La serie producida por Raz y el escritor Avi Issacharoff (ambos también detrás de las historias de “Fauda”), que relata la historia de un agente israelí cuya esposa muere en un extraño accidente de tránsito en Tel Aviv, “no fue un fracaso”, señaló Stern.
“Se trató de un logro increíble”, solamente por el hecho de haber conseguido “que se hiciera, por los negocios que trajeron (a Israel) y la audiencia que alcanzaron”, apuntó.
“Puede ser que los números (de público y rating) no fueran los que esperaban en Netflix, pero llegar a ese proceso y hacer una serie mitad en hebreo y mitad en inglés para una plataforma global es casi un milagro“, describió.
“Ojalá -resumió- siempre tuviéramos esa suerte” de presentar un proyecto y obtener la luz verde de un coloso como Netflix.
Stern, quien comenzó su carrera profesional durante el servicio militar, trabajando como productora en la radio de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), reveló que los costos tienen una gran incidencia en el desarrollo de la industria televisiva local.