Lo Malo, lo Bueno y lo Feo de la Inteligencia Artificial

Francisco C. De La Torre

CIUDAD DE MÉXICO — La inteligencia artificial (IA) es sin duda la tecnología más transformadora del siglo XXI. Como una navaja suiza digital, ha irrumpido en laboratorios, aulas, centros de datos, empresas, gobiernos, hogares… y también en redes criminales. Mientras científicos la usan para desentrañar los misterios del cáncer y maestros para personalizar la enseñanza, ciberdelincuentes la emplean para suplantar voces y robar millones con deepfakes. Es, como diría Sergio Leone, lo bueno, lo malo y lo feo.

Lo bueno: una nueva era para la ciencia y la educación

En universidades de todo el mundo, desde el MIT hasta el Tec de Monterrey, la IA está acelerando descubrimientos científicos que antes tomaban décadas. Algoritmos pueden identificar nuevas moléculas en minutos, optimizar sistemas eléctricos, o predecir terremotos con anticipación nunca vista. La ciencia vive una aceleración inédita.

En la educación, los beneficios son igualmente revolucionarios. Plataformas como Khan Academy, Duolingo o Scribe AI adaptan los contenidos al ritmo y estilo de aprendizaje de cada estudiante. La IA permite a un niño con dislexia aprender sin frustración, a un joven de escasos recursos acceder a una educación de calidad mundial, y a un adulto sin secundaria terminar sus estudios con dignidad.

Pero para que esta revolución sea incluyente, es imperativo educar a todas las generaciones. Según la UNESCO, el 70% de los adultos en América Latina no comprenden qué es la IA. Y sin comprensión, no hay participación ni protección.

Lo malo: crimen digital y desinformación automatizada

A medida que la IA se democratiza, también lo hace su uso indebido. Grupos criminales han creado herramientas para hackear contraseñas, simular llamadas de seres queridos en peligro y estafar a empresas con identidades digitales falsas. El “phishing” ha evolucionado a niveles cinematográficos.

En política, la desinformación asistida por IA está poniendo en jaque las democracias. En países como México, India y Estados Unidos, ya se han usado videos falsos generados por IA para manipular votantes. ¿Cómo distinguir lo real de lo simulado cuando los algoritmos son mejores actores que los humanos?

Lo feo: brechas y miedos generacionales

La velocidad con la que avanza la IA ha dejado a millones atrás. Muchos jóvenes dominan herramientas como ChatGPT o Midjourney con naturalidad, mientras sus padres y abuelos no entienden ni el concepto de “algoritmo”. Esta brecha genera ansiedad, desempleo y una peligrosa polarización.

En fábricas, oficinistas de mediana edad ven peligrar su trabajo ante sistemas automatizados. En escuelas, algunos maestros rechazan la IA por miedo a ser reemplazados. Y en redes sociales, proliferan teorías conspirativas que ven en la IA a una amenaza existencial, alimentando el rechazo social.

El desafío: educar con urgencia y propósito

El verdadero campo de batalla no está en la tecnología, sino en la educación. Necesitamos tres estrategias diferenciadas por edad:

1. Infancia y adolescencia: integrar IA al currículo escolar como una herramienta creativa y ética. Enseñar a programar, pero también a reflexionar.
2. Adultos jóvenes y trabajadores: programas de reconversión laboral y certificaciones rápidas para nuevos empleos digitales. Aquí, la alianza entre empresas y universidades es vital.
3. Adultos mayores: campañas de alfabetización digital con acompañamiento humano. No se trata solo de enseñar a usar, sino de enseñar a confiar.

Países como Corea del Sur y Estonia ya han lanzado planes nacionales para educar a toda su población sobre IA. México, Brasil y Colombia comienzan a dar pasos, pero aún falta una estrategia continental.

Conclusión: una herramienta neutra en una sociedad polarizada

La inteligencia artificial no es buena ni mala. Es poderosa. Y como toda herramienta poderosa, su impacto dependerá de cómo la utilicemos, quién la controle y, sobre todo, quién esté preparado para entenderla. Lo feo no es la IA; lo feo es no educarnos para convivir con ella.

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Este reporte fue elaborado por www.aimworld.ai con apoyo de IA