el Papa Francisco llama a un cambio radical, a una “nueva ética”, en la organización y gestión de la economía mundial y las finanzas cuando se dirigió a una conferencia de alto nivel en el Vaticano a la que asistieron el director gerente del Fondo Monetario Internacional, el presidente del Banco Mundial, los jefes de las instituciones multilaterales, los ministros de gobierno y conocidos economistas, incluyendo a muchos de América latina.
Él les animó a construir puentes para impulsar el desarrollo de una visión de la solidaridad en el mundo financiero, entre los gobiernos y en las decisiones económicas. La conferencia de un día, se celebró en la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y reunió a economistas y funcionarios de gobierno de Norte y Sur América, Europa y África.
“El mundo es rico, pero, a pesar de esto, el [número] de la pobre gente que nos rodea está aumentando”, dijo en el encuentro internacional en Febrero. 5. Dijo que el ingreso per cápita en el mundo de hoy es de alrededor de $12.000, pero “cientos de millones de personas que viven en la extrema pobreza, que carecen de las necesidades básicas de la vida, incluyendo la alimentación, la atención médica, escuelas, agua potable.”
Cinco millones de menores de edad “morirán este año debido a la pobreza”, el Papa Francisco dijo, y otro de 260 millones están sin educación debido a la falta de recursos, las guerras y la migración, mientras que millones de personas más a las víctimas de la trata de seres humanos o de nuevas formas de esclavitud, o sometidas a la prostitución o la venta de órganos.
Esta situación es “una llamada a la acción, no un motivo para la desesperación,” les dijo. “No estamos condenados a universal de la desigualdad”, dijo, sugiriendo “respuestas creativas en la cara de la…el sufrimiento de tantas personas inocentes.”.
Él se identifica el problema como “la falta de voluntad y decisión para cambiar las cosas, y especialmente [cambiar] las prioridades.” Pero, él dijo, “un mundo rico y una vibrante economía puede y debe poner fin a la pobreza.”
“El mundo es rico, pero, a pesar de esto, el [número] de la pobre gente que nos rodea está en aumento”, el Papa Francisco dijo. “Cientos de millones de personas que viven en la extrema pobreza, que carecen de las necesidades básicas de la vida, incluyendo la alimentación, la atención médica, escuelas, agua potable.”
Observando la pobreza extrema en el medio, a veces, de la extrema riqueza, él dijo, “Esto es porque hemos permitido que la brecha para convertirse en la más grande en la historia.” Señaló que las 50 personas más ricas del mundo podrían proporcionar la educación y el cuidado de la salud para cada niño pobre en el mundo. “Ellos podrían salvar millones de vidas cada año.”
Pero, junto a “la globalización de la indiferencia”, dijo, hay lo que San Juan Pablo II llamó “las estructuras de pecado”, que son visibles cuando “el bien común” se reduce a la de “ciertos sectores”, o cuando la economía y las finanzas “se convierte en un fin en sí mismos.” Él atribuyó estos males a la “idolatría del dinero, la codicia y la especulación,” agravada por la velocidad de las transacciones, como resultado de la tecnología moderna.
el Papa Francisco dijo que la doctrina social de la iglesia enseña que las formas de gobierno y de los bancos de lograr su buen propósito en la sociedad cuando trabajan para “el bien común, la justicia social, la paz y el desarrollo integral de cada persona y de la comunidad humana.”
Pero las “estructuras de pecado”, construido sobre la corrupción por parte de algunas de las compañías más grandes del mundo, a menudo en colaboración con el sector gubernamental, para facilitar la evasión de impuestos por parte de los ricos que utilizar paraísos fiscales para la privada y la ganancia empresarial. Señaló que cada año “miles de millones de dólares” que debe ser utilizado como la de los impuestos que financian la atención médica y la educación son depositados en estos paraísos fiscales, la prevención de los gobiernos de proporcionar el adecuado desarrollo de sus pueblos.
