Categories: Aguascalientes

Poesía de Nicaragua: Alain Pallais – Circulo de Poesía

En el dossier que construye Víctor Ruiz de la nueva poesía nicaragüense, leemos a Alain Pallais (Managua, 1975). Poeta, traductor, ilustrador y soldado. Estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Ingeniería de Nicaragua (UNI) y Diseño gráfico en Los Angeles City College, California. Sus poemas han sido publicados en diversos medios tanto impresos como digitales: Círculo de Poesía, Álastor, May Day, La Prensa Literaria, El Nuevo Amanecer Cultural, California’s Best Emerging Poets 2020 (Z Publishing House, USA, 2020), A Glimpse Into Anywhere (Masterclass, USA, selección de poemas hecha por Billy Collins, 2019), Pinturas Literarias (Editorial Novel Arte, Argentina, 2006), entre otros. Ha participado en talleres de literatura impartidos por los poetas Iván Uriarte, Mario Bojórquez, Billy Collins, Valzhyna Mort, Ishion Hutchinson y Laure-Anne Bosselaar. Sus traducciones han sido publicadas en Círculo de Poesía, Nueva York Poetry Review, Altazor y Álastor. Sus pinturas y gráficos han ilustrado la portada de cuatro poemarios, un libro de cuentos, una antología de poesía dominicana y un libro de ensayos. Diseñó y participó en la realización de cuatro escenografías para la obra musical Una Más de Tío Coyote y Tío Conejo presentada en el Teatro Nacional Rubén Darío y la Escuela Nacional de Danza. Su poemario inédito The Sandbox es un poema extenso que recoge sus experiencias durante su desplazamiento en Irak (2004-2005), en este Pallais evoca y convoca los fantasmas de la guerra y se une a las voces de poetas-soldados como Salomón de la Selva, Wilfred Owen, Robert Graves, quienes experimentaron y denunciaron el horror vivido en las trincheras. A continuación se presentan unos fragmentos de ese poemario.

the sandbox

aún los gallos no cantan
pero ya las mujeres han llorado
un terror maternal

mi cuarto es una galería en ruinas
donde hubo obras inconclusas
y diálogos albos con la pluma
ahora quedan huecos en la pared
y un tesoro escondido en el cielo raso

son pocas las cosas que se llevan a la guerra
tinta
         lámpara
                       lágrimas
una astilla para encender el hogar                
fotografías?                no
no llevaré fotografías
valor
          valor para mudar
temor
           temor para vivir
un morral para poner los trozos
de esto que ahora soy
y dejaré de ser en el desierto

he cerrado la puerta
siempre olvidamos algo al partir

en Fort Hood no hay gallos que canten
mientras inicia el engranaje de la muerte

0625
sosteniendo el banderín inclinado hacia el frente
en posición de descanso
soy una escultura amanecida
de esta primavera recién llegada

el sargento primero se acerca
camina a mi alrededor inspeccionando el uniforme
pregunta si salí a divertirme anoche
si alguna chica queda esperando
sin darme tiempo para responder
pregunta si estoy listo

la formación ante los espectadores
se   vuelve   una   instalación  viva
        que  expresa  disciplina         unidad    
coordinación          y           respeto

es una pausa que respira con calma
y admite el arribo de viejas postales
  o le juega una broma a la
          postura
                                                que pagaríamos con   20    pechadas

los  guerreros de terracota   pierden 
       sus colores al ser            expuestos
fallecen           ante los espectadores
como si la vida     estuviera  en aquella
sepultura

0630
(the Reveille)
present        arms
alzo el asta

con un súbito giro la alineo con el horizonte
      mientras los otros
      soldados saludan
      con la mano hecha
      faca en la esquina
     de su frente

los vehículos se detienen
los conductores salen
voltean hacia el vértice del llamado
y se convierten en estatuas de respeto

por 21 segundos
un toque de corneta paraliza Fort Hood
mientras la bandera es izada
hacia la punta del mástil mayor
ondeando sus franjas y estrellas

hoy la diana nos llama
a despedirnos de nuestras rutinas
a cruzar el Atlántico como aves de guerra
mañana
nos llamará a respirar el humo con olor a pólvora
en un escenario hostil
precario

comandantes y rasos en primera clase
avanzo en lo estrecho
el ruido de fusiles golpeándose
     golpeando los asientos
—es algo extraño caminar en un transatlántico
                            de American Airlines
con un M16A2 al hombro

