Política y gobierno

¿Quién era José Manuel, el cura asesinado en Venezuela?

“Escuchar que la vida de una persona ha sido arrebatada a causa de la violencia y la delincuencia en Venezuela, lamentablemente se ha convertido en una cosa común”, dice el padre Manuel Lagos, miembro de la congregación Sagrado Corazón de Jesús (Dehonianos), la misma a la que perteneció José Manuel De Jesús Ferreira, el sacerdote venezolano asesinado la noche del 20 de octubre frente a su residencia en San Carlos (Cojedes), unos de los cinco estados llaneros del país suramericano.

Escuchar los testimonios de quienes le conocieron, permite tener una mayor claridad y semblanza del sacerdote cuya vida quedó sesgada por la bala de un asesino la noche del 20 de octubre. Es el terrible contexto de la violencia que se vive en el país bolivariano que, inmerso en una crisis humanitaria compleja también sufre la falta de valores y del respeto a la vida. En ese escenario, el padre José Manuel, fue un verdadero mensajero de Dios, aunque desconocido para el gran público, los medios y parte de la misma iglesia.

Este sacerdote no es una estadística más

“En 2019, Venezuela se mantenía como uno de los países con mayor número de muertes violentas en la región y en el mundo, con un saldo estimado de 16.505 homicidios”, publica el padre Manuel Lagos en el portal de congregación, agregando que este tipo de informaciones pueden parecer simplemente datos o estadísticas.

“Pero si nos detenemos a escuchar las historias concretas de familias venezolanas, simplemente nos conmueven, nos indignan, nos llevan a la reflexión y nos hace preguntarnos por el sentido mismo nuestra vida y de nuestros seres queridos”, escribió.

“En estas situaciones como religiosos y sacerdotes, desde nuestra fe, intentamos ser cercanos, vivir y elaborar el luto, dar esperanza, conforto y soporte a los familiares y a los más afectados”, agrega sin dejar al margen sus emociones ante la muerte del sacerdote.

“Hoy nos ha tocado a nosotros, Dehonianos de Venezuela. La noche del 20 de octubre del 2020, mientras el padre José Manuel conversaba y despedía a unos feligreses en la puerta de la casa parroquial, entraron unos hombres armados que los sometieron y les hicieron entrar en la vivienda para robarlos. Aparentemente José Manuel se resistió al asalto, por lo que le dispararon letalmente, causándole la muerte”.

¿Pero, quien era el padre José Manuel…?

El padre José Manuel nace en Caracas (Venezuela) el 25 de noviembre de 1980. Hijo de Isabel y Juan, migrantes portugueses en Venezuela, expone Manuel Lagos. Era el tercero de cuatro hermanos. Como muchas familias venezolanas eran comerciantes y emprendedores, han trabajado y esforzado por sacar a su familia adelante no sin dificultades. Por la inestable situación del país, su madre regresa a Madeira (Portugal) mientras su padre padre permanecía en “El Cementerio”, donde crecieron sus hijos.

“José Manuel entra en la congregación de los sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús en el año 2000. Hacía vida en nuestra parroquia “San Miguel Arcángel” del Cementerio. Hace sus primeros votos en esta parroquia el 29 de septiembre del 2004 y posteriormente es ordenado sacerdote el 19 de diciembre del 2009”, relata.

Durante su ministerio diaconal y luego como sacerdote, fue encargado de la pastoral en la parroquia de “Nuestra Señora del Carmen” en Mariara, estado Carabobo. “Participó por un tiempo al curso de formadores en Roma y posteriormente regresa a Venezuela”, para ser designado “administrador parroquial en la iglesia “Santo Domingo de Guzmán” en la diócesis de San Carlos, donde actualmente reside nuestra comunidad dehoniana”.

Lagos dice que después de “un tiempo de discernimiento, deja la comunidad y se pone a disposición del obispo local”, el cual le confía el templo dedicado a la patrona de la diócesis, “La Divina Pastora”, en Lagunitas. “En este templo ha promovido en modo creativo y dedicado la devoción a la Virgen y ha desarrollado muchas actividades de promoción social en la zona campesina”, publica el portal dehoniano.

Devoto del Santísimo y de la Virgen

Al momento de encontrar la muerte el padre José Manuel desempeñaba su servicio como párroco en el santuario eucarístico “San Juan” de San Carlos, donde entre otras actividades comenzó “la restauración del templo que data de la época colonial y ha promovido diversas actividades de carácter social en favor de los más desfavorecidos”.

Además, era el responsable de la pastoral misionera de la diócesis de San Carlos. “Quienes conocieron a José Manuel saben de su espíritu carismático y dinámico, interesado siempre a desarrollar actividades innovadoras. Su carácter afable y relajado, encajaba perfectamente con la pastoral”, indica.

“Recuerdo personalmente, cuán disponible era cuando se trataba de ayudar a los hermanos. A pesar que estaba inmerso de lleno en la pastoral de su parroquia, nunca dejó de tener un corazón dehoniano”, expresa Lagos. El religioso agrega un detalle que marcó significativamente el apostolado del padre José Manuel: “Un devoto ferviente de la Virgen y al Santísimo Sacramento, pero principalmente lo recordamos como un hombre inquieto, en movimiento y en constante búsqueda, como un buen hermano”.

“Hasta el último momento José Manuel ha hecho el bien”

Con tristeza, pero a la vez con esperanzas, los cojedeños asistieron a la Iglesia Inmaculada Concepción Catedral de San Carlos. La urna fue recibida la tarde del 21 de octubre por monseñor Polito Rodríguez, acompañado de los familiares, clero, seminaristas, religiosas y el pueblo de Dios que se dio cita en esta Iglesia luego de la inesperada y dolorosa noticia.

 

No se por quién entristecerme más, por el padre (José Manuel) o por los delincuentes que le quitaron la vida, pero sabemos que él está en buenas manos de ahora en adelante”, dijo monseñor Polito Rodríguez ratificando la forma en que fue asesinado el padre José Manuel: “el sacerdote celebró la misa y compartió con un grupo reducido de fieles el banquete eucarístico”.

El comunicado, también divulgado por La Conferencia Episcopal Venezolana, agregó un detalle no conocido en las primeras informaciones: El padre José Manuel De Jesús Ferreira “salió a ayudar a la dama que iban a robar e infortunadamente recibió el disparo, por tanto, hasta el último momento José Manuel ha hecho el bien, y su muerte no es para siempre, porque sabemos que vamos a resucitar por el bautismo”.

 

Finalmente, se conoció que el cuerpo del religioso estará en capilla ardiente hasta este miércoles 22 de octubre, cuando en horas del mediodía iba a ser sepultado en su última parroquia donde hizo una labor extraordinaria. La población demanda celeridad en las investigaciones que sobre este asesinato inició el Estado Venezolano.

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