Política y gobierno

La posverdad, ¿en México?

En un excelente artículo publicado en el New York Times, Michael Hayden, quien fuera director de la CIA de 2006 a 2009, analiza lo grave que es el hecho de que el pensamiento de la posverdad (post-truth) se haya instalado en su país durante la campaña de Donald Trump y, aún más, guíe las acciones del habitante de la Casa Blanca. El diccionario Oxford definió la posverdad de la siguiente manera: “Es una condición por la cual los hechos tienen menos influencia que las emociones y las creencias personales en la formación de las opiniones”.

Ello significa, señala Hayden, abandonar la tradición de la Ilustración, la era iniciada en el siglo 17, caracterizada por el pensamiento racional, por el valor otorgado a la experiencia y al conocimiento; por la centralidad de los hechos en el pensamiento cotidiano, por la humildad ante la complejidad de la realidad, por la necesidad de estudiar y el respeto a las ideas. El pensamiento de la posverdad deja todo lo anterior a un lado y entroniza la mentira y la simplicidad del pensamiento.

Trump, afirma el ex director de la CIA, normalizó ese tipo de pensamiento al fundar su campaña en mentiras descaradas, como afirmar que en New Jersey cientos de árabes salieron a las calles a celebrar los atentados en las torres gemelas de Nueva York el 11 de septiembre; o que el magistrado de la Suprema Corte, Antonin Scalia, había sido asesinado. Pero aún más grave es que al ser cuestionado sobre esas afirmaciones, el presidente Trump se defiende denigrando a quienes dudan de sus dichos —son miembros del deep state o hackers de la CIA—, inventando que los medios se dedican a generar noticias falsas sobre él (fake news) o acerca de aquello que contradice sus afirmaciones.

Lo mismo sucede con simplificaciones extremas de la problemática y de las soluciones propuestas, como el caso de la construcción del muro en la frontera con México, como respuesta a la inseguridad de frente a la migración, el terrorismo y el tráfico de drogas. Es tal el problema del pensamiento posverdad del mandatario estadunidense, que el agente de la CIA que le presentaba el reporte diario de la seguridad nacional, le pregunto a Hayden si él creía que el presidente Trump distinguía entre la verdad y la no verdad.

Pero el problema no se reduce al presidente Trump, ya que Hayden se entrevistó con muchos de sus seguidores para tratar de entender cómo es que “compran” el pensamiento de la posverdad. Para su sorpresa descubrió que están tan enojados con los gobiernos anteriores —trabajan duro, pagan impuestos, tratan de sacar a delante a sus familias sin sentir mejoras reales por la negligencia de la clase política— que no les importa esa manera de ser de su presidente: Trump “es un americano de verdad, es auténtico”. Razón por la cual no están interesados en los hechos ni en los datos de la realidad, así como tampoco en saber si lo que les dice es verdad o mentira.

Es monumental el dilema no solo para Estados Unidos, sino para el mundo entero, de tener un presidente y una gran cantidad de ciudadanos que ya no están interesados en la realidad y en los hechos para tomar decisiones, porque las consecuencias pueden ser gravísimas.

Qué bueno que la posverdad no ha llegado a México. En las campañas electorales no está ocurriendo nada parecido. Lo de cancelar el aeropuerto y construirlo en Santa Lucía o lo de terminar con la corrupción con el ejemplo son propuestas muy racionales y bien fundadas; ningún candidato descalifica sistemáticamente a sus críticos ni los llama miembros de deep state (¿se traducirá como mafia del poder?). Tampoco los cuestionamientos son calificados como fake news (traducción mexicana: guerra sucia) ni hay seguidores que digan que lo único importante es que el candidato es auténtico y se nieguen a reconocer la realidad por más contundente que sea. En fin, tiempos complejos.

Source

http://milenio.com/firmas/guillermo_valdes_castellanos_doble_mirada/posverdad-michael_hayden-donald_trump-cia-fake_news-candidatos-mafia_poder_18_1168263175.html

EL 2 DE JUNIO DEL 2024 VOTA PARA MANTENER

TU LIBERTAD, LA DEMOCRACIA Y EL RESPETO A LA CONSTITUCIÓN.

VOTA POR XÓCHITL