México ante la era de la IA y los nuevos desafíos globales: ¿cómo reconstruirse desde dentro?

Francisco C. De La Torre

CIUDAD DE MÉXICO Abril 18 2025— En un momento crítico de su historia, México se encuentra en la encrucijada de dos grandes desafíos: una transformación tecnológica global encabezada por la inteligencia artificial (IA), y una creciente presión comercial desde su principal socio económico, Estados Unidos, impulsada por la política arancelaria del expresidente y ahora presidente electo, Donald Trump. A menos de un año del inicio de una nueva administración en Washington, la amenaza de nuevos aranceles, bloqueos tecnológicos y tensiones diplomáticas obliga a México a actuar con urgencia. Pero ¿cómo puede un país con profundas fracturas sociales, un déficit fiscal creciente y empresas estatales en crisis ponerse a la altura de la nueva era digital?

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La bomba de tiempo: Pemex, CFE y el déficit

Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), otrora pilares del desarrollo nacional, hoy representan un lastre para las finanzas públicas. Pemex perdió más de 20 mil millones de dólares en 2023, y la deuda consolidada supera los 105 mil millones. CFE, por su parte, opera con plantas obsoletas que dificultan la transición a energías limpias.

Ambas empresas consumen una parte importante del presupuesto federal, restando recursos a sectores clave como salud, seguridad e infraestructura tecnológica. Expertos proponen una solución inmediata: cerrar refinerías ineficientes, acelerar la importación de combustibles mientras se impulsa la exploración de gas natural, y abrir CFE a la inversión privada en renovables y redes inteligentes.

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El reto del déficit fiscal y la economía informal

México mantiene un déficit fiscal cercano al 5% del PIB, el más alto desde 1988. Sin una reforma fiscal efectiva y sin ampliar la base tributaria, el país seguirá financiando el gasto con deuda, lo que limita su margen de maniobra ante crisis externas. Más del 55% de la población económicamente activa trabaja en la informalidad, lo que no solo reduce la recaudación sino que perpetúa la precariedad laboral.

El camino es claro: simplificar el sistema tributario, ofrecer incentivos a la formalización —como acceso a crédito y salud— y utilizar tecnologías como la IA para monitorear evasión y gestionar subsidios con eficiencia y transparencia.

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Nearshoring, China y la nueva geopolítica

La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha redefinido el mapa de la producción global. México, por su posición geográfica y su acceso preferencial al mercado estadounidense, se encuentra en una posición estratégica única.

Para capitalizar esta ventaja, México debe:

• Agilizar permisos e infraestructura para nuevos parques industriales en el norte y bajío.

• Establecer incentivos fiscales específicos para empresas asiáticas que reubiquen operaciones.

• Firmar acuerdos bilaterales de innovación tecnológica con EE.UU. y Canadá.

• Fortalecer el Estado de derecho, especialmente en regiones industriales, para garantizar seguridad jurídica.

Estas acciones permitirán atraer empresas de semiconductores, manufactura avanzada, dispositivos médicos y componentes automotrices, sectores clave que están migrando fuera de Asia.

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Gas natural: la energía estratégica

México cuenta con reservas importantes de gas natural no convencional en el norte, además de acceso directo a ductos con EE.UU., uno de los mayores productores del mundo. Sin embargo, su aprovechamiento ha sido limitado por falta de inversión, infraestructura y visión estratégica.

Para detonar el desarrollo del gas natural como palanca industrial y energética, se recomienda:

• Aprobar un marco regulatorio estable y atractivo para la inversión privada, nacional y extranjera.

• Expandir la red nacional de gasoductos, especialmente en regiones industriales como el Bajío, el norte y el sureste.

• Substituir combustóleo y diésel en la generación eléctrica por gas natural, reduciendo costos y emisiones.

• Impulsar hubs logísticos de gas para industria pesada, generación eléctrica y transporte público.

• Promover alianzas público-privadas para licuar y exportar gas natural desde el Pacífico mexicano hacia Asia.

El desarrollo del gas natural no solo permitirá reducir el costo de la energía en México, sino también mejorar la competitividad industrial y reducir la huella de carbono.

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Una política industrial 4.0: IA como motor

México aún no tiene una política industrial del siglo XXI. Mientras Estados Unidos, Europa y China invierten miles de millones en investigación, semiconductores e IA, México destina menos del 0.4% del PIB a ciencia y tecnología. La creación de un fondo nacional de innovación, con aportaciones privadas e internacionales, sería el primer paso para financiar startups y centros de excelencia en inteligencia artificial, robótica y manufactura avanzada.

Además, se debe fomentar la educación en STEM desde el nivel medio superior, impulsar alianzas universidad-industria y generar infraestructura básica para que las empresas tecnológicas puedan instalarse en el país con acceso a talento calificado, conectividad y seguridad.

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Exportaciones, logística y competitividad

México tiene el potencial de duplicar sus exportaciones si moderniza sus aduanas, mejora la logística y garantiza seguridad jurídica. El nearshoring ya representa más de 35 mil millones de dólares anuales en inversiones comprometidas, pero los proyectos avanzan lentamente por la falta de infraestructura energética y la inseguridad.

Urge:

• Digitalizar el sistema aduanal.

• Modernizar puertos, carreteras y ferrocarriles.

• Establecer ventanillas únicas de inversión en los estados.

• Crear zonas logísticas multimodales que conecten puertos con centros industriales.

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Bajando la inflación y el costo de la vida

Una de las causas más dolorosas para las familias mexicanas es el aumento del costo de vida. La inflación ha golpeado más fuerte en alimentos, transporte y vivienda. Para combatirla, se requiere una estrategia integral:

• Invertir en transporte público eléctrico para reducir costos de movilidad.

• Impulsar la producción local de alimentos con tecnologías de agricultura de precisión.

• Regular y fomentar vivienda de interés social inteligente con eficiencia energética.

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Seguridad: la condición indispensable

Sin seguridad no hay inversión, empleo ni desarrollo tecnológico. México debe pasar de una estrategia reactiva y militarizada a una de inteligencia, prevención y coordinación entre niveles de gobierno. La IA puede jugar un rol esencial en el análisis de patrones criminales, respuesta rápida y vigilancia predictiva.

La profesionalización de las policías, el uso de sistemas integrados de datos y el combate frontal a la corrupción institucional son condiciones mínimas para pacificar regiones estratégicas como el norte industrial o el corredor del Istmo.

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Conclusión: reconstrucción desde dentro

México no puede aspirar a competir en el siglo XXI con estructuras del siglo XX. Si quiere enfrentar las embestidas de Trump, el colapso de sus empresas públicas y el rezago tecnológico, deberá reinventarse desde dentro. La inteligencia artificial no es solo una herramienta: es la columna vertebral de un nuevo proyecto de nación. La industria del gas natural, el nearshoring y la economía digital pueden convertirse en motores de una nueva era.

La historia ofrece pocas oportunidades como esta. México puede ser una potencia emergente en la era de la IA o resignarse a ser el patio trasero de un mundo que avanza sin él.

El reloj ya empezó a correr.

Este artículo fue desarrollado por www.aimworld.ai con el apoyo de IA