Realiza gobierno del estado obras en edificio del Congreso de Puebla

Tras los daños causados a la fachada del Congreso durante las manifestaciones del pasado 8 de marzo, la Secretaría de Infraestructura estatal, en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), realiza la restauración de la sede legislativa.

Las obras que se realizan en el primer cuadro de la capital poblana serán pagadas, de acuerdo con la información proporcionada por el Poder Legislativo, por el gobierno de Miguel Barbosa Huerta.

Aunque por el momento se desconoce el costo de la restauración, los trabajadores reparan la fachada que resultó dañada, así como las ventanas y las puertas, principal y de Atención Ciudadana.

En el caso de la histórica puerta principal que fue incendiada, son peritos del INAH los que habrán de dictaminar cómo se tendrá que hacer la restauración de la misma ya que el fuego consumió algunas partes.

Sin denuncias

El pasado 7 de abril, la presidenta del Congreso, Nora Merino Escamilla, informó que la Junta de Gobierno y Coordinación Política se desistió de presentar una denuncia en contra de quien o quienes resultaran responsables de los daños que tuvo la fachada y parte de las instalaciones.

Este desistimiento permitió que no hubiera impedimentos legales para poder ejecutar los trabajos que desde la semana pasada se llevan a cabo en el inmueble de la 5 Poniente.

Las obras actuales en el Poder Legislativo no afectan las sesiones debido a que desde hace casi un año se realizan en línea como parte de las medidas para mitigar los contagios por Covid, además el número de personas que labora al interior de las instalaciones, también se redujo considerablemente.

La primera restauración

En 2020 se presupuestaron más de 12 millones de pesos para intervenir el edificio que presentaba daños por los sismos de 2017, colocando refuerzos de acero, cumpliendo con las especificaciones de especialistas.

Durante un recorrido realizado, el jefe de servicios del Congreso del Estado, Israel Cuapio Cortez señaló que se detectaron instalaciones eléctricas parchadas y fuera de la norma, pues en el salón de plenos los cables estaban expuestos y los tableros para los interruptores eran obsoletos para el nivel de voltaje que se necesita en el edificio central.