Interjet espera reflotar con quitas entre el 70% y 80 % de sus deudas que alcanzan los 1.250 millones de dólares. Sin embargo, el Sistema de Administración Tributaria (SAT), no aceptará bajas.
Al parecer, existe el interés de los proveedores de equipos, del gobierno y de los aeropuertos, para llegar a un acuerdo. Lo que espera la aerolínea es lograr la capacidad de repago y margen operativo. El concurso mercantil en el que se encuentra ayudará para que vuelva a operar, renegociar la deuda con los acreedores, reestructurar pasivos y acomodar la participación accionaria, así lo manifestó una fuente de la compañía a El Economista.
“Los acreedores no son muchos, el avance ha sido complicado por el tema de la huelga de los trabajadores. Los montos de la deuda son grandes, pero no el número. Los acreedores comienzan con el SAT, aeropuertos nacionales e internacionales, proveedores y arrendadores de equipos, proveedores de herramientas, refacciones y luego los chiquitos”, manifestó la fuente al mismo medio. (Interjet achaca a la huelga el retraso del concurso mercantil).
Para que la aerolínea vuelva a volar dependerá de la agilidad con la que se tengan equipos, autorizaciones, certificaciones, que marcharán en paralelo. No obstante, con el SAT, las cosas no son tan sencillas pues es incierto, “con los cambios al interior, las quitas que se puedan lograr, los tiempos de pago, el interés del gobierno de no tener quiebras e incluso la oferta de poner la base de la nueva Interjet en el nuevo aeropuerto que se está construyendo”, manifestaron las fuentes a El Economista.
Alejandro del Valle en 2020 compró el 90% de Interjet, junto con su ex socio Carlos Cabal Peniche, por 150 millones de dólares. Con esto, los fundadores de Interjet, Miguel Alemán Velasco y su hijo Miguel Alemán Magnani esperaban en ese momento impedir la quiebra de la compañía aérea. (Abogado del dueño de Interjet: “Está en París y no se esconde”).
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