El uso y la implementación de la Inteligencia Artificial (IA) en las empresas se ha convertido casi en una necesidad en la actualidad, y se prevé que su importancia siga creciendo en el futuro.
Su mayor o menor impacto, y su grado de implementación variará en función del sector de actividad al que pertenezca la empresa, su tamaño, y otros factores.
Este tema guarda una estrecha relación con la transformación digital, que tratamos en una entrada anterior de nuestro blog: https://omega2001.es/la-transformacion-digital-en-la-empresa/
La IA puede definirse como la simulación de inteligencia humana por parte de máquinas.
Es un término que se utiliza cuando una máquina imita ciertas funciones normalmente asociadas a los humanos, como son:
Gracias a la IA, las máquinas, ordenadores… son capaces de percibir su entorno, de extraer y analizar los textos, datos, sonidos o imágenes que los rodean.
Al analizar los datos, serán capaces de comprender su significado de una forma similar a como lo haría un ser humano, relacionando conceptos o encontrando patrones que se repiten.
Una función tan ligada a los humanos como el aprendizaje también puede “simularse” gracias a la inteligencia artificial.
Cuanto más realicen una tarea, las máquinas irán aprendiendo y mejorando gracias a la utilización de técnicas como el “machine learning”.
La IA les permitirá actuar y tomar decisiones de manera autónoma, sin necesidad de que intervenga el ser humano.
Los beneficios de usar la IA en las empresas son muchos:
1/ Aumento de la productividad.
2/ Ahorro de tiempo y reducción de costes, al automatizar los procesos y tareas rutinarias. Ese tiempo que nos ahorramos podrá dedicarse a la innovación y la creatividad.
3/ Mayor agilidad a la hora de tomar decisiones, y mejora en el desarrollo de estrategias empresariales.
4/ Permitirá conocer mejor a los clientes y sus necesidades, lo que se traducirá en un aumento de su satisfacción, así como de las oportunidades de negocio.
5/ Mejor conocimiento de los productos de la empresa, y de los datos relacionados con su almacenamiento, distribución y venta.
6/ Optimización de los recursos humanos y materiales de la empresa.
7/ La IA aprenderá de los errores, y éstos disminuirán, llegando a ser inexistentes en algunos casos.
Cada vez se utilizan más chatbots o bots conversacionales para solucionar las dudas de los consumidores, o redirigir sus consultas al departamento correspondiente.
Cada vez está más extendido el uso de chatbots
Minimiza los errores y aumenta la seguridad en operaciones de alto riesgo y que requieren de una gran precisión (por ejemplo, preparación de compuestos químicos como medicinas).
Mediante el análisis de los datos, es posible estudiar los comportamientos de los usuarios y consumidores, permitiendo adecuar nuestros servicios o productos a sus necesidades.
Mediante la IA, se pueden planificar las rutas y ahorrar tiempo en los desplazamientos. También permite ajustar las necesidades de inventario a la demanda.
La IA se encarga de las tareas rutinarias y repetitivas, y se produce un aumento de la eficiencia en la fabricación.
Algunos ejemplos pueden ser la detección de anomalías para buscar una solución lo antes posible, la predicción de datos para poder anticipar nuestras decisiones, o el uso de asistentes virtuales para agendar reuniones u organizar tareas.
Con sólo echar un vistazo a nuestro alrededor, podemos comprobar que la irrupción de la inteligencia artificial en las empresas, y en muchos otros ámbitos de nuestra vida, es imparable.
Debemos intentar sacar el mayor provecho posible de su uso, ya que nos puede ser de gran ayuda para aumentar la rentabilidad y eficiencia de nuestras empresas, así como para hacernos la vida más fácil y cómoda.
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