Hemos recorrido la primera quincena de enero y es tiempo de nuestra primera entrega de 2022. El año trae una tercia de doses que ojalá nos traiga suerte. Los hados anuncian que habremos de necesitarla, pues el panorama nacional se muestra complicado.
Los quehaceres gubernamentales anuncian tormentas por doquier. En lo político, lo económico, el ramo de la seguridad, la educación, la salud y hasta en las relaciones internacionales hay bemoles. Y no es claro que quienes llevan el rumbo de la nación se percaten cabalmente de los problemas O si se percatan, no se ve que les preocupe solucionarlos. La única preocupación es conservar el poder.
En el mundo cuatroteísta todo gira alrededor de la preservación del poder. Pero a usted y a mí lo que nos afecta es la economía, y es por ahí por donde habré de comenzar.
Los escenarios del dinero para este año, a mi parecer, se ven como sigue.
Para comenzar hagamos un recuento: en 2018 el triunfo de AMLO tenía en ascuas a los mercados, que se mostraban cautos. Pero en cuanto comenzaron las decisiones disparatadas del presidente electo y su equipo en el Congreso, los mercados se retrajeron y el crecimiento se redujo. El 2019 no fue un año de pandemia, pero el crecimiento nacional pasó de 2.4 en 2018 a -0.18 por ciento en 2019. Una contracción de la economía.
Para 2020, en plena pandemia, la economía se contrajo un 8.3 por ciento, y en 2021 la curva que traía un descenso constante rebotó para quedar en un 4.8 por ciento de crecimiento aproximado.
Esto nos deja lejos de la ruta de crecimiento que traía el país hasta 2018. Si la economía se contrae y la población crece, el resultado es que tenemos menos dinero y que habremos de repartirlo entre más gente. La consecuencia es que aumenta la pobreza.
El discurso de López Obrador ha sido contra la inversión y el resultado es una fuga de capitales. El año pasado salieron del país 12,600 millones de dólares. Esa cantidad batió el récord de fuga de capitales en México. Este año es claro que no quedará a la zaga, pues Citigroup ha anunciado la venta de Banamex y el coloso bancario vale la friolera de 44,000 millones de dólares.
El hecho de que esta venta se anunciara sin definir al comprador nos dice dos cosas. La primera, que Citigroup no encontró quien se la quisiera comprar en el precio que deseaba y la ponen al mejor postor. La segunda, que nuestra economía no da trazas firmes de recuperación y Citigroup considera que es mejor salir ahora que esperar.
Además, la inversión productiva ha disminuido a niveles que no permitirán el crecimiento, pues mientras la Secretaría de Hacienda anunció un crecimiento para 2022 de 4.1 por ciento, hay expertos que ajustan esta predicción. Tal es el caso de la Cepal1, que pronostica un crecimiento para México de 2.9 por ciento. Es decir, una cuarta parte menos que el anunciado por Hacienda.
Así, el crecimiento para 2022 se enfrenta a serias amenazas. Por un lado, la falta de confianza, tanto interna como externa. Y por el otro, la nueva ola de la pandemia, cuya atención no ha preocupado al gobierno, que ha dejado que las cosas vayan sucediendo sin tomar las precauciones prudentes.
La inflación viene a galope tendido desde 2021 y amenaza con ser un problema más para este año. Hace poco publicamos un artículo en donde, con términos y analogías sencillas, tratamos de explicar el fenómeno. Una de sus causas es la pérdida de valor de la moneda, que se deriva de que las monedas de respaldo de nuestro peso pierdan valor. Esto está sucediendo con el dólar, pues la inflación en el vecino del norte fue de 7 por ciento, y en nuestro país, de 7.35 por ciento, lo que evidencia la correlación.
Otra de las condiciones para la inflación es el aumento de la masa monetaria, es decir, la impresión de dinero, y México aumentó su masa monetaria el año pasado y el antepasado. El año pasado el aumento fue de 38 por ciento, un aumento muy importante. Los estadounidenses también aumentaron su masa monetaria, pero este año han decidido iniciar un recorte al aumento. Mientras, en México no está claro lo que habrá de suceder. Una de las causas de incertidumbre es el cambio en la cabeza del Banco de México, que pasó a manos de la maestra en economía Victoria Rodríguez Ceja, quinta en el gobierno del banco y primera mujer en el puesto.
Las presiones por falta de dinero para el año próximo vienen aprobadas en el presupuesto de egresos, que tiene un déficit con respecto a los ingresos de 900,000 millones de pesos. Cabe anotar que el presupuesto de ingresos de la SHCP trae suposiciones alegres que pueden caerse. El ajuste de la Cepal a las expectativas de crecimiento de la Secretaría de Hacienda para 2022 refuerza este argumento.
