Por: Armando León Lezama
Con un documento de dos páginas, dirigido a las comisiones operativas, estatal y nacional del partido movimiento ciudadano, presentó su renuncia voluntaria e irrevocable.
Puntualmente, deja su militancia y la dirección operativa en el municipio de La Paz, que con buenos resultados estaba sacando adelante.
Relata en la redacción de su renuncia, “he venido constatando con tristeza y decepción, como las viejas formas de hacer política, han hecho acto de presencia en Baja California Sur, en el partido Movimiento Ciudadano”.
Indica, “poco o nada sirven los principios que dan sustento y guían la acción política de éste partido, para detener el deterioro partidista en que se encontraba Movimiento Ciudadano y echar por la borda el trabajo logrado los últimos meses, para sacar adelante un proceso electoral estatal que está en curso”.
Sin embargo, destaca Juan Domingo Carballo Ruiz, “el mercantilismo político, como norma de conducta, impactó negativa y antidemocráticamente, en las tareas internas de organización y funcionamiento, así como en los procesos de selección de candidatos” .
Explicando, “la suma de personajes con curriculum impropio y obscuro, además de señalamientos de corrupción, cobra la factura al partido Movimiento Ciudadano”.
“Hemos dejado de ser una opción democrática”, aseguró el político Sudcaliforniano, ex diputado local y expresidente del Congreso local.
“Se está actuando en contrasentido a lo que pregona ser el partido MC”, precisó.
“Sumando al descontento, primero desinterés y ausencia de la comisión operativa nacional por tres años, y luego, intromisión de la misma, de forma errónea en las decisiones que corresponden a la instancia estatal”, dijo.
Destaca en su documento de renuncia a su militancia y cargo directivo municipal:
“La congruencia entre el decir y el hacer, han sido siempre la guía que me ha permitido transitar en el servicio público e institucional”.
“Así lo aprendí de mi padre”, afirmó.
En éste contexto, comenta, “Ello me impide continuar en un espacio político, donde sucede lo contrario”.
Es decir, agrega, “donde la incongruencia despliega sus malas formas”.
Al final del escrito, se dirige particularmente al Doctor Josué Estrada Flores, dirigente estatal, y le dice:
“Lo único que en la vida no se puede perder, es la dignidad”.
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