Francisco C. De La Torre
De laboratorio sin fines de lucro a imperio de la energía digital

CDMX Octubre 7 del 2025-Hace menos de diez años, OpenAI era un pequeño laboratorio sin fines de lucro con una misión casi idealista: desarrollar inteligencia artificial de forma segura y abierta para beneficio de la humanidad.
Hoy, la empresa fundada por Sam Altman se ha convertido en una de las organizaciones más poderosas del planeta, impulsando una transformación industrial sin precedentes: la era de la infraestructura de la inteligencia artificial.

Lo que empezó como un proyecto académico es ahora una corporación global que combina capital tecnológico, energía y geopolítica.
OpenAI ya no solo diseña modelos como ChatGPT o DALL·E; ahora construye el equivalente digital de refinerías, plantas eléctricas y autopistas de información.

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Un nuevo mapa de poder: Microsoft, Nvidia, AMD y Oracle

La metamorfosis de OpenAI ha atraído una red de alianzas e inversiones que redefine la competencia entre los gigantes tecnológicos:

• Microsoft invirtió cerca de 10 mil millones de dólares en 2023 y es su principal socio de nube mediante Azure.
• Nvidia comprometió hasta 100 mil millones de dólares en infraestructura y chips de alto rendimiento, consolidando su liderazgo en el mercado de aceleradores de IA.
• AMD firmó un acuerdo estratégico que incluye el suministro de chips y opciones accionarias equivalentes a un 10 % de OpenAI, rompiendo parcialmente la hegemonía de Nvidia.
• Oracle, en una jugada monumental, firmó en 2025 un contrato de 300 mil millones de dólares para proveer 4.5 gigavatios de capacidad en la nube y construir los nuevos centros de datos Stargate, la infraestructura que sostendrá la inteligencia artificial de próxima generación.

Este entramado de alianzas demuestra que la IA ya no es solo software: es infraestructura crítica global, alimentada por energía, silicio y capital financiero.

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Oracle: del software corporativo al imperio mediático y energético

El movimiento de Oracle trasciende la computación.
Bajo el liderazgo de Larry Ellison, la empresa ha pasado de ser un proveedor tradicional de bases de datos a un actor central en la infraestructura que impulsa a la inteligencia artificial.

Su contrato con OpenAI es solo una pieza de un plan mayor: consolidar un imperio de información y energía digital.
En 2024

Recientemente, Oracle concretó la compra de TikTok JS, la plataforma social más influyente del mundo, tras una serie de presiones regulatorias en Estados Unidos y Europa.
La adquisición le permitió integrar datos, distribución de contenidos y capacidad de cómputo bajo una misma estructura, creando una red que combina infraestructura tecnológica y control de medios.

Con TikTok, Oracle no solo gana usuarios: obtiene una fuente inagotable de datos para alimentar los modelos de IA más potentes del mercado y una vía directa para distribuir contenido generado por IA.

Ellison ha logrado lo que parecía imposible: unir redes sociales, cómputo en la nube y procesamiento de datos en un ecosistema unificado, mientras se posiciona como competidor directo de Microsoft, Google y Amazon.

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El corazón del silicio: Nvidia, AMD, TSMC y la nueva geopolítica del chip

El verdadero “petróleo” de esta era no es el software, sino los chips avanzados de IA.
En 2025, Nvidia controla aproximadamente el 70 % del mercado mundial de GPU de alto rendimiento, mientras que AMD escala con acuerdos estratégicos y Intel busca reinventarse con la línea Gaudi.
Sin embargo, detrás de todos ellos se encuentra un actor invisible pero indispensable: TSMC, la empresa taiwanesa que fabrica los chips más avanzados del planeta.

Casi todo el poder de cálculo que alimenta a OpenAI, Oracle NVIDIA o Apple pasa por las plantas de TSMC.
Esa dependencia convierte a la industria de la IA en un sistema vulnerable: un conflicto en Asia tendría un impacto global similar a una crisis petrolera en los años setenta.

El silicio se ha vuelto el nuevo recurso geopolítico, y las fábricas de chips, las nuevas refinerías del siglo XXI.

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Energía, agua y territorio: los límites físicos de la inteligencia artificial

Cada avance en inteligencia artificial requiere más electricidad, más refrigeración y más territorio.
Los centros de datos de OpenAI y Oracle consumirán energía equivalente a la de países como Perú o Grecia, y necesitarán millones de litros de agua al año para sus sistemas de enfriamiento.

