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Vendedores de Esperanza

Vendedores de Esperanza Otra etapa más de promesas rotas e incumplidas, discursos, spots, mítines, hasta matracas que ofertan esperanza; todo con la finalidad de obtener los votos, los cuales, al corte del 30 de noviembre del presente año, suman un total de 99 millones 401 mil 831 ciudadanos registrados conforme al padrón electoral formado y administrado por el INE, señala en su mayoría son 51 millones 539 mil 855 de mujeres y 47 millones 861 mil 912 son hombres. De los cuales Guanajuato cuenta con un padrón electoral de 4 millones 809 mil 565. Si tomamos en cuenta la elección del 2018, en la que 89 millones 332 mil mexicanos podían votar, y que sólo sufragaron 56 millones 611 mil, equivalentes al 63.4% del padrón electoral, y teniendo en cuenta que en Guanajuato en la última elección para gobernador se emitieron aproximadamente dos millones de votos, equivalente al 52.52 % del total, siendo que el ganador obtuvo el 49.83% de la votación, es decir un millón 040 mil 949 votos. Nos coloca en cruda realidad del tamaño de la movilización que tendrán que hacer para obtener las mayorías que se buscan. De ese tamaño es la presente elección no sólo están en juego ocho gubernaturas de los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México. A nivel federal también se elegirán 629 cargos de los cuales: 128 senadores, 500 diputa[1]dos federales, 19 mil 634 (cargos locales), entre los que están 36 diputados locales, presidentes municipales, síndicos y regidores. Se alistan a salir a las calles a prometernos las perlas de la virgen, pero ya ni siquiera para eso son buenos, no logran atraer nuestra atención, preferimos apagar los televisores, que estar soportando sus mensajes vacíos y superfluos. Nos damos cuenta, no sólo de que no tienen la capacidad, ni la preparación que se necesita para liderear un conglomerado tan diverso, sino que tampoco tienen propuestas para resolver los problemas como el de inseguridad, violencia, corrupción, impunidad, falta de servicios como el agua potable, salud, educación. Es tan evidente que sólo van por el hueso, que ni siquiera disimulan el miedo que tienen, al riesgo no alcanzar nada. La situación actual nos orilla a elegir a los menos peores, pero no abusen, no hay a cuál irle. Se han esmerado tanto en sólo promover a los de su grupo, secta, cofradía, camarilla, que han dejado fuera a los jóvenes, que son quienes tendrán que vivir más tiempo con las consecuencias, además que tampoco figuran los líderes sociales, ni los dirigentes sindicales u obreros, mucho menos los profesionistas independientes. Los partidos ahora en coaliciones, se han convertido en una gran agencia de empleo familiar para sus cuates. Ahí radica su verdadera tragedia, cómo pretenden sumar y ganar votos, si ni en su casa los quieren, mucho menos votan por los mismos. Hemos llegado al colmo del cinismo, esta elección parece más que una rosticería de pollos, una cremación de muertos. Muchos van nadando de muertito, pero van al horno de cremación. Hemos llegado al punto donde ya ni siquiera llama la atención sus pleitos de mercado, ni para pro[1]meter salieron buenos, menos para vender un poco de esperanza. Por eso la violencia cobra cada día más fuerza, la indignación, la impotencia, la pobreza, el coraje, se están apoderando del ánimo de los mexicanos, ya no se soporta tanta desfachatez en el gobierno. Y parece que ni siquiera se dan cuenta.

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Ciudadano por México

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