Así, el panorama económico está complicado y no sería extraño que viviéramos un escenario como los de la época en que la economía se manejaba desde Los Pinos.
En tres años de gobierno no podemos ni siquiera tener la producción que teníamos al final del sexenio de Peña Nieto. Podemos suponer que la economía no se recuperará. El nivel de seguridad se ha reducido, otro tanto ha sucedido con la salud y la educación. La situación pide a gritos un cambio de estrategia, pero el presidente es obstinado, y no en balde. Su obstinación lo trajo a la presidencia. Piensa que, si persiste, el éxito llegará por arte de magia. Si alguien de sus cercanos osa contradecirlo de inmediato se ve eliminado del primer círculo de su confianza.
En el ramo de lo político viene la revocación de mandato. Ejercicio en el que el capricho presidencial se impondrá de una forma, o de otra, y que demostrará cómo anda el poder de convocatoria de AMLO. Desde ahora podemos adelantar que estará lleno de fraudes y mañas. En la consulta, para hacer la revocación, han votado hasta los muertos.
Importantes serán las elecciones en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, donde se juegan gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos. En la elección anterior el crimen organizado tuvo una influencia importante. Se tiene evidencia de secuestros, amenazas y asesinatos de los candidatos, entre otras irregularidades, y la mayoría obró a favor de Morena. Tanto así que el presidente en su conferencia mañanera dijo que “la delincuencia organizada se portó muy bien en las elecciones”.
No será nada extraño que la influencia criminal juegue un papel decisivo en esta elección. Si esto sucede, el crimen aumentará su presencia y poder en el país.
El número de gobernadores que alcance Morena será un factor en la elección de 2024. Con dos gubernaturas más, Morena tendrá la mayoría de los estados bajo su égida y, con ello, aumentará el control del poder presidencial.
Pero no todo está escrito en el partido del presidente. Con el adelanto de la sucesión se han formado los grupos con aspiraciones a la silla y esto se tradujo en fracturas en el interior de Morena. Sobresale, entre estas, el pleito entre el coordinador del Senado, Ricardo Monreal, y el presidente. Esto se convertirá en inestabilidad política.
El presidente enfrenta un cuarto año de gobierno que tomará las características del quinto por su anuncio adelantado de la sucesión. En este aspecto podemos suponer que, si sus predecesores, con éxitos relevantes en sus carteras políticas, vieron cómo se les caía el prestigio en el quinto año, el presidente verá serias presiones en función de que en su cartera trae más que fracasos que éxitos.
El fraude electoral es una práctica añeja en nuestro país que ha sido acotado por el IFE en su momento, y ahora por el INE. Morena no es ajena a esta práctica. Basta ver el mugrero que han hecho de la consulta popular para la revocación de mandato, en donde el INE encontró que hasta los muertos han votado.
Así, el presidente se ha abocado a cancelarle la autonomía al instituto y regresar el control de la elección a la Secretaría de Gobernación para volver a la época en la que el fraude electoral se justificaba diciendo que “se cayó el sistema”.
El presidente quiere regresarnos a la dictadura de partido. Una dictadura con él y con Morena a la cabeza. Y hará todo lo posible por lograrlo. En este rubro solo la presión externa acotará su ímpetu.
En resumen: viene una época de apreturas económicas con una probable crisis como las de los tiempos del PRI. Con un crecimiento reducido, el país habrá de endrogarse más; el INE estará en riesgo de perder su autonomía; Morena aumentará su control político al tiempo que enfrentará una crisis interna; y el crimen aumentará su influencia; de la salud y la educación mejor hablamos otro día.
No me gusta el oficio de agorero de desastres, pero la conseja popular dice: “Mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes”. Para México el 2022 empieza complicado y puede terminar mal.
El 6 de enero, Día de la Epifanía del Señor, partió de entre nosotros el Lic. Morelos Jaime Canseco González. Morelos fue, entre otros muchos cargos, senador por su estado. Tuvo en el servicio público una trayectoria destacada. Me unió a Morelos el gusto por la historia de México y por el ejercicio literario. Atesoro algunos de sus libros, como De la epopeya un gajo, La revolución americana y De política mexicana. Él escribió el prólogo de mi libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias. Tuve el privilegio de ser su amigo, y aprendí mucho de él. Admiro su legado. Lamento profundamente su muerte. Descanse en paz, don Morelos Jaime Canseco González. N
Salvador Casanova es historiador y físico. Su vida profesional abarca la docencia, los medios de comunicación y la televisión cultural. Es autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.
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