El estado del suboficial del Ejército, Michael Natanahel Verón, continúa considerado como grave y fue sedado, puesto en coma inducido y asistido con un respirador mecánico para sostener su evolución mientras se esperan nuevos elementos para ser intervenido quirúrgicamente por segunda vez en la lesión determinante que sufrió en la columna vertebral y médula tras ser arrojado a una pileta en el Regimiento de Monte 30 de Apóstoles durante la siesta del viernes pasado, 8 de julio.
“Michel” Verón no responde aún, no tiene o registró autonomía desde el cuello hasta los pies por el golpe que sufrió en la espalda y que le destruyó dos vértebras que a su vez lesionaron la médula espinal.
Su estado se agrava mucho más al recobrar el conocimiento, resumieron familiares consultados en la vereda de la clínica de calles San Luis y avenida Mitre de Posadas, donde fue internado el sábado tras la derivación realizada desde el Hospital Ramón Madariaga donde arribó de urgencia al caer la tarde del viernes proveniente de Apóstoles.
“Se pone nervioso al notar que no tiene respuesta desde el cuello hacia abajo” y por ello se lo mantiene sedado con fármacos y con asistencia respiratoria, resumió ayer la madre de “Michel”, María Mónica Rosalino.
Demás familiares, amigos y allegados al joven militar la acompañan en la vigilia que montaron en las escaleras de acceso al sanatorio donde permanece internado.
Hasta el momento lo que se sabe en torno a las lesiones de Michael Verón, se sospecha de un ataque en medio de un ritual de iniciación o graduación al que fue obligado a participar por sus superiores y que incluyó a sus compañeros también recibidos pocas horas antes como suboficiales, cabos entre otros cargos.
A “Michel” lo arrojaron de una patada o puntapié en la espalda a la pileta del casino del regimiento. Estaba casi vacía y habría caído de espalda.
Debió ser rescatado porque no se pudo volver a mover y luego llevado al hospital zonal de Apóstoles, donde se requería mayor complejidad de recursos para el cuadro por lo que la emergencia se trasladó al Hospital Ramón Madariaga. Allí se evaluó el estado y se dispuso la terapia intensiva en una clínica del centro posadeño.
El padre de Michael Verón radicó la denuncia en la comisaría Tercera de Posadas y desde el Ejército se presentó de manera similar lo sucedido para el inicio de la investigación.
Se ordenó desde la fuerza de seguridad militar el apartamiento de todos los jefes del regimiento de Apóstoles y su correspondiente puesta a disposición judicial.
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