busco un lugar predestinado
                                   si fuera fortuna
                                   o desgracia
después de negociar con la mirada
me siento en un letargo amanecido
donde soy un bote
con su vela extendida            a la merced del viento
con su vela recogida              a la merced del agua
y atravieso las estaciones del trópico
las urracas algarabiadas en los frutales
luego las estaciones del norte
cada una con su metáfora en los ojos

todo ha sido un reflejo sobre el agua
pues tanta libertad ha estado siempre
a la merced de su ancla

mientras cavamos en el conocimiento
siempre regresamos a tierra

el capitán anuncia el descenso
la pantalla muestra que sobrevolamos
el centro de Europa
miradas que preguntan
sabemos de la información clasificada

las cosas deben quedarse donde están
—cuando un soldado deja su fusil desatendido
una luciérnaga se despierta
vuela en la consciencia prendiendo su luz
con un ritmo cada vez menos intenso
y solo se detiene
cuando el soldado vuelve a posar su mirada
sobre aquel animal que solo sabe dormir
                                                           y matar

se harán inspecciones mecánicas
se llenarán los tanques de combustible

la puerta se ha abierto
salimos en orden       
con calma
al cruzar el umbral
mi mirada sale como perro
en busca de algo que me ubique
la interminable pista
tumultos de nieve
a lo lejos                                            PRAHA
Bohemia

bohemio
una palabra con dos posibilidades
me vuelvo esa capaz de apagar la luciérnaga
y caminar a tientas en la oscuridad de un verso

hacia dónde van los dromedarios
con esa calma de perenne peregrino?
van de charco en charco
humedeciendo el anafe en sus gargantas
entre retazos de sal tendidos
sobre el desierto que los nutre con espinas

hacia dónde van esas mujeres
con múltiples carencias?
llevan la inquietud en el rostro
y se mueven como fantasmas
por un camino interminable

habrán pernoctado
en la solitaria caseta de barro
construida a escala inhumana?

sus hijos extienden una mano
y con la otra
depositan un trozo de aire en su boca

desde vehículos militares
lanzamos bolsas de Meal Ready to Eat
con la intención de amansar el hambre

que en silencio les estruja el vientre

con el tiempo habrán crecido
manipulados por malas interpretaciones
de un libro lleno de paz
empuñarán ese odio milenario
y afeitarán su cuerpo para inmolarse

escuchaste los gritos anoche?
conocías al capitán?
ya viste el charco de sangre?
en qué búnker?

temerosos comentarios recrean explosiones de morteros
en la memoria de todos los que esperamos
en una larga fila para darnos un baño
después de tres días de sol acumulado

cuelgo mi t                             mi f

     a                                 s

     l                                  i

     l                                  l

al entrar al baño
mis pies se sumergen en la espuma
de agua lodosa                       orines
y el estrés enjuagado de soldados
que hoy han renacido

no es un Pollock
alguien la compara con el mapa de Groenlandia
marrón
distingo el rostro de un viejo barbudo
que congelaría la lengua del lector

en mis viajes al comedor
noté que alguien había puesto una cruz
     la quitaron
                                                 un epitafio
      lo quitaron

han intentado borrar la mancha de sangre con agua
y cubrirla con arena
pero se aferra al pavimento
         a mi memoria

las balas sisean
al entrar en hogares ajenos
— me cuenta
herido el muecín pide auxilio
de rodillas frente al cañón
el pueblo llora
      ora
el gatillo se calma

entre el zumbido de moscas
la carpanta canina devora los sesos de un Haji

quién era yo en ese gélido instante
en qué me he convertido
se pregunta

confundido mi estómago gruñía
ante el olor a carne quemada

mi mente se apresuró a restaurar
la imagen rota de su cuerpo desnudo

su esposo conservará las placas
y en su entierro dirá que la amaba

yo callaré
— asegura

nunca le había temido
a un niño con su mano extendida

de dónde toman tanto valor?
la arena juega entre sus dedos
se incrusta en sus develadas niñas

este soldado no es lo que parece
en soledad
se arranca el aliento del cañón
se parcha los huecos
y aprieta sus párpados con atrición

También puedes leer

Quincenalmente sesiona el taller de poesía dirigido por Mario Bojórquez (Premio Nacional de Poesía Aguascalientes).…

This content was originally published here.

Ciudadano por México

Recent Posts