JOSÉ DÍAZ BRISEÑO /
AGENCIA REFORMA
Washington.- A casi dos meses de las elecciones intermedias del próximo 6 de noviembre, el Partido Demócrata tiene muchas posibilidades de ganar el control de la Cámara de Representantes, lo cual llevaría a Estados Unidos a una nueva era de gobierno dividido.
El Partido Republicano confía en que mantendrá su poder, basado en el control de la Casa Blanca y de las dos cámaras del Capitolio, aunque las proyecciones apuntan a un resultado diferente.
Las bases demócratas tienen el 80 por ciento de posibilidades de hacerse con la Cámara baja, según el sitio Five ThirtyEight, y su campaña actual está centrada en la difícil tarea de revertir una parte de las políticas públicas del presidente Donald Trump.
“En políticas públicas, los demócratas van a intentar revertir algunas de las acciones que Trump ha tomado en regulaciones sobre el medio ambiente, inmigración, pero realmente va a lograrse muy poco. En el Senado no se va a llegar a mucho y Trump no va a promulgarlo”, dijo a Reforma Eric Ostermeier, de la Universidad de Minnesota.
La dificultad para empujar políticamente una agenda de izquierda, en la que se incluye la iniciativa para un proceso de juicio político contra Trump, pone a los miembros del Partido Demócrata en una difícil situación, a pesar de que los republicanos cuentan solo con un 68 por ciento de probabilidades de ganar el control del Senado.
“Si los demócratas no legislan más hacia el centro, el control en la Cámara, y posiblemente el Senado, será de vida corta, y el país continuará en este ciclo, balanceándose en el poder un Partido Republicano que es cada vez más a la derecha y un Partido Demócrata más a la izquierda” puntualizó el experto.
Con un total de 435 escaños, los demócratas necesitan ganar 24 distritos netos en la Cámara baja para arrebatar el control a los republicanos. Actualmente los sitios de predicciones como Five ThirtyEight estiman que los demócratas ganarán un promedio de 37 escaños.
En el caso del Senado, el Partido Demócrata necesita tres escaños netos para poder controlar asuntos como el presupuesto.
Los escándalos derivados de la investigación de la trama rusa provocaron que tres de cada cuatro estadunidenses vean las elecciones legislativas como un referéndum sobre la presidencia de Trump, según la encuesta más reciente de Los Angeles Times.
“Las evaluaciones negativas del presidente (…) están provocando que una situación mala se convierta en peor para los miembros republicanos del Congreso”, explicó Stephen J Farnsworth, profesor de ciencia política en la Universidad de Mary Washington.
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