban en distintas áreas de este recinto, incluso en las oficinas que ocupa la Presidencia de la República.
Otras, como la silla de Francisco Villa, fueron tomadas de otros museos de la Ciudad de México, y unas más son donaciones que hicieron particulares.
Más de 400 piezas se exponen en mil 500 metros cuadrados divididos en seis etapas.
La exposición cierra con una colección de pequeñas figuras en barro modelado y policromado de los Presidentes de México desde 1821 hasta Peña Nieto.
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