La próxima administración federal, que estará encabezada por Andrés Manuel López Obrador, fortalecerá el papel de Estado en temas económicos, pero sin llegar a medidas antimercado o populistas, aseguró la calificadora de riesgo Standard and Poor’s (S&P).
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Destacó que el próximo gobierno muestra pragmatismo y que es probable que modifique la política fiscal para cumplir con sus prioridades políticas. “Sin embargo, esperamos que la política fiscal siga siendo cautelosa y que evite grandes desequilibrios”.
“La próxima administración probablemente fortalezca el papel del Estado en temas económicos, pero sin llevar a cabo un cambio sustancial hacia políticas antimercado o populistas”, precisó.
En su documento “Análisis de escenarios y de sensibilidad: las políticas de Andrés Manuel López Obrador y la renegociación del TLCAN definirán el futuro del sector corporativo en México”, S&P confió en que se muestre continuidad en la política monetaria, sin cambios significativos en la política cambiaria.
“El pragmatismo será importante para mantener el crecimiento económico y los fuertes vínculos económicos del país con Estados Unidos”, consideró en el documento en el cual plantea tres escenarios para determinar la trayectoria que podrían tomar las calificaciones crediticias del sector corporativo en México en el próximo sexenio.
En el documento, estima que bajo su escenario base, la economía mexicana crecerá poco más de 2.0 por ciento en 2018 y a un ritmo similar durante 2019 a 2021, asumiendo un crecimiento estable y continuo en Estados Unidos, así como continuidad en las políticas económicas clave de México y un gradual incremento en la inversión privada en el sector energía.
En un escenario negativo, la calificadora considera la aplicación de un modelo insostenible de crecimiento económico con políticas antimercado, que sobrecaliente la economía y destine una desaceleración abrupta en el mediano plazo y una renegociación desfavorable del TLCAN.
“En nuestra opinión, este podría ser el escenario más disruptivo desde el punto de vista de las calificaciones crediticias. Si se materializa el escenario, consideramos que el sesgo negativo de calificación aumentaría hasta 50 por ciento en el mediano plazo, nivel que no se ve desde 2009”, indicó.
“Aunque el sector corporativo se beneficiaría de una economía revigorizada en 2019, un modelo de rápido crecimiento que no es sostenible en el mediano plazo tendría repercusiones negativas en las calificaciones crediticias”, advirtió.
Por otra parte, abundó que “las políticas o acciones del gobierno que se perciban como desfavorables para los inversionistas privados, incluyendo en el sector de energía, podrían desincentivar los flujos de capital hacia México”, detalló.
En un escenario positivo, el gobierno entrante implementaría de forma rápida medidas para mejorar las condiciones económicas, , además considera que una exitosa renegociación del TLCAN favorece la actividad comercial y restablece la confianza de los inversionistas hacia México.
“En nuestra opinión, el desarrollo del sector de energía, que podría ser la principal fuente de inversión privada, impulsaría el crecimiento del PIB, la creación de empleos y los ingresos del sector público” explicó.
S&P descarta un escenario con grandes cambios en la estrategia energética del país en el corto plazo.
“Consideramos que el nuevo gobierno de México tendrá incentivos para aprovechar la flexibilidad derivada de la reciente reforma energética para atraer inversión privada al sector”, puntualizó.
GGA