El show abarcó referencias desde sus inicios como una artista tenaz viviendo en la Ciudad de Nueva York, hasta su meteórico éxito, así como sus altibajos personales y profesionales, hasta llegar a su despertar espiritual; el espectáculo captura el pasado de Madonna mientras mira hacia el futuro. Dirigida por Jamie King, colaborador desde hace mucho tiempo, y con la dirección musical de Stuart Price; las canciones incluidas fueron “Nothing Really Matters”, “Open Your Heart”, “Like A Prayer”, Into The Groove” y “Crazy For You.”