Este problema fue mencionado por varios de los oradores en la conferencia, incluyendo a Gustavo Beliz, ministro de operaciones estratégicas en el nuevo gobierno Argentino, a quien el Papa Francisco sabe bien, y el Profesor Joseph E. Stiglitz de la Universidad de Columbia en Nueva York.
señaló que cada año “miles de millones de dólares” que debe ser utilizado como la de los impuestos que financian la atención médica y la educación son depositados en estos paraísos fiscales, la prevención de los gobiernos de proporcionar el adecuado desarrollo de sus pueblos.
el Papa Francisco destacó el hecho de—que conoce muy bien desde sus días en la ciudad de Buenos Aires—que la gente en “deuda de los países afectados” tienen que soportar los pesados impuestos y recortes en los servicios sociales para que sus gobiernos puedan pagar la deuda pública que puede ser insostenible. Tales deudas se realizan a menudo para promover el desarrollo económico, pero se puede lograr lo contrario y terminan siendo un factor que daña a una nación del tejido social, dijo el papa.
el Papa Francisco recordó lo que Juan Pablo II escribió en 1991 con respecto a la deuda externa de los países: “El principio de que las deudas deben ser pagadas es ciertamente solo. Sin embargo, no es derecho a exigir o esperar el pago cuando el efecto sería la imposición de decisiones políticas que conducen al hambre y la desesperación de todos los pueblos. No se puede esperar que las deudas que hayan sido contratados deben ser pagados al precio de sacrificios insoportables. En tales casos es necesario encontrar—como, de hecho, es en parte sucediendo—maneras de aligerar, aplazar o incluso cancelar la deuda, compatible con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso.”
Francisco recordó que los gobiernos, a las Naciones Unidas habían llegado un poco acuerdo similar en su acuerdo sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, y varios oradores en la conferencia se había asentado en este mismo punto, de los países que se trajo a sus rodillas por la deuda y la demanda para el pago.
frente a tales problemas, Francisco, dijo, había una necesidad de nuevas formas de solidaridad de los financieros que permitan a los países a desarrollar sin tener que soportar una carga imposible. Él agradeció a los participantes en la conferencia por su sensibilidad a estos temas y les animó a encontrar nuevas formas creativas de “la solidaridad y la inclusión” para ayudar a los países a manejar su deuda y desarrollar maneras que también ayudaría a acortar las distancias entre ellos y los más ricos, más los países económicamente desarrollados.
la referencia a La cuestión de la deuda fue especialmente significativo, como señaló el Papa Francisco pública de apoyo a los esfuerzos del nuevo gobierno en Argentina, su tierra natal, para renegociar y reestructurar su deuda enorme con la I. M. F., Él se había comprometido a ayudar en cualquier forma que él podría cuando él se reunió con el nuevo presidente de la Argentina en enero. 31.
La conferencia, organizada por el Argentino Monseñor Marcelo Sánchez Sarono, canciller de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales, proporcionó una oportunidad crucial para el Argentino Ministro de Economía Martín Guzmán y el Ministro de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz para reunirse en privado con el jefe de la I. M. F., Kristalina Georgieva, y la persona responsable de la I. M. F. de las relaciones con los países del Cono Sur, Sergio Chodos.
pasaron dos horas y media en conversación privada durante una cena en la Embajada Argentina ante la Santa sede a última de la tarde. Esta mañana, ambos lados dijo a los periodistas que fue un encuentro muy constructivo.
En su discurso a la conferencia, Francisco declaró que “una de las principales estructuras del pecado es la industria de la guerra, que toma tiempo y recursos al servicio de la división y de la deuda.”
haciendo Eco de lo que dijo en Nagasaki, en Japón, el pasado otoño, recordó que “el mundo pierde miles de millones de dólares en armas y la violencia cada año,” un dinero que podría ser utilizado para proporcionar la atención médica, la educación, el bienestar y las necesidades básicas de las personas que están consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Él instó a los participantes a utilizar sus buenos oficios para informar y ayudar a los gobiernos a re-establecer sus prioridades y combatir las injusticias en el mundo. Él los invitó a “trabajar juntos para poner fin a estas injusticias” y promover “una nueva ética.”
Francisco se unió a todos los participantes para una foto de grupo fuera de la Academia Pontificia para las Ciencias Sociales y saludó a cada uno de ellos. Después de que él se había ido, la Señora Georgieva, el primer jefe de la I. M. F. de una economía emergente—Bulgaria—publicado un tweet en el que expresó “mi inmensa gratitud a @pontifex para unirse a nuestro diálogo y para sus inspiradoras palabras. Compartimos plenamente la visión de que la economía mundial debe ser más incluyente, más fraterna y la atención acerca de nuestra casa común, nuestro planeta.”
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