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Metaverso: el futuro llegó hace rato – El Economista

Tenemos muchas preguntas acerca del metaverso. ¿Qué es?  ¿Cuál es su estado de evolución actual? ¿Cómo impactará en los negocios y en la forma de relacionarnos? ¿Cuáles son las implicancias legales, éticas e impositivas? Seguramente haya muchos más interrogantes al respecto porque, como todo gran cambio social, genera incertidumbre y también mucha resistencia.

Días atrás se desarrolló Virtuality Buenos Aires, uno de los eventos más importantes sobre metaverso, tecnología, criptomonedas y negocios digitales. Este evento viene a dar algo de luz a todas las inquietudes planteadas en el párrafo anterior.

Mark Zuckerberg, fundador de Meta (ex Facebook), define al metaverso como un conjunto de espacios virtuales en los que se puede crear y explorar con otras personas que no están en el mismo lugar físico que nosotros. Las tecnologías reinantes en el Metaverso son la realidad aumentada, la realidad virtual, blockchain, y las criptomonedas. 

Hoy hay algunos ejemplos en el mundo de los juegos digitales como Fortnite o Minecraft, o en los negocios, donde a través de realidad aumentada es posible probarse cosmética y ver en tiempo real cómo nos sienta. 

El estado presente del metaverso, según los especialistas, es incipiente. En palabras de unos de los oradores: “Hoy estamos mirando el metaverso de manera similar a Internet en los años ’90”. Otro agregó: “Estamos en el mismo momento que cuando en el mundo de la música nació Napster” (plataforma nacida en el año 2000 mediante la cual podíamos descargar archivos para escuchar música). 

De todas formas, todos los ponentes coinciden que la clave para que el metaverso pueda evolucionar es la colaboración de empresas, universidades y usuarios. Este universo digital es un proceso de co-creación y no existirá un solo Metaverso. De hecho, cuantos más existan, mayor va a ser el crecimiento de la tecnología y mejorará la experiencia del usuario. 

En lo que respecta a los negocios, las organizaciones pueden nutrirse del Metaverso para posicionar su marca, crear un nuevo canal de venta y comunicación, o innovar en productos o servicios. Además, puertas adentro, las organizaciones pueden apalancarse en esta tecnología para rediseñar procesos, entrenar empleados, realizar reuniones del trabajo en un entorno más “real”, y generar reclutamiento de colaboradores. 

También el desafío está en el mercado de trabajo y las instituciones educativas. ¿Cómo haremos para tener la cantidad suficiente de perfiles con conocimiento para garantizar el desarrollo del metaverso? Hoy en Argentina la demanda de perfiles digitales supera ampliamente la oferta disponible en el mercado.

Por último, un tema no menor, es la regulación legal e impositiva de esta actividad. La conclusión general fue la ausencia de regulación que existe en la mayor cantidad de países y la variedad de las reglamentaciones existentes. Desde países como El Salvador, que adoptó el Bitcoin como segunda moneda de curso legal, hasta Bolivia o Ecuador que prohíbe las criptomonedas. Por el lado de Argentina, el Gobierno, luego del acuerdo con el FMI, se comprometió a desalentar el uso de criptomonedas con el objetivo de prevenir el lavado de dinero. También se destacó que Argentina, hace unos pocos años, incorporó como ganancias todo resultado proveniente de la enajenación de monedas virtuales. En lo que respecta a Ingresos Brutos, cada provincia aplica criterios diferentes para este activo y en Bienes Personales, la incertidumbre es aún mayor porque muchos sostienen que son un activo intangible y no corresponde su aplicación.

Otro capítulo será la posible regulación entre derechos y obligaciones dentro del metaverso. Las tensiones entre regular y no regular recién comienzan. Algunas certezas y muchos interrogantes. La pregunta que sigue sin resolver y para la cual hoy nadie tiene respuestas es hasta dónde llegará su desarrollo.

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