El reto ambiental es colosal: sin una estrategia sostenible, el crecimiento de la IA puede entrar en conflicto con las metas climáticas globales.
La inteligencia artificial ha dejado de ser un problema de software y se ha convertido en un desafío de infraestructura física y energética.

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México ante la oportunidad: gas natural y energía limpia para la era digital

En este escenario, México emerge como una alternativa estratégica para el desarrollo de infraestructura de cómputo en América del Norte.
Su cercanía geográfica con Estados Unidos, sus costos competitivos y su potencial energético lo colocan como un candidato natural para convertirse en un centro regional de IA sustentable.

Mientras el país avanza en energías renovables, el gas natural se consolida como la fuente de transición más importante para sostener el crecimiento económico y tecnológico de la próxima década.

🔹 El papel del gas natural

• México cuenta con una de las redes de gasoductos más extensas de América Latina, conectada directamente con los yacimientos y terminales de Texas.
• La disponibilidad estable y el costo competitivo del gas natural ofrecen una base ideal para alimentar centros de datos, parques industriales y zonas tecnológicas.
• Además, el gas natural emite entre 40 y 50 % menos CO₂ que el combustóleo, lo que lo convierte en una energía puente hacia la descarbonización sin sacrificar crecimiento.

🔹 Proyección a 10 años

De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial y la Secretaría de Energía, el mercado mexicano de gas natural crecerá de 8 mil millones de pies cúbicos diarios en 2025 a más de 12 mil millones en 2035, impulsado por:

• la expansión de parques industriales ligados al nearshoring,
• la construcción de nuevos centros de datos,
• el aumento del consumo eléctrico en el norte del país, y
• la conversión progresiva de plantas de combustóleo a gas.

Esto representa un crecimiento acumulado cercano al 50 % en la próxima década, con inversiones estimadas en más de 20 mil millones de dólares en transporte, almacenamiento y generación combinada.

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Ventajas y desafíos para México

Ventajas competitivas

• Cercanía con el mercado estadounidense y el ecosistema tecnológico del T-MEC.
• Amplia infraestructura energética y potencial en renovables.
• Costos de construcción y operación significativamente menores que en EE. UU.
• Disponibilidad creciente de gas natural para generación eléctrica.
• Desarrollo de Oasis Urbanos como nuevas ciudades integrales, que trasciendan el concepto de zona industrial al incorporar vivienda, centros educativos y plantas de tecnología avanzada —incluidos centros de cómputo de inteligencia artificial— para impulsar el crecimiento económico de México y reducir de manera sostenible la pobreza.

Desafíos estructurales

• Fragilidad de la red eléctrica nacional y falta de interconexiones regionales.
• Escasez de agua en zonas con alto potencial industrial.
• Procesos regulatorios lentos y falta de incentivos fiscales para centros de datos.
• Necesidad de desarrollar talento técnico especializado en energía e IA.

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Una nueva carrera por el poder digital

La alianza entre OpenAI y Oracle no es solo un acuerdo comercial: es un símbolo de una nueva era industrial, donde la inteligencia artificial, la energía y la información se fusionan.

Oracle, al combinar su infraestructura de nube con el poder de TikTok y los modelos de OpenAI, está creando un ecosistema que integra datos, contenido y cómputo como ninguna empresa antes.
Es el equivalente moderno a controlar tanto las refinerías como los medios de comunicación del siglo XX.

Y en esta nueva geografía del poder, México tiene una oportunidad histórica para posicionarse como un socio energético, tecnológico y logístico de la inteligencia artificial norteamericana.

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Conclusión

El siglo XXI se definirá por una ecuación: energía + inteligencia artificial + sostenibilidad.

OpenAI y Oracle están construyendo los cimientos de una civilización digital basada en la convergencia entre poder de cálculo, datos y energía limpia.
El reto para México será aprovechar su posición, su gas natural y su talento para integrarse en esta nueva cadena de valor global.

La oportunidad está abierta: quien controle la energía y el cómputo controlará el futuro.

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✍️ Este reportaje fue elaborado por www.aimworld.ai, compañía líder en marketing, estrategia e innovación impulsada por inteligencia artificial.