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La Ruta de los Torreones: Historia, arte y patrimonio – Soria ni te la imaginas

La Ruta de los Torreones: Historia, arte y patrimonio

La provincia de Soria fue durante siglos tierra fronteriza, protagonizando importantes luchas entre cristianos y musulmanes por el control de los territorios del este, en concreto de la zona del valle del Río Rituerto. Una historia que sigue presente hoy en día a través de los testimonios patrimoniales en forma de torreones que fueron construidos para tejer así una red de torres de vigilancia diseminadas por todo el paisaje, y desde las que podían comunicarse rápidamente por hallarse en el mismo campo visual.

La función principal de estas construcciones, que en muchos casos todavía resisten, era la de vigilancia y de defensa, garantizando la seguridad de los habitantes de la zona en caso de asedio. Estos torreones fueron construidos sobre terrenos deforestados, con el fin de evitar posibles emboscadas, lo que aún hoy en día dificulta el acceso hasta algunos de ellos. Su disposición y altura, de 15 a 25 metros, permitía a los vigías que alertasen de la llegada de tropas enemigas con el margen de tiempo suficiente como para que la población pudiera ponerse a salv0. Los avisos entre torreones llegaban mediante señales de humo.

Si te gusta la historia, la Ruta de los Torreones puede ser una experiencia interesante. Un recorrido que en los últimos años se ha adaptado también a las bicicletas con el nacimiento de la ruta cicloturista de los torreones, que sigue un entramado de caminos señalizados por lo torreones medievales del valle del Rituerto. Una experiencia única en la que conjugar cultura, arte, historia y deporte.

Comenzamos nuestro recorrido por la Ruta de los Torreones, en Aldealpozo. En este caso, como sucede en otros de los lugares que vamos a recorrer, el torreón fue integrado en la iglesia y hoy en día se conserva en buen estado. En concreto, tras construir el templo a finales del siglo XII y principios del XIII, el torreón se transformó en torre campanario al añadirle los cuatro vanos de campana. Su altura es de 18 metros y la construcción figura en el catálogo de Bienes Protegidos de la Junta de Castilla y León en la categoría de castillo. 

Castellanos del Campo

Seguimos nuestra ruta por Castellanos del Campo, actualmente despoblado. Aquí podemos observar un torreón defensivo del siglo X realizado en técnica de tapial de mampostería. Una construcción que mide cerca de 15 metros y que consta de gruesos muros. Este torreón comunica visulmente con los de La Pica, Masegoso y Aldealpozo.

Hinojosa del Campo

En Hinojosa del Campo el antiguo torreón árabe también forma parte hoy en día de la iglesia del municipio. Un conjunto que está integrado en el Catálogo de Bienes de Interés Cultural. El antiguo torreón fue convertido en campanario tras la Reconquista y el iglesia de Nuestra Señora de la Asunción cuenta también con otra torre posterior, que sirvió de cabecera a la primitiva iglesia románica.

La Pica

Siguiendo nuestro recorrido llegamos hasta Tajahuerce, en cuyo término municipal se puede contemplar el torreón de La Pica, que se encuentra situado en lo alto de una colina. Se trata de una torre defensiva de origen musulmán que ha sufrido algunas modificaciones posteriores, como la puerta de acceso, en la que destaca un arco apoyado sobre sillares y que tiene grabado en el dintel semicircular un castillo de tres torres almenadas y puerta.

En la Ruta de los Torreones podemos encontrarnos también con otros restos históricos interesantes. Es el caso del despoblado Masegoso, donde quedan restos de la antigua calzada romana que unía Augustóbriga y Numancia así como el puente de Masegoso sobre el río Rituerto. Además, este barrio de Pozalmuro forma parte del Camino Natural del Agua y en él destaca su fuente. Tradicionalmente considerada romana, se emplaza en una de las zonas más húmedas en torno al caserío.

Puente de Masegoso

Fuente de Masegoso

El torreón de Masegoso, del siglo X, mide 18 metros de altura y presenta planta rectangular y silueta troncopiramidal. Los muros se levantaron con ayuda de andamios de madera anclados en la pared mediante almojayas.

Además de importantes restos históricos y arquitectónicos, Masegoso también es tierra de leyendas. Un despoblado de Pozalmuro, donde destaca su iglesia parroquial que originariamente fue románica.

Finalizamos nuestro recorrido en Noviercas, cuya torre bereber del siglo X se encuentra en perfecto estado de conservación, tras haber sido restaurada. Este torreón se encuentra situado en un asentamiento aislado, una granja, cuya torre hacía las funciones de vigilancia y defensa de la población local ante posibles ataques.

Tiene una altura total de 18,8 metros, sin cimientos, y una planta de 12 por 9 metros, cuenta con cuatro pisos más la azotea, asentada sobre bóveda de cañón apuntado, al igual que la primera planta. El acceso, como es habitual en este tipo de torres, se realiza a través de una entrada situada a la altura del primer piso, en este caso a unos 3,5 metros de altura mediante una escalera, que podía retirarse en caso de ataque.

Fotografía: www.noviercas.es

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