La empresa responsable, Airweave, explicó que el concepto era “cumplir con el Plan de Sostenibilidad de los Juegos”. Además de ser reutilizadas para los Juegos Paralímpicos, las camas serán donadas a organizaciones japonesas.
Los organizadores publicaron un manual que pide a los atletas minimizar la interacción física, que subraya la necesidad de “mantener al mínimo las interacciones físicas con los demás” y “evitar el contacto físico, incluidos abrazos y apretones de manos”.
Empezó a circular en el momento en que los organizadores anunciaron, como ya es tradición, la distribución de 160.000 condones gratuitos en la villa olímpica. Sin embargo, a los atletas se les ha recomendado que en lugar de usarlos se los lleven a sus países como recuerdos.