Diario Judío México – Gracias a la creación de innovadores productos artesanales para bebés, amigables con el ambiente y de gran impacto social, las egresadas Ibero, Monique Yaffe, de Diseño Gráfico y Ronit Tartakovski, de Diseño Industrial, fueron acreedoras a un apoyo de inversión para impulsar a su empresa Zana, en el programa de TV, Shark Tank, reality de negocios que ayuda a emprendedores con gran potencial.

En dicho programa, las egresadas presentaron su producto estrella, Bini, una hamaca mecedora, muy cómoda, resistente y segura para bebés de 0 a 8 meses de edad, la cual posteriormente se puede utilizar como banco, elaborada por manos de artesanas y artesanos Otomís de Dongú, Estado de México.

En entrevista para la Dirección de Egresados y Desarrollo Profesional, las egresadas hablan de cómo surge su emprendimiento, sus grandes retos y aprendizajes, y cómo es trabajar en conjunto con artesanas y artesanos, fusionando conocimientos e ideas, en un emprendimiento que tuvo su origen en los salones de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

El inicio

Todo comenzó cuando las egresadas tuvieron que trabajar en su proyecto de titulación, en un equipo multidisciplinario integrado por diseñadoras gráficas, industriales, moda y textil, en colaboración con artesanas y artesanos de una comunidad Otomí del Estado de México “La finalidad del

proyecto era fusionar el diseño contemporáneo con el diseño artesanal para poderles brindar una solución económica a los artesanos y poder llegar a diferentes mercados”, afirma Monique. Continua “Cada una se enfocó a diferentes tareas, yo hice la parte gráfica, las industriales hicieron la parte funcional del bini (hamaca)… y las de moda y textil, la tela de la hamaca. Fue algo muy interesante, porque trabajamos con personas que no conocíamos desarrollando un proyecto competitivo”.

De este trabajo en conjunto surgió “Bini”, producto estudiantil que ganó el primer lugar del AmArteMX, de Fundación Pro Mazahua y MVS Radio, en 2017. Un año después de terminar su carrera, las egresadas dieron el gran salto y decidieron lanzar dicho producto al mercado, “primero lo tuvimos que mejorar, cambiar algunas cosas, fue un producto de seis meses para la Universidad y si queríamos venderlo, teníamos que pulirlo” señala Ronit Tartakovski. Monique Yaffe continua “Al tener la aceptación de 9 jueces y ganar un concurso nacional, sabíamos que era un producto ganador, innovador, sí vimos mucho potencial”.

Las egresadas prepararon el terreno: diseñaron instructivos, empaques, buscaron las medidas correctas, realizaron estudios, hicieron pruebas, crearon la marca y empezaron un diálogo más profundo y cercano con las y los artesanos, a quienes consideran parte fundamental de su equipo.

Posteriormente, diseñaron nuevos productos, muñecos de peluche y sonajas.

Diálogo con artesanos

Al diseñar productos siempre lo hacen de la mano de las y los artesanos, “el artesano sabe mucho más, ellos son los que elaboran los productos, nos dicen esto no se ve bien o

sí. Todo tiene prueba y error”, afirma Monique. Y es ese contacto, diálogo y retroalimentación, lo que vuelve únicos a los productos de Zana.

El diálogo es enriquecedor tanto para las egresadas como para los artesanos “Muchas veces nosotras tenemos una idea y les vamos diciendo (a los artesanos): quiero que sirva para esto, lo quiero así; y ellos responden: con este material estaría mejor; nos van dando retroalimentación y diciendo cómo se podría hacer, pero también muchas veces a ellos se

les ocurren ideas, nos van diciendo y nosotras pulimos más el diseño, entonces es de los dos lados. A ellos la verdad les encanta la marca, están emocionados y contentos… son muy participativos” señala Ronit.

Monique y Ronit visitan constantemente las casas y talleres de las y los artesanos, conocen sus comunidades, historias y familias. “Lo padre de nuestra marca es que en cada producto, cuando te llega a tu casa, se agrega una tarjetita y dice quién lo realiza y un poco de su historia, tratamos de ser inclusivas, para que sepan que la marca no nada más es de nosotras dos, sino que somos un equipo de trabajo” resalta Monique. “Tratamos de ir cada 3 meses., sería más fácil que los productos los enviarán por paquetería, pero interactuar con ellos nos cambia el día, nos pone de buenas… pasamos tiempo con ellos”, afirma Monique.

La relación es tan estrecha e importante que el nombre de la marca “Zana” es de origen Otomí. De acuerdo a Monique, Zana significa Luna en este idioma, “lo hicimos así porque la noche es el momento más acogedor de los artesanos, en el día todos van a trabajar a diferentes lugares y en la noche es cuando se reúnen en sus casas y cuidan unos de otros, y es lo que queremos transmitir, la idea del cuidado, por eso elegimos a la luna como elemento principal”.

