José Antonio Maravall me dijo: “Consúlteselo a ese joven historiador que acaba de sacar la cátedra en Salamanca, Miguel Artola. Es muy valioso, tiene mucho futuro”. Era a principios o mediados de los sesenta. Había llegado a mis manos un texto de Antonio de Capmany sobre las reformas políticas en la España de 1810 y no sabía si estaba publicado ya. Escribí a Artola y me contestó amablemente; no estaba publicado y me animaba a hacerlo. Fue el comienzo de una relaci…
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