Tijuana sin conciencia de seguridad para inundaciones y consecuencias

En Tijuana tenemos que dejar de percibir a una inundación como algo inevitable, para comenzar a ejecutar acciones que disminuyan el riesgo de fatales consecuencias.

Definamos que es una inundación: Se trata de una situación en la cual el agua cubre un terreno que normalmente no está cubierto de agua; en pocas palabras, el agua se desborda o cubre tierra que suele estar seca.

Como podemos apreciar, todos entendemos que es una inundación, pero si es así de sencillo ¿porque en Tijuana cada año nos sorprenden las lluvias? con simples goteras, inundaciones, ensolve, derrumbes, que ocasionan grandes afectaciones viales, económicas, con cuantiosos daños a la economía familiar y gubernamental, la respuesta es sencilla: falta de prevenciones, concientización y no realizar las obras de mantenimiento preventivas necesarias, desde nuestros hogares como vialidades y acotaciones.

Nuestra población no respeta las recomendaciones de Protección Civil, estamos igual que con los cubrebocas, una rebeldía total al bien colectivo.

Cada año las mismas recomendaciones: “ha llegado la lluvia intensa” prepárese: Permanezca alerta a los reportes y boletines meteorológicos; si el nivel del agua sube, suspenda los servicios electricidad, gas y agua, después diríjase de inmediato a las zonas altas y no deje solos a los menores de edad, en su defecto, informe a algún familiar; si existe riesgo de un deslave o rodamiento de piedras, evacúe de inmediato; no camine o transite por zonas inundadas, tampoco cruce arroyos crecidos, las crecientes en calles pavimentadas desarrollan mucha fuerza de arrastre con lo cual aumenta el peligro; ¿cuándo hemos tenido preparado una mochila de emergencia?.

Afortunadamente en nuestro estado no tenemos la misma cantidad de precipitaciones que el sureste del país; un claro ejemplo son los impresionantes videos que circulan en redes sociales de como en el estado de Chiapas tienen presas desbordadas, inundaciones con una elevación de varios metros de profundidad y quizá lo más impresionante son los deslaves y derrumbes de cerros, todo transmitido por los pobladores de las regiones afectadas.

Estos videos me hicieron recordar un pueblo que conocí hace muchos años: Santa Tecla, en El Salvador, pequeño país de Centroamérica, donde a inicios del siglo XXI, la ciudad sufrió un deslizamiento de tierra que sepultó a la colonia Las Colinas, que se convirtió en símbolo de la tragedia y me entristeció saber esa noticia, ese desastre dejó un saldo de 700 muertes en ese lugar.

Tijuana adolece de adecuados pluviales por tener una canalización más elevada que las alcantarillas, óptimos desarenadores casi siempre obstruidos por basura y aunque parezca increíble: colchones, árboles, animales muertos y hasta vehículos y en los años recientes hemos visto un fenómeno que causa incertidumbre y mucho temor, varias zonas de la ciudad presentan deslizamiento de tierra, como las colonias el Rubí, la Sánchez Taboada, el fraccionamiento Monterrey, entre otros, convirtiéndose en  un peligro latente y más con tierra húmeda.

Que las inundaciones en el Sureste del país sean las barbas remojadas para que al cortar las propias estemos preparados.

* El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS.

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