El impacto social

Las egresadas se sienten satisfechas al saber que los productos son valorados y vendidos, logrando un pago justo para las y los artesanos, pertenecientes a 8 familias de diferentes comunidades del Estado de México. “Les brindamos un pago muy bueno, justo por su trabajo, es bien padre que ellos vean que su trabajo llega a otros lugares, es increíble que a veces nos mandan mensajes, notas de voz diciendo: oigan está increíble lo que hicieron, porque obviamente nos siguen en todas las redes, ven luego que lo ponemos en Amazon, en Mercado Libre, ellos no tienen esa posibilidad de venta, entonces abrirles estos caminos, generarles mayor cantidad de trabajo, es algo muy padre” señala Monique.

Ronit continua “Luego ven nuestras redes y subimos fotos con ellos, porque siempre queremos que la gente los conozca, hasta nos dicen que nos mandan más fotos, les encanta que su trabajo sea apreciado”.

Los retos y aprendizajes

A lo largo de este camino de emprendimiento, las egresadas se han enfrentado a grandes retos como organizar la logística para la elaboración y distribución de los productos; definir un modelo de producto sobre el cual trabajar para que los productos se parezcan entre sí, aunque cada uno tenga su particularidad “Como es el algo hecho a mano, (es un reto) que siempre quede todo igual… no es algo hecho en una fábrica, entonces siempre habrá algo que lo hace especial, pero que sí quede lo más parecido uno al otro, para que la gente que lo compra sepa que le va a llegar el producto que pidieron” señala Ronit. De igual manera, Monique señala que otro reto ha sido “estandarizar un modelo de negocio con los artesanos… tratar de llegar con nuestros clientes a tiempo”.

De acuerdo a Ronit, durante este camino han aprendido a estar concentradas, planear todo, hacer las cosas con calma y buscar caminos alternativos cuando algo no sale como esperaban. Monique señala que también es importante “soñar en grande, al principio lo veíamos como un jueguito, como algo que hicimos para la escuela, ya cuando vas poniendo las cosas sobre la mesa y las vas viendo más en serio, creo que es importante establecer metas para poder lograrlas, es muy bueno tener la cabeza en el cielo pero los pies en la tierra”.

Nuevos rertos: Shark Tank, el futuro

Conociendo el potencial de su producto estrella “bini” y el impacto social de su marca, las egresadas decidieron participar en el programa de TV Shark Tank, con la idea de buscar un socio estratégico que las ayudará a visibilizar más Zana y ampliar su mercado.

Monique afirma “Nos dimos cuenta que el tren sólo viene una vez, entonces si no lo tomas lo puedes perder… teníamos mucho miedo, pero sí decidimos romper esa barrera para poder ir al programa, creo que fue un buen reto para nosotras, nos hizo sentir mucho mejor y posicionarnos más”.

A futuro las egresadas quieren que su marca llegue a territorio nacional, ”queremos también tocar el mercado internacional, gracias a nuestra nueva socia queremos estar en tiendas físicas, tener mayor presencia de marca, mejorar el bini hasta que podamos tener diferentes tipos de bini para todos gustos y necesidades” señala Monique.

Un consejo para los estudiantes que desean emprender

Zana comenzó como un proyecto universitario, pero finalmente se convirtió en una marca “real” que ha rendido grandes frutos. Las egresadas aconsejan a los estudiantes que se esmeren en la creación de sus proyectos universitarios “si realmente te enfocas y lo haces en serio, puedes ver que sí es una posibilidad real y que puede servir para algo… no todo es magia, pero paso a paso y más mientras estudias, porque tienes apoyo de los maestros y puedes sacar algo, para de ahí crecerlo y hacerlo un proyecto vida, hacerlo un negocio” apunta Ronit.

Para Monique también es importante quitarse el miedo “Muchas veces tenemos muy buenas ideas, pero nos da mucho miedo emprender, entonces yo les diría que lo intenten, igual el “No” ya lo tienen, entonces por intentarlo no pierdes nada, es mejor decir lo intenté y fracasé que decir nunca lo intenté y mi idea se quedó en el camino. Yo les diría a todos que se queden con intentarlo siempre y hacer la mejor versión de ti para que puedas hacer un negocio y emprender”.

La influencia de la Ibero

Para las egresadas, la Universidad Iberoamericana les facilitó el camino para emprender, las instó a involucrarse en un proyecto de tesis multidisciplinario, donde fueron evaluadas por jueces “(La Ibero) nos ha facilitado mucho el camino, y creo que nos dio también el valor de la perfección, entre las dos buscamos que el resultado sea el mejor… eso es algo que la Ibero nos ha enseñado, trabajar lo mejor posible para ser exitosas” afirma Monique.

Para esta egresada de Diseño Gráfico “Algo que también nos dio la Ibero es el concepto de una marca, a veces la gente piensa que es irrelevante… pero es importante tener un concepto detrás de cada marca para que puedan ser mucho más fuertes, tangibles”

Finaliza “todo producto tiene una historia detrás. Le diríamos a todos los emprendedores que sigan el consejo de conceptualizar, de usar la idea del design thinking y la experiencia del usuario, todo eso es muy importante y nos lo dejó la Ibero, lo pusimos en práctica para llegar a donde estamos”.

Visita la página de Zana https://zanaartesanal.com/ 

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Texto y entrevista: Fabiola Hernández Gaytán / Dirección de Egresados y Desarrollo Profesional /Universidad Iberoamericana Ciudad de México