Mi esperanza para el pueblo judío este año es que recordemos que somos una familia.
No importa si eres ortodoxo, secular, reformista o conservador.
No importa en qué sinagoga ores, o si oras en absoluto. No importa dónde naciste o qué idioma hablas.
Debemos centrarnos en lo que nos une y saber hablar de las cosas en las que no estamos de acuerdo. Eso es lo que hace una familia.
Desde aquí en Jerusalén, en mi nombre y en el del Gobierno de Israel, quiero desearles a todos ustedes y a sus seres queridos un Shana Tova – Feliz Año Nuevo.