‘¡Abusado porque si no te saco la tartamuda!’ Recordando a Miguel Galván

Miguel Eduardo Galván Meza, mejor conocido por su carismático personaje “La Tartamuda”, sigue siendo una figura emblemática en el mundo del entretenimiento mexicano, aún después de su fallecimiento el 14 de abril de 2008. Su muerte, causada por un ataque cardíaco tras complicaciones con diabetes y problemas cardíacos, marcó profundamente a fans y colegas​. Inicios y trayectoria Nacido el 13 de octubre de 1957 en Juan Aldama, Zacatecas, Galván descubrió su pasión por la actuación tras abandonar sus estudios de arquitectura. Se formó en el arte dramático y pronto comenzó a aparecer en diversos programas de televisión, pero fue su rol en un comercial de un banco lo que realmente catapultó su carrera. Este anuncio, dirigido por Alejandro González Iñárritu, presentaba a Galván como un ladrón que narraba sus crímenes usando una arma apodada “la tartamuda”, nombre que se le quedaría como icónico apodo​. “La Tartamuda” y su legado El personaje de “La Tartamuda” no solo fue un hito en la carrera de Galván sino que también se convirtió en un querido símbolo de la comedia mexicana. Participó en exitosos programas como “La Hora Pico”, donde su versatilidad le permitió explorar diversos roles cómicos que reforzaron su estatus como un sinónimo de risas​. Impacto personal y profesional A pesar de su éxito en pantalla, Miguel luchó contra desafíos personales significativos. La pérdida de su madre durante su nacimiento le causó una profunda tristeza, que marcaba cada uno de sus cumpleaños con visitas al cementerio en lugar de celebraciones. Su batalla contra la diabetes y los problemas cardíacos eventualmente mermaron su salud, llevándolo a un final prematuro a la edad de 50 años​. Conmemoración y memoria El legado de Miguel Galván sigue vivo a través de los recuerdos de aquellos que disfrutaron su trabajo y las generaciones de comediantes que se inspiran en su legado. Su vida y obra siguen siendo celebradas en diversos tributos y remembranzas que destacan su contribución única al entretenimiento mexicano. Miguel Galván fue más que un comediante; fue un espíritu creativo que dejó una marca indeleble en el corazón de su audiencia, y sigue siendo recordado con cariño y respeto en todo México.